Biden dará un discurso en el que arremeterá contra la “responsabilidad singular” de Trump “por el caos y la carnicería” que se produjo el seis de enero. El magnate republicano canceló a último momento su rueda de prensa.
Unos Estados Unidos divididos recordarán este jueves el violento asalto al Capitolio del pasado seis de enero por parte de una turba de ultraderechistas seguidores del expresidente Donald Trump (2017-2021). Un año después de la trágica jornada, que dejó un saldo de cinco personas fallecidas y 140 agentes heridos, la fecha continúa marcando gran parte de la agenda política estadounidense y aumentando aún más la polarización entre republicanos y demócratas. Para subrayar la importancia de la conmemoración, el presidente Joe Biden y su vicepresidenta, Kamala Harris, ofrecerán sendos discursos. La gran ausencia del jueves será la de Trump, quien canceló a último momento una rueda de prensa desde su residencia privada de Mar-a-Lago, Florida, en la que planeaba comentar lo sucedido.
A través de un comunicado Trump denunció de nuevo el “fraude” que, según afirma sin prueba alguna, empañó las elecciones presidenciales de 2020, en las que fue derrotado por el Biden. El mandatario demócrata, en tanto, aprovechará su discurso del jueves para arremeter contra la “responsabilidad singular” de Trump “por el caos y la carnicería” que se produjo el seis de enero. Ese día unas diez mil personas marcharon hacia el Congreso y unas 800 irrumpieron dentro del edificio para impedir que se ratificara la victoria de Biden. Las imágenes dieron la vuelta al mundo y mostraron la fragilidad de la democracia estadounidense.
Trump insiste con el relato del fraude
Trump no ha dado una explicación clara de la anulación de la rueda de prensa que preveía realizar desde su lujosa residencia en Florida. Alegó que renunció a llevarla a cabo “a la luz de la total parcialidad y deshonestidad” de la comisión parlamentaria que investiga su papel y el de su entorno en este ataque que ha traumatizado a Estados Unidos. El expresidente también arremetió contra los medios de comunicación, a los que califica de “fake news”, y se refirió a los últimos comicios presidenciales como “el crimen del siglo”.
Aunque Trump renuncie al protagonismo en el día del aniversario, retomará el tema en un acto programado en Arizona el 15 de enero. Porque pese a haber perdido por más de siete millones de votos ante Biden, insiste en que él fue el verdadero ganador en 2020. La afirmación es el elemento más incendiario de una clara postura de ataque contra el presidente en temas como su política de inmigración o su estrategia contra la pandemia de covid-19, un discurso que parece ser una apuesta, aún no declarada, por recuperar el poder en 2024.
Los republicanos, sobre quienes el expresidente sigue influyendo mucho, parecen optar por mantener un perfil bajo. En un mensaje fechado el dos de enero, su líder en la Cámara de Representantes sostuvo que “las acciones de ese día (el seis de enero) fueron ilegales”. Pero Kevin McCarthy también criticó a los demócratas, que entiende que están utilizando lo ocurrido el seis de enero “como un arma partidista para dividir el país”. En tanto Mitch McConnell, líder de los republicanos en el Senado, ya adelantó que no participará de las conmemoraciones del jueves en Washington.
Biden sube el tono y promete fortalecer la democracia
El giro inesperado de Trump le despeja el camino a Biden, quien hablará el jueves desde el Capitolio. “Hablará sobre el trabajo que queda por hacer para asegurar y fortalecer nuestra democracia y nuestras instituciones, para rechazar el odio y las mentiras que vimos el seis de enero, para unir al país”, dijo su vocera Jen Psaki.
Biden “ve el seis de enero como una trágica culminación de lo que cuatro años de la presidencia de Trump le han hecho a este país”, aseguró Psaki este miércoles. Hasta ahora el gobierno e incluso el propio Biden solían evitar nombrar a Trump, refiriéndose a él como “el otro tipo” o “el tipo de antes”. Pero en su discurso desde el Capitolio, el presidente demócrata denunciará firmemente la responsabilidad de su predecesor.
“El presidente Biden ha sido claro sobre la amenaza que representa el expresidente para nuestra democracia”, insistió Psaki en ese sentido. Oficialmente Biden tiene la intención de volver a presentarse como candidato y Trump da a entender que se plantea el mismo cometido.
El 68 por ciento de los votantes republicanos piensa todavía que a Trump le robaron las elecciones y, por lo tanto, que Biden ejerce su poder de forma ilegítima, según una encuesta de noviembre de la organización Public Religion Research Institute (PRRI). Consultada al respecto, Psaki dijo que Biden seguirá “hablando con todos en este país, incluidos los que no votaron por él o los que puede que no crean que es un presidente legítimo, sobre lo que quiere hacer para mejorar las vidas de todos”.
Según Biden, la mejor forma de contrarrestar a Trump sería reconciliar a la clase media estadounidense con la democracia representativa, garantizándole puestos de trabajo y un mayor poder adquisitivo. Pero el presidente tarda en conseguir los resultados esperados: Estados Unidos sufre una nueva ola de la pandemia de coronavirus, sus reformas sociales están bloqueadas en el Congreso y el costo de vida sigue subiendo.
Las investigaciones en curso
Desde que empezaron las investigaciones, más de 725 personas han sido acusadas por el Departamento de Justicia por su implicación en los incidentes, algunas de las cuales forman parte de peligrosas milicias de extrema derecha fuertemente armadas, como Proud Boys y Oath Keepers. El FBI sostiene que hay detenidos de casi cada uno de los cincuenta estados que conforman el país.
La principal acusación que han presentado los fiscales es la de ingresar de manera ilegal en un lugar restringido, pero también hay cargos de agresión o resistencia a la autoridad. Por el momento, unas 165 personas se han declarado culpables de al menos alguno de los cargos de los que han sido imputados, mientras que 70 ya han recibido alguna condena, de las cuales 31 han sido encarceladas.
La comisión del Senado se mantiene activa
En paralelo, la comisión investigadora del Senado está a la espera de conocer si finalmente el Tribunal Supremo de Estados Unidos acepta o no el recurso del expresidente Trump para evitar la publicación de los registros de la Casa Blanca relacionados con los incidentes del seis de enero. Trump y los suyos se han encargado de entorpecer las investigaciones de esta comisión amparándose en el privilegio legislativo del primero, aunque algunas personas de su círculo más íntimo como Steve Bannon o quien fuera su jefe de gabinete, Mark Meadows, ya han sido acusados por desacato al Congreso.
El martes, los congresistas que investigan la invasión al Capitolio le pidieron al conductor televisivo Sean Hannity que proporcione información sobre sus comunicaciones con el entonces presidente Trump. Los legisladores obtuvieron “decenas de mensajes de texto” que Hannity, presentador estrella del canal Fox News y muy cercano a Trump, envió al expresidente y su séquito antes del ataque contra la sede legislativa. En esos mensajes, Hannity decía estar “muy preocupado por las próximas 48 horas”.