Dios nos $LIBRA. La mañana de este sábado ha sido diferente. He recibido múltiples consultas sobre la “…………………………” (coloque el adjetivo que prefiera) operación financiera de ayer, promocionada por el presidente Javier Milei, que terminó en un escándalo fenomenal del cual aún no es posible imaginar donde terminarán los efectos del estallido en cadena. Desde esta Newsletter Estudio Semyraz explicaremos rápidamente en qué consistió la maniobra.
El presidente de Argentina anunció en la red social X el lanzamiento de un proyecto cripto destinado al financiamiento económico del país mediante fondeo para pequeñas empresas y emprendimientos, ofreciendo un enlace directo para adquirir esa moneda digital. Increíblemente, el mecanismo no era desarrollado desde el gobierno y las consultas debían realizarse a un correo electrónico “Gmail”. Seguramente a esta altura, cualquiera de nosotros habría dejado de lado la propuesta, con la convicción de que se trata de algo poco serio o que se estaba a las puertas de una estafa virtual.
Sin embargo, Milei fue más lejos aún, y confirmó a la agencia de noticias financieras Bloomberg que el proyecto era real, con puro financiamiento privado, impulsado por el grupo empresario KIP Protocol (con quienes dijo haberse reunido en Argentina un tiempo atrás), y que toda la operatoria se encontraba respaldada contractualmente.
La puesta en marcha del Viva La Libertad Project comenzó con bombos y platillos. En la primera hora de operaciones se movilizaron cerca de USD 500 millones y el precio de $LIBRA pasó de USD 1,00 a casi USD 5,00. Las tres horas siguientes se negociaron otros USD 500 millones y la cotización se desplomó a USD 0,20. Así como un truco de magia se hace desaparecer un objeto, ahora desapareció el dinero de los incautos inversores.
La primera hora de negocios concentraron operaciones que inflaron el volumen y produjeron una subida inicial de los precios. Alentados por las fenomenales ganancias en tan corto tiempo, se produjo el ingreso en manada de unos 50.000 inversores de menor tamaño que dispararon las cotizaciones a valores siderales. La fase tres consistió en el degüello (los compradores originales vendieron a precios inflados), y la cuarta etapa fue cuando los poseedores de los activos digitales advirtieron que habían comprado una ilusión sin valor. Los tres compradores iniciales (que utilizaron una decena de cuentas desde distintos lugares del mundo) obtuvieron una ganancia cercana a USD 100 millones, monto equivalente a lo que perdieron quienes ingresaron tardíamente.
Conocido el resultado escandaloso, el presidente Milei borró su publicación original y tomó distancia del emprendimiento. No se excusó en que su cuenta hubiera sido hackeada, ni pidió disculpas. Solamente dijo que no estaba vinculado al proyecto privado y que no estaba interiorizado sobre el mismo.
La oposición política se frota las manos con semejante desliz, que pone a Javier Milei a las puertas de un posible juicio político. Sin dudas que hay dos cuestiones centrales:
(1) Los titulares del emprendimiento y los especuladores iniciales montaron un mecanismo de estafa conocido como rug pull (su operatoria se explica más adelante).
(2) El presidente Milei reconoce haber violado, al menos, la Ley de Ética Pública, que prohíbe que los funcionarios públicos promocionen iniciativas privadas.
De acuerdo a KIP Protocol, “Viva La Libertad Proyect” opera en la blockchain de Solana, e invita a las empresas interesadas en obtener financiamiento para fondear pequeños proyectos y negocios locales, a completar un formulario de Google. No se establecen requisitos para postularse, no se detallan los montos de dinero disponibles, ni cómo se seleccionan los proyectos, ni cuál es el mecanismo de financiamiento, ni las garantías, etc. Lo que sí se explica es que se trata de una iniciativa “en honor a las ideas libertarias de Javier Milei”.
En cuanto a los aspectos técnicos, $LIBRA no es una criptomoneda, sino que se trata de un token. La principal diferencia entre ambos activos digitales es que una criptomoneda posee su propia red blockchain, mientras un token se crea sobre una red blockchain existente (en el caso de $LIBRA, está montada sobre la red Solana).
Otra diferencia más sutil es que una criptomoneda es una moneda digital (medio de intercambio), como Bitcoin o Ethereum, mientras que un token representa una participación en la propiedad de un sistema descentralizado (es decir, posee usos y propósitos específicos), es decir que su funcionamiento es parecido a los Fondos Comunes de Inversión cerrados.
¿Qué es un rug pull?
Es un mecanismo de estafa bastante habitual en el entorno de los criptoactivos. Básicamente consiste en que los desarrolladores de la iniciativa digital atraen inversionistas para abandonar el proyecto con los fondos recaudados.
La atracción inicial de inversores incautos es indispensable para que el criptoactivo aumente su valor, para proceder a la matanza masiva con la repentina retirada de los fondos, lo que lleva el precio del criptoactivo a valores insignificantes, ya que ahora nadie querrá intercambiar esos papeles por dinero o criptomonedas estables.
Existen distintas variantes para las estafas rug pull, entre ellas: robo de liquidez (es el caso de $LIBRA), falsos inversores (también aplica a $LIBRA por las cuentas ficticias que operaron inicialmente), manipulación del criptoactivo (el caso de $LIBRA no alcanzó la madurez suficiente para entrar en esta tipología de fraude), entre otros.
Para información más detallada, o saber cómo pueden impactar estos temas sobre su empresa, puede comunicarse con el Estudio Semyraz al +5493516603185
Fuente: NEWSLETTER ESTUDIO SEMYRAZ – 15/ENE/2025