La vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Adriana Olima, puso de relieve esta celebración patria, al considerar que es propicio revalorizar la bandera nacional como símbolo en busca de la liberación del país, que volvió a someterse a los designios foráneos del mercado. También resaltó que la lealtad a la enseña, permitirá que la cohesión y la unidad de los argentinos sean cada vez más fuertes.
Con motivo de celebrarse el Día de la Bandera, la legisladora recordó el valor simbólico de unión y libertad impreso en los colores de la enseña patria, que permitió resistir los peores momentos del país a lo largo de su historia.
La diputada famatinense reflexionó que los símbolos patrios son fundamentales para el surgimiento y consolidación de los Estados, porque construyen la identidad como Nación, atravesando la heterogeneidad social. “Es esa misma identidad la que nos signa como argentinos desde la creación genial de Belgrano aquel 27 de febrero de 1812”, expresó. Por ello, rememoró lo importante que es para todos los ciudadanos izar nuestra Enseña patria o prometer la lealtad a ella en la etapa escolar.
Olima entendió que “no sólo debemos recordar y vestir orgullosos los colores de la bandera cuando se juega un partido de fútbol importante de nuestra Selección, sino siempre y en cada uno de los pasos que demos en pos del crecimiento del país y de la provincia”. En ese mismo sentido, consideró que es oportuno resaltad ese concepto de lealtad que hoy expresan los chicos de cuarto grado de las escuelas, porque “de allí parte el concepto de grandeza que debemos darle a cada acto que desarrollemos en la vida”.
“Ser leales a nuestros ideales, será la clave para terminar con tanta hipocresía que reina por estos tiempos, en los que se priorizan los intereses particulares por encima de los generales”, expresó la diputada provincial.
Por último, manifestó que “referenciarnos en Belgrano como creador de este símbolo para identificar al ejército patrio que luchaba por nuestra liberación, es el gran objetivo como Nación para el logro de beneficios comunes”. Los momentos aciagos que vive el país, son propicios para “hermanarnos en esta simbología y luchar contra la tiranía de los mercados opresores, que no tienen rostro, patria ni bandera”.