Nuestra Independencia ocurrida un 9 de Julio de 1816, en medio de contradicciones y notables ausencias de las aguerridas provincias del litoral con el liderazgo revolucionario y popular de Artigas, el Congreso de Tucumán pudo desembocar en una declaración unánime y necesaria: “….que es voluntad unánime e indubitable de estas Provincias ROMPER los violentos vínculos que los ligaban a los reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojados, e investirse del Alto Carácter de una NACION LIBRE E INDEPENDIENTE DEL REY FERNANDO, SUS SUCESORES Y METROPOLI” y el agregado fundamental a los 10 días posteriores en sesión secreta “…y de toda otra DOMINACIÓN EXTRANJERA”.
Fue punto de llegada de muchas luchas y sueños de rebeldía. Fue y es punto de partida de lo incompleto y pendiente que queda recorrer con pasión nacional, latinoamericana, popular, democrática, federal y feminista.
Liberación o Dependencia, Pueblo o Corporaciones, Justicia social o desigualdad, es el grito que convoca la savia revolucionaria del 9 de Julio.
¡Viva la PATRIA!