El Tribunal Oral Federal de Tucumán rechazó una recusación de “parcialidad manifiesta” contra dos de sus miembros interpuesta por la familia de Agapito Ledo en el juicio en que se investiga al ex jefe del Ejército general (RE) César Milani por la desaparición de ese soldado.
Se trata de los jueces Gabriel Casas y Carlos Enrique Jiménez Montilla, quienes habían sido objetados por los representantes de la querella antes del inicio de este juicio, en disconformidad por el rechazo de testigos propuestos.
En tanto que el juez Enrique Lilljedahl, quien se desempeña en este debate como subrogante, había quedado al margen de esta presentación.
“Recusamos a estos jueces por entender que tienen un comportamiento que favorece a Milani. Estos jueces se han negado a incorporar prueba a pedido de las querellas y sumar nuevos testimonios contra los argumentos que presenta en las audiencias”, señaló en diálogo con Télam la abogada Viviana Reinoso, integrante del equipo legal que patrocina a los Ledo.
En concreto, la letrada se refiere a las declaraciones que ofrecieron distintos testigos a lo largo de este juicio y al testimonio de la cuñada de Milani, Clara Waite, quien declaró ante el Tribunal que en su familia “se sabía” que el militar habría “matado al soldado Alberto Ledo”. En realidad, Milani está acusado de haber cometido el supuesto delito de falsedad ideológica del acta de deserción de Ledo que encubrió su desaparición. El soldado fue secuestrado y asesinado durante el Operativo Tucumán cuando se desempeñaba en un batallón de ingenieros de La Rioja en el que Milani era subteniente. El acta lleva la firma de Milani pero éste lo niega.
En el juicio, Waite contó que su padre, Manuel Alberto Waite Figueroa, quien falleció hace casi 34 años, le contó en su lecho de muerte la supuesta implicación de Milani con este hecho y que el represor Luciano Benjamín Menéndez “intervino para que el entonces joven oficial no compareciera ante la Justicia por este caso” en al arranque de la democracia”.
Waite dio el nombre de una persona, teniente coronel retirado Carlos Gaudelia, que de acuerdo a sus dichos tendría conocimiento de la supuesta participación del imputado Milani en la desaparición de Ledo.
Pero esos dos jueces rechazaron llamar a Gaudelia como testigo porque “milita en contra de los juicios por delitos de lesa humanidad y que, en relación a Milani se vio afectado” cuando este en el 2010, como director de Inteligencia del Ejército, dio a conocer la lista de los agentes secretos del arma durante la dictadura.
En cambio, señalaron las querellas que la posición de Casas y Jiménez “contrasta con la clara fundamentación del voto del Dr. Enrique Lilljedahl quien hizo lugar a la citación del testigo en cuestión”.
Esos dos jueces, además, “rechazaron al testigo Jorge Yoma con análoga fundamentación; cuando se rechazó la prueba pericial ofrecida por los acusadores, como así también el audio de la entrevista realizada a Milani por parte de los periodistas Raúl Kollmann y Daniel Tognetti en el programa “Siempre en Hoy” de Radio del Plata del 24 de junio de 2016”.
Durante la declaración de Waite, el juez Casas vetó -además- varias preguntas de las querellas por entender que “alteraban la plataforma fáctica del proceso”.
Al analizar la recusación, los jueces del tribunal oral de Tucumán afirmaron que “resultan manifiestamente inciertos los hechos que se alegan, conforme una razonable interpretación del artículo 62 del Código Procesal Penal de la Nación, en su texto y semántica, resulta procedente el rechazo in limine de la pretensión de apartamiento de dos magistrados”.
La denegatoria de la pretensión en cuestión “también se sustenta en impedir que el planteo recusatorio se convierta más, que en un intento de salvaguardar la imparcialidad del tribunal, en una velada búsqueda de condicionarla”. El rechazo tiene la firma de los tres jueces del tribunal. Ahora la querella de los Ledo debe decidir si la acepta o apela a la Cámara Nacional de Casación Penal.
Ledo, nacido en La Rioja y estudiante de la Carrera de Historia, desapareció en junio de 1976 en la localidad de Monteros, donde se encontraba de comisión con una compañía del Batallón 141, la unidad en la cual cumplía el Servicio Militar Obligatoria.
El conscripto desapareció cuando realizaba un patrullaje a las órdenes del capitán Esteban Sanguinetti, que en este juicio está acusado de ser el presunto responsable del secuestro y el asesinato de Ledo.
Por su parte, Milani, quien al momento de los hechos se desempeñaba como subteniente, está acusado en este juicio de haber falsificado el acta de deserción de Ledo, y por eso se le imputan los delitos de falsedad ideológica y encubrimiento agravado.