Esta firma llevó adelante acuerdos con diez gobiernos provinciales con impulso del Ministerio del Interior para realizar un “Plan Maestro” de manejo del agua, pero la letra chica de lo firmado no se hizo pública. Desde las comunidades denuncian que se trata de megaobras inconsultas y diseñadas para las empresas.
Por Alejandro Maidana (para Conclusión)
Se trata de la empresa estatal de agua de Israel, es decir, una empresa extranjera que llega a la Argentina, pero no de cualquier empresa. Debemos recordar que fue una de las herramientas principales de la colonización del territorio palestino y del robo de este vital recurso como es el agua a su población originaria, para ser utilizada por las colonias israelíes y para el crecimiento y expansión colonial de Israel. Como dato no menor, Mekorot fue denunciada tanto por la ONU, Amnistía Internacional y distintos organismos de derechos humanos por violar el derecho al agua del pueblo palestino.
A lo largo de décadas, Mekorot, como parte de la organización dentro del Estado de Israel, se encuentra denunciada a nivel internacional por crímenes de apartheid y de colaborar con la limpieza étnica. Esta empresa en su momento se relacionó con Argentina a través de unos acuerdos en el 2011, sobre todo en La Plata, en aquel momento se la convocó para asesorar en lo que era un plan de manejo de agua, específicamente para el control de aguas residuales. Ese acuerdo fue retrasado en su momento justamente por la presión y la lucha social que originó la presencia de dicha empresa.
En el año 2022 arriba nuevamente a la Argentina luego de un viaje que hace el ministro del Interior Wado de Pedro junto con distintos gobernadores y funcionarios. Entre ellos el ministro de Agricultura y de otros sectores, que viajan a Israel para conocer las “bondades” en los planes de manejo de agua. Por supuesto, en esos viajes nadie vio y habló de cómo, por un lado, se roba este recurso y de cómo Mekorot es especialista, no solamente en administrar el recurso del agua, sino especialmente en desviar cursos de agua muy importantes como lo es el río Jordán, para justamente abastecer al agronegocio y a las colonias en el medio de la población nativa.
Gracias a ese viaje que realizaron los funcionarios, en abril de este año comienzan algunos acuerdos con distintas provincias, hoy se pueden contabilizar diez. Lo interesante, pero a su ves sumamente preocupante de esto, es que no se trata de un acuerdo directo con la Argentina, sino que a través del Consejo Federal de Inversiones se van firmando acuerdos con las distintas provincias, de las cuales Santa Fe es parte. A esta se le suman La Rioja, San Juan, Mendoza, Formosa, Río Negro, Santa Cruz entre otras, ya que son las primeras provincias en que han permitido estos acuerdos casi bilaterales, ya que tienen distintos objetivos específicos, más allá de que el objetivo general sea básicamente el mismo.
Para dimensionar la problemática, debemos inexorablemente entender que estamos de un recurso vital a nivel global. El agua es el eje de disputa en el presente del imperialismo, por ello la necesidad de buscar nuevos recursos que son finitos y que se agotan aparecen en su agenda. “Por un lado Mekorot busca obtener información estratégica, segundo, llega para volcar los valores de la mercantilización y la privatización del agua, y, en tercer lugar, para asesorar en los planes maestros de agua justamente los lugares donde ya hay escasez de este vital elemento. Lo que no se dice tampoco a nivel oficial, es que no es una cuestión natural o de uso general humano, sino que hay escasez de agua principalmente por el avance del extractivismo. Principalmente en las provincias cordilleranas donde se sufre fuertemente la megaminería, pero también en provincias donde el extractivismo se manifiesta de otras maneras, como por ejemplo en Santa Fe a través del agronegocio”, indicó Sol Morell, integrante de la Campaña Fuera Mekorot de Rosario y de la Asamblea Socioambiental de Rosario y alrededores.
