Con énfasis y una dosis de dramatismo, el presidente de la Nación reclamó compromiso empresario para revertir la pobreza entre los más chicos y anunció que destinará $250 mil millones a la ayuda alimentaria a los hogares más vulnerables.
Con el eje de preocupación puesto en el “altísimo nivel de pobreza entre los chicos”, el presidente de la Nación anunció ayer la ampliación del alcance de la ayuda alimentaria a los hogares más humildes, a través de la Tarjeta Alimentar, abarcando a un millón de hogares más (pasó de 1,5 millones de familias que la recibían, a 2,5 millones) y casi dos millones de niños y niñas más que hasta el presente (pasan de 1,9 millones a 3,8 millones), al extender la cobertura hasta los chicos de 14 años cumplidos, en vez de 6 años como en las condiciones vigentes.
“Es la ampliación de política social más importante que llevamos adelante en este gobierno”, subrayó Daniel Arroyo, ministro de Desarrollo Social, al final el encuentro del Consejo Federal Argentina contra el Hambre, en el que el presidente de la Nación hizo el anuncio. “Para la madre que tiene un chico menor de 14 años, 6 mil pesos; para la madre que tiene dos chicos menores de 14 años, 9 mil pesos; para la madre que tiene tres o más chicos de hasta 14 años, 12 mil pesos”, recitó Arroyo como para remarcar la importancia que tiene, para los presupuestos familiares, la extensión de la edad límite de los hijos para recibir el beneficio.
Recordó, además, que la Tarjeta Alimentar sólo puede ser utilizada para la compra de alimentos, “no para extraer dinero del cajero”, remarcando así la direccionalidad del programa. También puso énfasis en los efectos positivos e indirectos del programa, ya que “tiene un efecto sobre el desarrollo local porque quien tiene la tarjeta va a comprar a la esquina, a la vuelta, va a mover la economía local”. Agregó, como dato, que sigue “permanentemente el consumo de las tarjetas; 60 por ciento de las compras son en supermercados, 40 por ciento son en comercios de cercanía”, precisó.
Justamente, al anunciarse la medida, la comunicación oficial señala como objetivos “reforzar la asistencia alimentaria a las familias más vulnerables y sostener la economía de comerciantes y productores de alimentos”.
Este otro aspecto que condiciona los resultados de las políticas sociales, la evolución de los precios de los alimentos básicos, está contemplado tanto en el conjunto de medidas anunciadas, que incluyen acuerdos para contener el aumento de carnes, lácteos, frutas y verduras (ver nota aparte), como en el discurso que dio Alberto Fernández ante buena parte de su gabinete y referentes de organizaciones populares y de la sociedad civil que forman parte de Argentina contra el Hambre.
“No hay dinero que alcance para poner en los bolsillos de los argentinos que lo necesitan si siguen aumentando los precios”, advirtió, por lo que llamó a los empresarios a “poner límite” a los ajustes y les pidió “solidaridad”.
“El objetivo es salir de la Argentina de la gran concentración hacia un país que distribuya mejor sus ingresos”, señaló, cuestionando “la puja distributiva de los que buscan sacar una mayor tajada” mientras una gran parte de la población paga las consecuencias, porque esa puja se traduce en aumentos de precios.
Un 40 por ciento de la población argentina la está pasando muy mal”, señaló Alberto Fernández dándole un tono más dramático a sus palabras, advirtiendo que “yo no creo que hay argentinos que sobran, no creo en las teorías del descarte, una forma de pensar que nos vuelven más indecentes”, apuntó citando al Papa Francisco.
Fernández dirigió en al menos dos oportunidades elogios directos al ministro de Economía, Martín Guzmán, destacando “el enorme trabajo que hizo en ordenar la deuda, que seguiremos haciendo para solucionar la situación que nos dejaron; que los acreedores sepan que deberán esperar hasta que los argentinos recuperen su dignidad, ningún acreedor estará por delante de esas necesidades”.
También atajó otras críticas refiriéndose a “quienes dicen que la nuestra es una política de ajuste”, respondiendo que “toda la inversión social que hicimos este año demuestra que no somos un gobierno mezquino y que nuestro compromiso es absoluto. Por eso vamos a ampliar la Tarjeta Alimentar para incluir a los niños y niñas de hasta 14 años inclusive, y se ampliará a 12 mil pesos para los hogares de hasta tres niños”.
En total, la inversión del Gobierno Nacional durante el 2021 para este programa será de $250.000 millones, el equivalente al 0.7% del PBI. Además, es en todos los casos complementario de otros beneficios, ya que sólo lo reciben las personas que cobran la AUH con hijos de hasta 14 años, beneficiarias de la asignación por embarazo (AUE) a partir del tercer mes de gestación, personas con discapacidad que cobran la AUH, y madres con 7 hijos o más que actualmente reciben una Pensión No Contributiva.
Un universo que, hasta ahora, abarcaba a 1,9 millones de personas, y que a pargtir de esta ampliación llegará a 4 millones.