Por Miguel Ángel García Alzugaray para Razones de Cuba
El ultraconservador Jair Bolsonaro acaba de cometer un colosal error político: subestimar la dignidad, valor y capacidad de respuesta del pueblo cubano.
En particular, sus ofensivas expresiones contra las abnegadas colaboradoras cubanas, ponen de manifiesto su grosera naturaleza y falta de caballerosidad, propias de la aberrada misoginia que le caracteriza.
Bolsonaro ha dado suficientes pruebas de ser un completo analfabeto político y de ignorar las más elementales normas de la diplomacia y la cooperación internacional, por ello no deben extrañarnos sus constantes bufonadas histéricas, con las que trata hoy de pintarle gracias a su admirado Donald Trump y a su compinche de Miami Marco Rubio. No en balde, Estados Unidos elogió de inmediato su agresiva postura sobre el programa de médicos con Cuba, a través de Kimberly Breier, la principal funcionaria del Departamento de Estado para América Latina.
Sin embargo, parece que el alultraderechista carioca no calculó la contundente lección de dignidad y coraje que ofreció el gobierno revolucionario cubano cuando anunció su retira del programa Más Médicos en Brasil como consecuencia de las “despectivas y amenazantes” declaraciones del presidente electo del gigante sudamericano.
“El Ministerio de Salud Pública de Cuba ha tomado la decisión de no continuar participando en el Programa Más Médicos y así lo ha comunicado a la Directora de la Organización Panamericana de la Salud y a los líderes políticos brasileños que fundaron y defendieron esta iniciativa”, dice el comunicado publicado en el diario Granma.
Bolsonaro “ha declarado y reiterado que modificará términos y condiciones del Programa Más Médicos, con irrespeto a la Organización Panamericana de la Salud y a lo convenido por esta con Cuba”.
El programa, que fue promovido en 2013 por la expresidenta Dilma Rousseff (2011-2016), previó la presencia de médicos brasileños y extranjeros para trabajar en zonas pobres y apartadas de ese país.
Cerca de 20 mil colaboradores cubanos atendieron a más de 113 millones pacientes, en más de 3 mil 600 municipios, llegando a cubrirse por ellos un universo de hasta 60 millones de brasileños en el momento en que constituían el 80% de todos los médicos participantes en el programa.
“Más de 700 municipios tuvieron un médico por primera vez en la historia”, agrega el comunicado del Ministerio de Salud.
“No es aceptable que se cuestione la dignidad, la profesionalidad y el altruismo de los colaboradores cubanos que, con el apoyo de sus familias, prestan actualmente servicios en 67 países”, agrega el comunicado.
En opinión de Dilma Rousseff: Las consecuencias de la suspensión de los términos del convenio, en reiteradas declaraciones por el twitter del futuro presidente del país, son gravísimas. Decenas de millones de brasileños se quedarán sin los cuidados primarios en el área de la salud en todo el territorio nacional.
La decisión del presidente electo fue unilateral e irrespetuosa, al criticar por twitter los términos del convenio firmado durante mi gobierno y renovado, sin modificaciones, hasta por el gobierno del presidente Temer. Prescindieron, por absoluta soberbia, de las posturas diplomáticas requeridas en la relación entre países. Lo grave es, por tanto, que todo eso ocurrió sin consultar a los signatarios del acuerdo – la OPS y el Ministerio de Salud de Cuba.
Las irreflexivas y autoritarias expresiones pueden incluso alejar también a médicos de otros países que participan de forma minoritaria en el Programa Más Médicos.
Coincidencias…
En sospechosa coincidencia con las ofensivas declaraciones del ultraderechista Bolsonaro, el miércoles 14 de noviembre, Estados Unidos informó sobre la ampliación de la lista de entidades cubanas restringidas para los norteamericanos, a la cual se sumarán desde este jueves 26 nuevas subentidades.
Las adiciones de ahora fueron anunciadas durante un discurso en la Florida por el asesor de seguridad nacional del gobierno de Trump, John Bolton, donde también arremetió contra Nicaragua y Venezuela.
El director general para Estados Unidos de la Cancillería cubana, Carlos Fernández de Cossío, calificó de desafío a la comunidad internacional la escalada en la hostilidad de Washington contra la Isla. A propósito del anuncio por el Departamento de Estado de nuevas medidas punitivas contra Cuba, el diplomático dijo en su cuenta en Twitter que «EE. UU. vuelve a desafiar a la comunidad internacional, que el pasado 1ro de noviembre rechazó casi unánimemente su conducta forajida e irreverente ante el orden entre las naciones».
Esa lista de nuevos blancos de la política agresiva promovida por el gobierno de Donald Trump comprende hoteles localizados en importantes destinos turísticos de La Habana, Varadero y cayos de la provincia de Villa Clara, así como tiendas y centros comerciales.
Esa postura está enmarcada en el empeño de desmontar el acercamiento bilateral iniciado con su predecesor, Barack Obama.
La escalada en las restricciones anticubanas de Washington también encontró críticas en el país norteño, donde crecen las voces que reclaman una relación de buenos vecinos para las dos naciones, entre ellos el presidente de la coalición Engage Cuba, James Williams, quien cuestionó la ampliación de la lista de entidades de la isla que están restringidas para los ciudadanos estadounidenses, superando ya las 200.
La administración Trump publica la lista actualizada de entidades sancionadas en Cuba. Reorganiza las sillas de cubierta en un barco que se hunde, escribió Williams en Twitter, señaló PL.
Por su parte, Ben Rhodes, quien fue asesor adjunto de Seguridad Nacional del expresidente Obama, manifestó en la propia red social que esas sanciones no provocarán los cambios que quiere Washington en el gobierno de la isla. «Existe una certeza del cien por ciento de que el bloqueo de Estados Unidos está afectando al pueblo cubano. Qué política tan enferma y estúpida», añadió Rhodes.