En provincias como San Juan y Mendoza, Mekorot va a asesorar en los planes maestros de agua para brindar aún más recursos hídricos principalmente para la megaminería. “En el caso de Santa Fe es distinto, porque según la información que hemos accedido a través del portal oficial de la provincia, Mekorot va a ayudar a construir un plan maestro de agua, especialmente en el norte de la provincia, en los Bajos Submeridionales, compartidos entre Santa Fe, Chaco y Santiago del Estero. Recordemos que son humedales muy importantes e inundables, y lo que vendría a ser este plan maestro de agua es a regular las aguas para que se conviertan en zonas productivas, es decir, para seguir corriendo la frontera agrícola para que siga avanzando el agronegocio, el monocultivo y la siembra directa a través de los transgénicos”.
Cuando se hace mención que Mekorot es una empresa estatal israelí ¿Se busca concientizar que su único fin es mercantilizar y hacer un negocio del agua? ¿Se trata de un plan de dominación sionista? Por supuesto, como bien te decía, no solo se trata de la cuestión del negocio y de asesorar en estos planes maestros, porque digo, si fuera solamente por asesorar, en primer lugar, en nuestras universidades nacionales existen científicos y equipos técnicos que están altamente preparados para llevar adelante planes maestros que pudieran resolver las necesidades de la población. Bueno, claramente Mekorot viene con una idea de mercantilización del agua, que no es una ocurrencia nuestra, si cualquier persona googlea Mekorot, aparece el nombre de Diego Berger, que es el representante para América Latina de la empresa, dice claramente, hay que desdramatizar esta cuestión de la mercantilización, en Israel hay un problema con el agua, en América Latina todavía no, pero entendemos que hay que educar a la gente para que cuide el agua. Y otra manera de cuidar el agua es poniéndole precio”.
El que cuente con el dinero va a poder acceder al consumo, el que no ¿morirá por deshidratación o saldrá disputar a como dé lugar este recurso vital para la vida? “Exactamente, y de hecho es lo que utilizan en la Palestina ocupada, en Israel y en los territorios palestinos ocupados, también para disciplinar y expulsar a la población, es decir, por un lado, le roban el agua, pero a su vez se la venden, esto es también lo tan perverso de cómo se manejan allá. Le roban el agua al pueblo palestino, no le dejan acceder a este vital recurso, incluso no solamente le roban el agua, sino que además el Estado de Israel impide a los palestinos poder hacer uso de sus propios recursos o recolectar agua, una de las armas de dominación más importantes. No les permiten hacer pozos de aguas propios, a aquellos que ya los tienen se los tapan, les destruyen las cisternas, los tanques de agua, entonces es allí donde llega Mekorot con el agua que les ha robado, se las vende a precios muy superiores, por supuesto, que al precio que se le vende a la población israelí”.
El pormenorizado y contundente análisis esbozado por Sol Morell, eleva una alerta concreta y llama a pensar que los Bajos Submeridionales se encuentran en serio riesgo. “Para Mekorot sería funcional hacerlos productivos, cuando son humedales que debían ser preservados, claro. Este es un claro argumento, uno de los motivos porque la ley de humedales fracasó. En ese sentido, otra de las denuncias que hacemos es que los acuerdos entre el Consejo Federal de Inversiones y Mekorot, han sido por un lado a espaldas del pueblo porque la población no ha sido consultada en ningún momento en ninguna de las provincias, y por otro lado, que son prácticamente secretos. En ese sentido les contamos que existe una campaña a nivel nacional, la campaña plurinacional fuera de Mekorot, donde participan organizaciones de derechos humanos, espacios vinculados a la solidaridad con Palestina, y también organizaciones y asambleas de las distintas provincias que ya vienen luchando en defensa del territorio y del agua, que se unieron justamente para detener esta avanzada extractivista y colonialista”.
