El presidente de la Nación convocó a un modelo de desarrollo con inclusión social y alertó sobre abusos en la fijación de precios. La negociación con el FMI.
(Fuente: Télam)
Con advertencias a “algunos pícaros” que se aprovechan del momento para obtener ganancias extraordinarias a través del aumento de precios, con los cuales prometió “ser inflexible”, y subrayando que “se negocia a paso firme con el FMI pero sin resignar los objetivos de desarrollo ni someterse a una política de ajuste”, el presidente de la Nación coronó la jornada de cierre del la 27ª Conferencia Industrial de la UIA. Alberto Fernández anticipó, también, que en las próximos semanas el Gobierno lanzará el Plan Productivo 2030, “para potenciar los sectores productivos, los nuevos empleos, las exportaciones y las industrias”.
El jefe de Estado, acompañado por el presidente de la Unión Industrial Argentina, Daniel Funes de Rioja, destacó que “la Argentina está atravesando un claro proceso de recuperación económica”.
“Los daños generados por la caída del PBI ya se superaran con el crecimiento actual y a inicios del año próximo la actividad industrial habrá recuperado lo que se perdió al inicio de la crisis en 2018 y 2019. Pero necesitamos crecimiento con inclusión”, destacó Alberto Fernández, que leyó el discurso que presentó ante los dirigentes empresarios y sindicales que lo escucharon en vivo en Parque Norte.
“Sabemos que hay problemas globales con la inflación, y sabemos que en la situación actual eso nos afecta seriamente. No es posible de que algunos pícaros aprovechen el momento para obtener ganancias extraordinarias. Vamos a ser muy exigentes en el cuidado de los precios de los productos de consumo masivo. Veo con preocupación el aumento irracional del precio de los alimentos, aun sabiendo que hay factores exógenos que inciden. Igual es mi preocupación con el precio de los insumos de la construcción. Seré inflexible con quienes se abusan en este contexto”, advirtió.
A su lado, compartiendo el escenario, lo acompañaba Funes de Rioja, que además de titular de la UIA es presidente de la coordinadora de las diferentes ramas empresarias de la industria alimenticia, Copal.
El presidente de la Nación les recordó a los dirigentes industriales que entre 2016 y 2019, período que abarcó el gobierno de Mauricio Macri, “fuimos uno de los países que más capacidades industriales perdió; sufrimos una caída del 17% de la producción industrial por habitante”.
“A pesar de un escenario tan adverso como el que nos tocó, la Argentina está atravesando un claro proceso de recuperación económica. A inicios del año próximo la actividad industrial habrá recuperado lo que se perdió desde los inicios de la crisis de 2018 y 2019”, repasó.
Luego subrayó que “quienes afirman que la producción no necesita del Estado o, peor aun, que el Estado es un obstáculo a la producción, desconocen o quieren esconder algo fundamental: todos los procesos de desarrollo sostenible requieren de un Estado activo, inteligente y presente que contribuya y potencie a todos los sectores productivos”.
“El desarrollo debe llegar a todos. No debe concentrarse en algunos. Nadie se desarrolla en una comunidad que no se desarrolle a la par. Necesitamos un crecimiento con inclusión que ponga fin de una vez y para siempre a la cultura del descarte”, afirmó el presidente.
En ese marco, anunció que, “en las próximas semanas, firmaré un decreto para crear el Plan Productivo 2030: para potenciar a nuestros sectores productivos en los años que se vienen, para potenciar la generación de empleo, nuestros conocimientos, nuestras exportaciones y a nuestras industrias”.
“En esta segunda etapa de mi gobierno, pondremos toda nuestra atención en enfrentar el problema de la pobreza y la exclusión. Sigo creyendo, como dije el primer día que en esta hora primero están los últimos”, reafirmó.
“Y también debemos resolver el enorme problema de la deuda externa. Pero debemos hacer todo para evitar que vuelva a pasar algo como lo que pasó con el programa que firmó el gobierno anterior y que tanto daño le hizo a la Argentina. Por eso le pedimos al FMI que antes de que cerremos un nuevo acuerdo, haga su evaluación de lo que fue el fallido programa Stand-By por el que se desembolsaron 44 mil millones de dólares que se malutilizaron en pagar deuda insostenible y en financiar salida de capitales. Eso nos va a ayudar a terminar de entendernos. Es un paso necesario en este camino”.
“Nosotros, como ya nos pasó a partir de 2003, afrontaremos las deudas que otros generaron. Pero ese acuerdo no será a costa del desarrollo del país ni en base a ningún programa de ajuste”.