Este primer domingo de agosto, en modo pandemia, un ” puñadito” de personas, el Obispo Dante y un pequeño grupo de sacerdotes, pero con la intensidad y hondura de la memoria que no se rinde y arde sin cesar.
Angelelli y sus compañeros mártires, como tantos y tantas en la Argentina y SurAmérica, comprometieron sus vidas por la emancipación del pueblo.
Lo dice clarito Angelelli, con sus propias palabras, hablando desde su realidad riojana, en 1971: “En la medida de lo asistencial tratamos de dar solución a situaciones a veces lacerantes, pero sabemos y somos conscientes que muchas son soluciones ‘parche’, y que hay que ir a soluciones de fondo. Por eso cuando se nos dice subversivos, marxistas, además de ser tonteras, es una forma de obstaculizar y de impedir la acción y el desarrollo verdadero de un pueblo. Tenemos que ensuciarnos las manos, los pies y la vida con nuestro pueblo”.
Enrique Angelelli; Presente