A través de pedidos de informes que han hecho las distintas asambleas, solo se ha podido acceder y a dilucidar que se trata de acuerdos de los que solamente se les conoce sus títulos, la letra grande, pero no se sabe detalle alguno.” Estas asambleas que están luchando contra las reformas constitucionales de algunas provincias norteñas, tienen en claro que se trata de una misma avanzada extractivista por un lado, y colonialista por el otro. Nosotros decimos fuera Mekorot por un lado, por lo que significa, o sea, no aceptamos que con el dinero de nuestro pueblo se financie a una empresa que lleva adelante un proceso de apartheid. Por el otro, tenemos en claro que el agua debe ser considerada un derecho humano, una necesidad de los pueblos para satisfacer sus necesidades, y no para ser utilizada para las necesidades de las empresas extranjeras, tanto de la megaminería como del agronegocio”.
En la ciudad de Rosario las reuniones informativas se están llevando en el Centro Cultural de la Toma (Tucumán 1349), y está compuesta por distintos espacios, organizaciones y personas interesadas. “En la actualidad también nos empezamos a juntar en la Plaza San Martín porque como primer diagnóstico, lo que veíamos es que hay mucha desinformación por parte de la población. Incluso hemos intentado llevar adelante una radio abierta, digo intentamos porque la municipalidad nos censuró esa posibilidad de compartir con los habitantes esta información. De igual manera, la actividad que llevamos a cabo en el parque junto al río, fue muy interesante, ya que se acercaron incluso vecinos de los barrios más marginados de Rosario que sufren de la problemática del agua. En este tipo de temáticas no hay grietas, no hay brechas, no hay absolutamente nada. Molesta mucho la denuncia política porque entendemos que hay responsabilidad política en eso y en ese sentido, no hay grietas. Si vemos los gobernadores que han viajado a Israel, quienes han firmado acuerdos, son de distintos partidos políticos, si vemos los debates electorales en ese sentido, hay un acuerdo prácticamente generalizado de los sectores, bueno, de los partidos urbanistas y capitalistas alrededor del agresor, de la mercantilización de los bienes comunes”.
La palabra soberanía parece no existir en ninguno de estos espacios políticos con chances de gobernar la Argentina los próximos cuatro años. En los 90 fue Monsanto y su paquete tecnológico basado en transgénicos y agrotóxicos, hoy parece que la apuesta se ha redoblado, ya que vienen por el agua. “Eso fue lo primero, pero ahora parece que hay una propuesta de algunos sectores, de un sector en especial de acceso a la tierra, vamos a ver si es cierto o si es una cuestión de campaña y nada más. De igual manera no nos sirve nada un territorio si no podemos tener acceso a semillas naturales que no sean, y si no tenemos acceso al agua, al agua natural. Debemos visibilizar y hacer saber quién es Mekorot, de qué se trata el extractivismo, por qué es tan importante que defendamos el agua como pueblo y sobre todo, poder vincularlo con las distintas luchas que ya existen. Pareciera que se trata de un monstruo tan grande que no se puede enfrentar o que no hay lucha frente a eso, y en realidad, si vemos el ejemplo de Jujuy, cómo el pueblo está resistiendo frente a esa reforma inconstitucional, contra esa avanzada tan criminal del gobierno y de todos los sectores políticos que han apoyado la misma, vemos un pueblo digno que se ha levantado y que ha dicho, no nos van a seguir quitando nuestra tierra, nuestros recursos, la vamos a defender porque somos parte de ella”
Hoy es Jujuy, pero anteriormente los pueblos de Chubut y Mendoza habían ganado las calles en pos de la defensa de los bienes comunes. “Esto es algo que se tiene que replicar en todos los territorios y es la apuesta que nosotros estamos haciendo. Acá los pueblos fumigados que vienen luchando por otro tipo de producción, los barrios que luchan en defensa de condiciones dignas de vida y de acceso a todos los servicios, también son parte justamente de eso. Es hora de empezar a vincular todas estas luchas particulares, siempre el desafío es reflexionar y empezar a animarnos también a dejar de tener luchas defensivas, de decir, bueno, queremos una ley que nos defienda frente a esta avanzada extractivista, queremos que no nos roben estos recursos y también animamos a empezar a decidir como pueblo, decidir nosotros qué producir, cómo producir y qué hacer con nuestros bienes comunes”.
Publicada originalmente en Conclusión
Fuente: Agencia de Noticias RedAccion / 16 octubre 2023