Con una impunidad que no conoce de límites, Javier Milei admitió en Twitter que se “está trabajando” para que no se conozca quién ingresó al blanqueo de capitales. Se trata de planillas de más de 300.000 personas que no habían declarado sus ingresos.
Lo que esconde el anuncio es la impericia del propio presidente: borrar información oficial constituye un delito federal. A su vez, si se quiere evitar filtraciones, lo que se debería hacer es encriptar la información, para que no puedan acceder a terceros y así, mantener el secreto fiscal.
Lo peor es que si se eliminaran las planillas de datos, aun así, seguirá habiendo información sobre los bienes blanqueados. Es que para quienes presentan Ganancias va a haber una declaración jurada en las que también van a tener que incluir el incremento patrimonial de lo que declararon en el blanqueo.
Fuente: Página /12 – 8 noviembre 2024