La planta de urea y amoniaco que Bolivia posee en Bulo Bulo, comenzó a recibir gran cantidad de pedidos internacionales ante las sanciones impuestas por Estados Unidos y sus aliados a Rusia, uno de los mayores productores mundiales de fertilizantes.
Las sanciones impuestas a Rusia por Estados Unidos y sus aliados causaron un desastre en la economía mundial, que afecta mayormente a las familias de clase media y baja, porque son quienes deben abonar aumentos de precios en muchos casos injustificados. Entre los beneficiados está la planta de fabricación de urea que el Estado Plurinacional tiene en el Trópico de Cochabamba.
En las últimas semanas, la demanda de fertilizantes creció exponencialmente, a la vez que se duplicó su precio. Rusia y Ucrania son dos de los mayores productores mundiales en este rubro, pero el conflicto bélico y sus ramificaciones impiden que exporten.
Según Marcelo Olguín, gerente general de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (CANEB), antes de la guerra, la tonelada de urea costaba 500 dólares. Al presente el precio aumentó a 950 dólares.
“Con el conflicto entre Rusia y Ucrania, los productores grandes de esa región han visto comprometidos sus despachos de fertilizantes. Y los países demandantes buscan alternativas para abastecerse de estos productos, ahí aparece Bolivia”, explicó Olguín.
La Planta de Amoniaco y Urea de Bulo Bulo, en el departamento de Cochabamba fue construida durante el gobierno de Evo Morales, siendo inaugurada, en el marco de la industrialización del país, el 2017.
Lastimosamente sus actividades fueron paralizadas maliciosamente por el Gobierno de facto de Jeanine Áñez, siendo reactivadas por el Presidente Luis Arce, en noviembre de 2020.
Actualmente la mega Planta supera el 80% de producción, es decir que está produciendo alrededor de 1.700 toneladas de urea al día. Lo que equivale a 600.000 toneladas de urea al año.
Teniendo en cuenta que el mercado interno demanda 50.000 toneladas de urea al año, Bulo Bulo produce un excedente importante de este producto para el mercado internacional.
Según fuentes de gobierno, uno de los principales destinos de exportaciones de urea es Brasil, que consume más del 80% de feetiluza bolivianos. Argentina también consume el 12%. Como nuevos cliente se ha incorporado recientemente Perú, cuyo Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego anunció hace unas semanas que comprará urea a Bolivia por la suma de 700 millones de soles (unos 189 millones de dólares).
Asimismo el ministro de Agricultura de Uruguay también ha manifestado interés de abastecerse nuevamente de fertilizantes producidos en Bolivia. Uruguay importaba urea hasta antes del golpe de Estado de Áñez. Lamentablemente ese nefasto gobierno de facto inutilizó importantes partes de la moderna maquinaria con el objetivo de cerrar la planta construida en Bulo Bulo.
Según la agencia de operaciones (VPNO) de la estatal Yacimientos Petrolífero Fiscales Bolivianos (YPFB),
el precio de la urea aumentó considerablemente, de 500 dólares en febrero a los 950 dólares en la actualidad.
Ante esta bonanza, siguiendo además el plan de industrialización que se diseño y se puso históricamente en marcha por el Gobierno del expresidente Evo Morales, el actual mandatario Luis Arce anunció la construcción de una segunda planta, similar a la de Bulo Bulo, en un futuro cercano.
Adol Fito, 2022