El documento, producto de seis meses de investigación, fue aprobado por mayoría entre los once miembros de la comisión y será remitido a la Fiscalía, la Corte Suprema y la Corte de la Haya.
Por Guido Vassallo para Página 12
Con siete votos a favor y cuatro en contra, los senadores que integran la comisión que investigó la gestión del gobierno brasileño frente a la covid-19 aprobaron el informe final que acusa al presidente Jair Bolsonaro de “crímenes contra la humanidad”. El documento, resultado de seis meses de investigaciones, será ahora remitido a la Fiscalía, la Corte Suprema y hasta la Corte Penal Internacional de La Haya, quienes deberán evaluar si aceptan las denuncias e instauran los procesos correspondientes. Durante una tensa audiencia en el Senado, el mandatario llegó a ser calificado como un “serial killer” (asesino serial).
Además de imputarle crímenes contra la humanidad, el documento acusa al líder de ultraderecha de otros ocho gravísimos delitos y denuncia por diversas irregularidades a otras 77 personas, entre quienes se encuentran los tres hijos del mandatario y algunos de sus principales ministros y exministros. Incluso fueron denunciadas dos empresas. En el caso de Bolsonaro, los otros cargos son epidemia con resultado de muerte, infracción de medidas sanitarias, charlatanería médica, incitación al delito, atentados contra la dignidad del cargo, prevaricato, falsificación de documentos y uso irregular de dinero público. La comisión también había acusado a Bolsonaro de genocidio de pueblos originarios pero el cargo fue retirado antes de la votación del pleno del Senado.
Las acusaciones abarcan desde la imposición en la salud pública de remedios sin eficacia comprobada contra la covid-19 que conformaron un llamado “tratamiento precoz” basado en la dudosa cloroquina, hasta serias sospechas de corrupción en la negociación de vacunas. También se acusa a Bolsonaro de difundir “masiva información falsa” sobre las vacunas, lo cual se vio reforzado con unas polémicas declaraciones dadas por Bolsonaro el jueves pasado, cuando insinuó que quienes se inmunicen contra el coronavirus corren riesgo de contraer sida.
Serial killer
La responsabilidad de la pandemia “es de mucha gente, hay muchos acusados, pero es principalmente del presidente, ese serial killer que tiene obsesión por la muerte”, declaró el senador Renan Calheiros a la prensa antes del inicio de la sesión. El informe, que incluye testimonios conmovedores y revelaciones impactantes como el uso de pacientes como “cobayas humanas” para probar medicamentos ineficaces contra el coronavirus o el “deliberado atraso en la compra de vacunas”, será enviado a diferentes órganos que pueden proseguir las investigaciones y formular cargos.
Junto a Bolsonaro también fueron denunciados sus tres hijos: el senador Flavio Bolsonaro, el diputado Eduardo Bolsonaro y el concejal Carlos Bolsonaro. Además se presentaron cargos contra el actual ministro de Salud, Marcelo Queiroga, y su predecesor, el general Eduardo Pazuello.
La defensa del clan Bolsonaro
El hijo del presidente, el senador Flavio Bolsonaro, dijo que el informe del Senado es jurídicamente débil. “La intención de algunos senadores de la comisión investigadora es causar el máximo desgaste al presidente”, aseguró. Su padre viajó al amazónico estado de Roraima para visitar a refugiados venezolanos que viven en Brasil y alertó sobre “el peligro del comunismo”. A la misma hora de la sesión de la comisión, Bolsonaro participó de una misa en un templo evangélico.
Durante la audiencia de este martes, el senador oficialista Luiz Carlos Heinze realizó una defensa a ultranza de la prescripción de la hidroxicloroquina a pacientes con coronavirus fundamentada en “cientos” de estudios científicos. “Le preparé un regalo, senador”, le avisó Calheiros a Heinze al anunciar que era, hasta ese momento de la tarde, el imputado número 81. Heinze fue acusado de divulgar “informaciones falsas” sobre la covid-19. Luego de una rápida votación, los senadores de la comisión decidieron eliminar el nombre del parlamentario de la lista de imputados.
En otro tramo de la sesión, el senador Eduardo Braga solicitó la inclusión del gobernador de Amazonas, Wilson Lima, y del exsecretario de Salud de ese estado, Marcellus Campelo. En un comunicado, Lima sostuvo que la sugerencia de imputar su nombre “tiene plena motivación político-electoral de cara a las elecciones de 2022”. Lima fue acusado por posibles fraudes en el manejo de la pandemia en su estado, que fue centro del horror mundial en enero, cuando los pacientes se morían en sus camas por falta de oxígeno.
La cúpula y los médicos de la prepaga Prevent Senior de San Pablo también fueron imputados ante la justicia común por haber realizado “experimentos” con pacientes con remedios como cloroquina, defendida por Bolsonaro y la ultraderecha como forma de generar una inmunidad de rebaño sin necesidad de una cuarentena.
Es la primera vez que el Congreso brasileño acusa a un presidente de delitos contra la humanidad. Bolsonaro será acusado pero los cargos chocarán contra el fiscal general Augusto Aras, un aliado del presidente que ha cajoneado varias de las acusaciones. Su oficina dijo en las últimas horas que el informe será revisado cuidadosamente tan pronto como se reciba.
En sus conclusiones, el informe recoge la decisión de crear, en la sede del propio Senado, un memorial en recuerdo de los fallecidos por coronavirus en Brasil. El último minuto de la comisión parlamentaria, luego de cerca de cien horas de audiencias, fue de silencio en memoria a las víctimas.