EL SENADOR AFIRMO QUE NO SE SIENTE COMO ALGUIEN A QUIEN EL INADI DEBA INVESTIGAR
Consideró “realmente absurdo” que lo investiguen porque como senador puede hablar de un tema que tiene que ver con la seguridad. Insistió en sus dichos sobre paraguayos, peruanos y colombianos, y reclamó mecanismos de compensación de parte de esos países.
“De ninguna manera me siento como un sujeto a investigar por el Inadi”, aseguró el jefe del bloque de senadores del PJ, Miguel Angel Pichetto, luego de la reacción que generaron sus declaraciones sobre la inmigración desde otros países latinoamericanos. Consideró que en su condición de legislador nacional y jefe de la principal bancada opositora tenía pergaminos suficientes como para abrir el debate sobre un tema que tenía que ver con la seguridad y el narcotráfico. Sin embargo, al momento de marcar los problemas que le preocupaban, insistió en que supuestamente “todo el mes de noviembre el Hospital Rivadavia está ocupado por ciudadanos paraguayos, que tienen turnos ya establecidos por anterioridad”.
Pichetto volvió a reclamar “un debate más frontal de este tema” y se quejó de la existencia de “una cultura políticamente correcta por la que todo el mundo se encolumna para pegarle al que abrió la boca”. Los dichos que Pichetto que habían disparado la polémica fueron varios. Sostuvo que Perú “resolvió su problema de seguridad” transfiriendo a la Argentina “todo el esquema narcotraficante”. También que el país servía para que Bolivia hiciera su “ajuste social”. “¿Cuánta miseria puede aguantar Argentina recibiendo inmigrantes pobres?”, se preguntó el senador. Esos dichos generaron que particulares, ONGs, el consulado de Bolivia y el cónsul y el embajador de Perú presentaran denuncias contra Pichetto en el Inadi. El cónsul peruano Carlos Chocano lamentó las afirmaciones “sobre todo porque vienen de una autoridad parlamentaria” y expresó que no se podía manchar a toda una comunidad por “un minúsculo grupo dedicado a actividades delictivas”.
El Inadi inició los expedientes correspondientes y avisó que no se pronunciará hasta que termine el proceso interno.
Pero, luego de las denuncias y de la ola de rechazos desde todos los sectores que levantaron sus dichos, Pichetto no dio el brazo a torcer e insistió con su línea de pensamiento. Para él sería “realmente absurdo” que el Inadi lo investigara y se mostró contrariado si “como senador nacional y jefe de la principal bancada de la oposición no puedo abrir una discusión sobre un tema que es institucional, es un tema de Estado, que tiene que ver con la seguridad, que tiene que ver con el narcotráfico”. Habló de “ciudadanos colombianos que rompen puertas, esa es su especialidad y operan en la ciudad de Buenos Aires. Tienen la especialidad también del narcotráfico”. Y, en la misma línea, siguió con otras comunidades: “Hay peruanos que hacen el tráfico de drogas en las villas. Hay paraguayos que ingresan marihuana”.
Pero más allá de estos señalamientos que tendrían que ver con la seguridad, también se mostró preocupado por los paraguayos que se atienden en el Hospital Rivadavia. “Argentina tiene que tener un marco más inteligente. Por lo menos que haya mecanismos de compensación por parte de estos países”, sostuvo el senador en una entrevista por TV. “El esquema migrante que había venido desde algunos países es lo que estoy cuestionando. No hay control de identificación de los sujetos que delinquen en sus países de origen”, consideró.
“Me referí claramente a sectores delictivos que están incorporados en la Argentina e incorporados en las villas. Hay peruanos que trabajan que son buenos, también hablé de Paraguay. Me referí a que había situaciones complejas en la frontera de Paraguay. Argentina tiene universidades gratuitas y acceden extranjeros, debería haber mecanismos de compensación”.
Sus declaraciones generaron nuevas reacciones. En la movilización de la CTA en la Plaza de Mayo, Hugo Yasky pidió “perdón” en nombre de los trabajadores y calificó a Pichetto como un “pequeño Trump” (ver página 3).
Y, pese a sus antecedentes en la materia –alguna vez se quejó de la “inmigración descontrolada” por unos hechos de violencia en Villa Soldati–, el presidente Mauricio Macri ayer buscó diferenciarse y destacó el aporte que hacen “las distintas corrientes migratorias”. En un acto en Córdoba, mencionó la “inmigración piamontesa que generó esta locura por el hacer”, lo mismo que las demás corrientes que se dieron luego de la Segunda Guerra Mundial.