La oleaginosa llegó a tocar picos inéditos en nueve años y estiman que seguirá en alza. La preocupación por la bajante del Paraná.
El ciclo de los granos en el mercado internacional de Chicago le está dando a la Argentina buenas noticias que, según los especialistas, seguirán sostenidas en el todo el año. Este miércoles la soja llegó a cotizar hasta 610 dólares por tonelada, casi el doble del valor que tuvo un año atrás. En este escenario, el único condicionante que se ve en el horizonte es producto de la naturaleza: el impacto que pueda tener en ingreso y egreso de barcos cargueros una bajante histórica del Paraná.
Al día de hoy, no sólo la súper soja está reforzando la caja de dólares e impuestos, sino también el resto de los granos. El complejo agroindustrial sumó fuerte en el año y sólo en soja se agregaron 3000 millones de dólares adicionales a los previstos en cuanto a ingresos fiscales totales. Se pasó de 6000 a 9000 millones. Además, en cuanto a exportaciones, se habían previsto 25 mil millones de dólares por ventas, y ya se está superando el volumen de 34 mil millones, es decir, 9000 mil millones extra en divisas.
“Teniendo en cuenta que la sequía en América del Sur genera menos oferta, vemos el 2021 con precios de la soja muy sostenidos”, señaló el dirigente agroindustrial y titular de la cámara de exportadores de cereales (CIARA), Gustavo Idigoras. Remarcó además que la mejora en el precio de la soja también muestra firmeza en sus derivados (harina y aceite de soja) que se ha “despegado a nivel mundial”.
Por su parte, el ex titular de la Federación Agraria Argentina (FAA), Pedro Peretti, consideró que el valor de la soja forma parte de un “mercado mundial impredecible”, aunque es una “buena noticia para el Gobierno desde el punto de vista fiscal”. Admitió también que “nadie hubiera pensado los aumentos en el precio de la soja que se registraron el año pasado”, y recordó que “los mercados mundiales están manejados por una gran cantidad de especuladores”.
Los precios futuros de la soja mantuvieron la tendencia ascendente en el Mercado de Chicago y se consolidaron en valores que no se registraban en los últimos nueve años, mientras también subíeron las cotizaciones del maíz y retrocedieron las del trigo, según reportaron las operadoras locales.
El precio internacional de la soja volvió a mostrar su firmeza tras el informe de oferta y demanda mundial de granos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA). El contrato de mayo, próximo a vencer, avanzó 1,4 por ciento (8,45 dólares) hasta los 610,13 dólares la tonelada, mientras la posición julio subió 1,71 por ciento (10, 20 dólares) para concluir la sesión a 603,52 la tonelada
De esta manera, la oleaginosa alcanzó su valor más alto desde septiembre de 2012 y se encuentra 40 dólares por debajo del récord que alcanzó ese mismo año, cuando cotizó por encima de 650 dólares la tonelada.
En ese marco, el aceite de soja operó a 1.439,8 dólares y la harina se sostuvo en 497,6 dólares por tonelada para julio, muy por encima de los 680 y los 316, respectivamente, registrados en mayo del año pasado.
Río abajo
Según fuentes del sector, ya van dos años y 6 meses de ciclo seco debido a lluvias por debajo de la media en toda la cuenca del Plata. Las precipitaciones del verano no fueron suficientes para “recargar el sistema” y compensar las bajantes. Y eso está siendo un problema para el ingreso de barcos de carga. Desde junio del 2019 en que el río Paraguay llegó a su máximo histórico, bajó durante 156 días consecutivos.
Los reportes locales muestran que en las últimas semanas las precipitaciones pluviales en Brasil fueron entre 2 y 8 mm/día en todo el área de influencia de los afluentes al río Paraná y al río Paraguay, un volumen casi nulo. Inclusive el río Iguazú está pasando 250/300 m3/s (6/7 partes menos de la media).
Los pronósticos indican que la tendencia se mantendrá en los próximos meses. Para fin de junio y julio de este año, salvo que se reciban aportes de la cuenca media o alguna sudestada que ayude por unos días a sostener la altura del agua, las vías navegables estarán con una bajante muy similar a la de abril y mayo del 2020. Esto afectará la capacidad de carga de los barcos.
Si bien es prematuro, la bajante podría tener efectos económicos. A hoy, se calculan unas 800 mil toneladas menos de cargas, y con costos logísticos son entre 300 y 350 millones de dólares por mes de perdida.
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