El pasado miércoles 6 de marzo, disertó en nuestra provincia, Ramón Torres Molina. Al conversatorio lo denominó “La última revolución riojana, una epopeya popular”. El encuentro fue organizado por la Secretaría de Derechos Humanos, la Asociación de expresos políticos, el Colectivo HIJOS y la Asociación de Profesores de Historia de La Rioja, que han colaborado en la difusión y organización.

El Secretario de Derechos Humanos, Délfor Pocho Brizuela, sobre la obra del escritor Torres Molina (85), describió que la misma se trata de una historia “poco conocida”. En este marco sostuvo: “Las revoluciones populares en la provincia de La Rioja han sido negadas por la historiografía, salvo, Ricardo Mercado Luna y algún otro autor. No las conocemos, y han sido parte de la rebeldía de La Rioja de los hechos consumados”.

Resumió Délfor Brizuela una breve biografía de Torres Molina. Dijo que fue un “expreso político, militante popular que estuvo dos veces preso en dos dictaduras. La primera, la de Onganía y la última, de Videla. Fue el preso político que estuvo más tiempo a disposición del PEN y nunca tuvo una causa federal. Estuvo 8 años en prisión durante las dictaduras y luego fue el primer Presidente del Archivo de la Memoria, además de haber sido dos veces diputado Nacional por la provincia de Buenos Aires. Y también constituyente de la Reforma de la CN de 1994, también por la provincia de Buenos Aires”.

Según contó Brizuela, Molina Torres “dedicó gran parte de su vida a revisar la historia federal y la historia del federalismo del interior y las luchas de finales del siglo XIX y principios del XX”.

Consideró valioso “conocer esta historia justamente en estas circunstancias tremendas que estamos viviendo –dijo Pocho Brizuela- de pérdidas de derechos, atropello a la democracia, de desguase del Estado, persecución política, motosierra… ser capaces de enfrentar con coraje, organizarnos y creer que la historia está de nuestra parte y que podemos llegar a la victoria a pesar de esta oscuridad que hoy padecemos”.

Si hace 100 años ya éramos colonia, hoy somos mucho más

En tanto, el historiador Ramón Torres Molina ubicó su investigación histórica de la provincia de La Rioja en el año 1924 en adelante.  Fundamentó su trabajo argumentando que: “A veces hay hechos que no son difundidos, intencionalmente son ocultados, no son difundidos. Se refiere a que estos hechos “están cuestionando la realidad de la provincia o del país. Y eso ocurre con la revolución de 1924”.

La misma, hoy cumple 100 años y significó –según indicó Torres Molina- “un ejemplo de decisión y coraje con objetivos muy claros que llevarían al progreso de la provincia y a la vez establecer una verdadera independencia de la Nación frente a poderes que tratan de sojuzgar a las provincias y al país”.

Según Torres Molina, “es muy notoria la relación que hay entre ése momento (1924) y en muchas otras etapas de la historia y la realidad actual” y concluye: “Si hace 100 años ya éramos colonia, hoy somos mucho más y cada vez se intensifica más esa política”.

Entiende que, para revertir esa realidad, “hay que tener objetivos más claros para recuperar una Patria que hemos perdido”.

Ser una República, autónoma, independiente y soberana –para Torres Molina- “ha sido el objetivo permanente de nuestro país y que en algunas épocas se ha logrado y en otras, aunque no se haya logrado en su totalidad, se ha peleado por eso y ha habido autonomía de decisiones en gran parte de la política del país”.

Reflexionó finalmente sobre la actualidad de la política que lleva adelante Milei. En este sentido remarcó: “Es un camino cada vez más hacia la dependencia y subordinación a los grandes poderes del exterior. El FMI, grandes monopolios (haciendo la gran apología de los monopolios), a las grandes potencias que definen la geopolítica del mundo”.

Una aproximación del tema

Tras contextualizar hitos históricos en la provincia a mediados del siglo XI y principios del siglo XX, avanzó en el esclarecimiento del concepto revolución. Porque, en ese tiempo, se citaba la palabra revolución a acontecimientos que no cumplían con la esencia de esa acción. Es decir, generar cambios profundos en una sociedad. Y se confundían más bien, con procesos contrarrevolucionarios.

No obstaste admitió que hubo algún intento de acciones “transformadoras” o que “intentaron alguna transformación en una provincia, sociedad o el país” en ese caso cree que puede llamárselas “revoluciones”, a diferencia de los golpes de Estado, reaccionarios, represivos en contra del pueblo”.

En otro tramo, profundizó en tres movimientos políticos ocurridos en ese periodo. En La Rioja, en el que interviene un grupo político disidente del radicalismo llamado Partido Radical Principista (Partido Principista), opuestos al Yrigoyenismo. Se da también en San Juan con el partido radical Bloquista  y en Mendoza con el Partido Lencinista.

Simplificando la idea, explicó como esos procesos principistas, cuando se trataba de cuestiones “populares y locales” eran luchadores, pero, al enfrentar al radicalismo nacional “quedaban atrapados por los sectores radicales más conservadores”.

Avanzó luego de resumir la participación del movimiento bloquista (San Juan) a partir de una figura política destacada (Cantón), con una Constitución que después casi no tuvo vigencia, sancionada en 1927. La misma significó la incorporación en la Argentina de la corriente del constitucionalismo social. Que después aparece reflejada en la Constitución de 1949. La misma estableció los derechos del trabajador, la función social de la propiedad, el reparto de la tierra y sobre todo, la participación de la mujer, otorgándoles el derecho al voto en elecciones provinciales. Nunca antes llevada a cabo porque la provincia fue intervenida”. Dichos conceptos son –entre otros- parte de una exposición de cerca de una hora.

By omalarc

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.