Ayer Bélgica entregó los únicos restos de Patrice Lumumba, su diente cubierto de oro, a su familia después de que hace 61 años lo torturara, lo descuartizara y lo disolviera en ácido.
Patrice Émery Lumumba fue un líder anticolonialista congoleño, el primero en ocupar el cargo de primer ministro de la República Democrática del Congo entre junio y septiembre de 1960, tras la independencia de este país de la ocupación colonial genocida belga.
Apenas lograda la independencia la antigua metrópoli colonial comenzó a apoyar la secesión de la región minera de Katanga en defensa de los intereses de la compañías que explotaban los yacimientos de la región.
Lumumba recurrió al apoyo de la Unión Soviética, con lo que amenazó directamente los intereses imperialistas de EEUU: un golpe de Estado militar protagonizado por el coronel Mobutu Sese Seko se hizo con el control del poder apoyado por la CIA.
Lumumba fue destituido y apresado. Mobutu lo entregó a los secesionistas de Katanga, que no dudaron en asesinarle bajo las órdenes de los belgas y norteamericanos.