Por Santiago Jorge*

 

Se hizo la luz y apareció un borrador constitucional en Jujuy. Circula vía guasap, sin debate ni autor individualizado, cincuenta y siete páginas con tantas palabras que se hace imposible digerir en un sólo tirón: confuso, reiterativo, sin técnica legislativa alguna, por momento da la impresión que copiaron y pegaron. Y eso que estamos hablando de nuestros derechos y garantías supremas.

Después de un esfuerzo intelectual considerable, se llega a las modificaciones al régimen electoral para chocarse de frente con las intenciones ocultas de esta reforma: supresión de los derechos democráticos al pretender eliminar las elecciones de medio término para elegir Diputados provinciales. Una locura sin pies ni cabeza, además de un atropello institucional contra la ciudadanía que recién se anoticia de estas ideas geniales de los funcionarios de gobierno (ahora devenidos en convencionales constituyentes) para mejorar la democracia: achicarla, llevarla al mínimo, proponiendo a los ciudadanos que, en vez de votar cada dos años, lo hagamos cada cuatro. Recortar el sufragio, lisa y llanamente.

Pero la debacle de nuestros derechos no termina ahí: en el inciso 11 del artículo referido a Derecho Electoral, el constituyente se inmiscuye a explicar que el sistema electoral proporcional para elecciones de convencionales y diputados, “deberá asegurar al partido que obtenga la mayoría de votos en las elecciones para Gobernador, la mitad más uno de las bancas de la Legislatura”. Es decir, quieren inventar un sistema a todas luces inconstitucional por el cual, quien gana la elección a gobernador gana per se las elecciones legislativas. Un bochorno que atenta contra los principios más elementales de la división de poderes, además de un escándalo constitucional sin precedentes en la Provincia.

La confusión es total: el art. 104 que establece la incumplida representación política proporcional no está sujeto a reforma, ¿a quién le aflora un espíritu tan antidemocrático como para ocurrírsele un inciso a fin de eliminar de un plumazo la representación proporcional de las bancas en Legislatura? Digamos las cosas como son: eso que proponen va en contra de la propia Constitución.

Estas propuestas implican, en términos concretos y reales, retroceder a sistemas electorales pre democráticos de hace 120 años. Sistemas mayoritarios que asignan todo el poder a quien gana las elecciones, dejando al resto de la ciudadanía fuera de la discusión política; quedando el resto de los votos en el aire, tal como ya sucede en nuestra Provincia de Jujuy, consecuencia del piso electoral.

En la historia política de nuestro país, fue el radicalismo quien luchó por el sufragio, la evolución de los sistemas de lista completa e incompleta a sistemas proporcionales. Ahora están a punto de inaugurar una categoría inédita a nivel mundial: constitucionalismo de regresión, escribir nuevas cartas magnas para retroceder en cuanto a derechos y conquistas democráticas. Insólito por donde se lo mire.

¿para qué vamos a tener 48 diputados si 25 van a asignarse directamente al partido de gobierno? tiene que ser una broma o un error en el copie y pegue. ¿Y la división de poderes? No tendría razón de ser con estas ideas vanguardistas de quienes, en un acto de entera humildad, deberían volver a sus oficinas públicas y gobernar, dejando el rol de escribir su propia constitución para otra ocasión. Eso sería un mérito histórico y notable de destacar.

Ya sé, no me digas, tenés razón, si es todo / todo tan fugaz… ¿del resto de los asuntos a reforma? Una maraña de creaciones burocráticas de tipo constitucional, agrandar el Estado en lo que realmente no necesitamos: consejo de la mujer que ya existe, una oficina anticorrupción que ya existe y está tan pero tan bien pensado, que es un funcionario público más designado por el ejecutivo. Bueno, así con varios organismos existentes: es la constitucionalización del organigrama gubernamental desde diciembre de 2015, con las reformas a la justicia incluidas.

Siglo veintiuno problemático, hiperinflacionario y febril. Los docentes de la provincia llevan cinco días de paro por tiempo indeterminado, reclamando salarios dignos. Pero estábamos hablando de literatura: un constitucionalismo de puras intenciones, totalmente vaciadas de contenido, muchas remisiones a futuras leyes y unas veinte veces seguidas reiterando que “el estado impulsará políticas públicas que profundicen la transición hacia una matriz energética basada en fuentes renovables” “el acceso a tecnologías de la innovación y desarrollo tecnológico” “la inclusión digital”, etc.

La inteligencia artificial tiene un artículo larguísimo con 7 incisos, en ese choclo norteño, su primer inciso dice que: “el Estado garantiza utilizar herramientas de inteligencia artificial no humanas, basadas en sistemas computarizados de algoritmos, datos y modelos que imitan el comportamiento humano y automatizan procesos complejos, incluyendo sistemas autónomos, sistemas de aprendizaje autónomos y redes neuronales, así como futuros desarrollos en este campo”. Es decir, aunque ya los utilicemos, legislan también sobre hechos futuros no acaecidos. El inciso 4 ya remite a una futura ley, en la que se “establecerá medidas adecuadas y efectivas para garantizar la transparencia en el uso y aplicación de sistemas de inteligencia artificial o no humana, y en la toma de decisiones basadas en ella, caso en el cual las personas afectadas tendrán derecho a una explicación comprensible de cómo se tomaron las decisiones y la posibilidad de solicitar una revisión humana cuando sea necesario”, resulta tedioso tener que hacer una exégesis de esto, digamos en criollo que constitucionalizan que las computadoras tomen decisiones y anticipan que va a haber personas afectadas. Cuando parece que todo este asunto es un chiste del chavo del ocho, aparece el inciso 7 para dejarnos a salvo: “En caso de conflicto entre los derechos humanos, las libertades fundamentales y el uso de inteligencia artificial no humana, se aplicará el principio de primacía de los derechos humanos y libertades fundamentales”. Menos mal que aclararon.

Advertirá el lector, no lo quiero aburrir con citas de exégesis constitucional. Y eso que fueron sólo tres párrafos, imagínese leer las cincuenta y siete páginas enteras. Lo concreto, es que las modificaciones al régimen electoral implican un recorte de nuestro derecho constitucional de sufragar cada dos años, y un retroceso en la representación proporcional de los votos. Entonces, para cerrar corresponde parafrasear a Deodoro Roca y su inolvidable discurso en 1918 cuando tenía apenas veinte años: las vergüenzas que nos quedan, son las libertades que nos faltan.

 

*Escritor (San Salvador de Jujuy, 1987). Publicó tres novelas, en 2019 ganó el concurso provincial de literatura,también publicó el ensayo académEico “El piso electoral en Jujuy: ¿antidemocrático? ¿inconstitucional?” (Tiraxi Ediciones, FHYCS, 2021). Es profesor de Teoría política y Derecho público en la Facultad de Ciencias Económicas (UNJU). Abogado (cuadro de honor año 2011 en Universidad Nacional de Córdoba).

Fuente: Pregón (Jujuy) -08-06-2023

 

By omalarc

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