“Yo no llevaba un arma entre las
manos
si no en el franco pecho dolorido,
y el pecho es lo que me vieron armado
y en el corazón todos los peligros.
La mano que me mata
no me llega,
ni al límite más bajo
de mi hombría.
Aunque me arrastren rojo
en la veredas
con una flor abierta a sangre fría.
Hoy necesito un canto piquetero
que me devuelva la voz silenciada,
que me abra por la noche
algún sendero
pa´ que vuelva mi vida
enamorada
AUTOR: JORGE FANDERMOLE