Por Melisa Molina para Página 12
El día empezó en París y terminó en Roma para el presidente Alberto Fernández y su comitiva, que siguen sumando apoyos de distintos mandatarios europeos. En esta cuarta jornada de la gira, recibieron el fuerte respaldo del presidente francés, Emmanuel Macron. “Estamos del lado de la Argentina”, aseguró, y dijo que acompañarán la postura del gobierno nacional frente al FMI y el Club de París. Cerca de las 18.30, el Presidente llegó a la ciudad de Roma, donde mantendrá una reunión con el Papa Francisco, con el presidente Sergio Mattarella y el primer ministro, Mario Draghi. Pero el viernes no será el cierre de la gira, como estaba planificado en la agenda oficial. Fernández decidió quedarse un día más y se estima que se encontrará con la titular del FMI, Cristalina Giorgieva, quien estará también en la capital italiana.
El almuerzo de trabajo que compartieron los presidentes de Argentina y Francia duró más de dos horas. Por la comitiva argentina estuvieron también el ministro de Economía, Martín Guzmán, el canciller Felipe Solá y el secretario de Comunicación, Juan Pablo Biondi. Acompañando a Macron estuvo su canciller Jean-Yves Le Drian. Comieron unas porciones de pavo con papines y hojas verdes, distintas variedades de quesos –una de las especialidades del país– y de postre un helado sobre obleas bañadas con chocolate caliente. Todo acompañado por vino Pinot Blanc, otro clásico francés.
“Hubo un clima espectacular, de total confianza”, aseguraron fuentes de la comitiva a PáginaI12 y aseguraron que están contentos con el resultado porque Macron “jugó fuerte”. A lo largo del encuentro los presidentes conversaron sobre la postura argentina ante el FMI y el Club de París y mucho sobre las cuestiones vinculadas a las vacunas. Macron estaba al tanto de la situación argentina y la llegada de nuevas dosis y preguntó sobre ese tema. A la vez, le comentó a Fernández los problemas que ellos tuvieron con vacunas que contrataron y nunca fueron entregadas.
“Estoy feliz de recibir a Alberto Fernández por segunda vez”, dijo Macron en la conferencia que dio junto a Fernández minutos antes de ingresar al Palacio Elíseo. “Me alegro de que podamos seguir con nuestros intercambios amistosos y de trabajo. Tenemos una relación particular alimentada por historia, literatura y arte”, dijo. El presidente argentino llegó cerca de las 13.30 (hora local) al palacio ubicado en la Rue du Faubourg Saint-Honoré. Este lugar funciona como sede de la presidencia y es el único edificio gubernamental que no lleva el nombre de la calle en la que está emplazado, sino la del palacio.
Allí lo esperaban, en la puerta, el presidente francés y su mujer, Brigitte, rodeados de un gran número de soldados de la Guardia Republicana con sus trajes impolutos que llevan los colores de la bandera francesa. La primera dama de Francia recibió con mucho afecto a la primera dama argentina, Fabiola Yáñez, con quien luego se fueron a una actividad vinculada con la educación.
“Vamos a poder hablar de los distintos aspectos en nuestra asociación basada en una concepción común de la cooperación internacional. A nivel internacional, queremos que haya un tratamiento solidario de la pandemia. Francia se ha comprometido a darle a Covax 500 mil dosis de vacunas de aquí finales de julio y lo haremos. Este reparto de dosis beneficiará a los países de renta baja, pero también incluirá a la Argentina, de la que conozco las necesidades actuales”, expresó Macron. “Tenemos que fortalecer las capacidades de producción diagnóstico, tratamiento y vacunas que son insuficientes en los países del sur y en este tema Argentina quiere desempeñar un papel importante y estaremos a su lado”, continuó.
La declaración más importante –a los fines de la comitiva argentina– surgió cuando el presidente francés pronunció que “estaremos del lado de la Argentina y vamos a hablar de los compromisos con el FMI y con el Club de París, queremos que Argentina establezca la estabilidad macroeconómica, queremos que hable de forma constructiva con los acreedores del Club de París”. “Vamos a seguir este trabajo juntos porque es muy importante para el conjunto de la población”, subrayó.
Por su parte, Fernández dijo sentirse feliz de estar en París. “Como bien ha marcado el presidente, tengo enormes expectativas porque tenemos problemas en común que hacen al desarrollo humano”.
La agenda de género
También hablaron de la igualdad de género y el cambio climático, dos temas que Fernández conversó con todos los líderes europeos que visitó hasta el momento. Macron, luego, expresó que “sé cuál es su compromiso para luchar contra el cambio climático y la deforestación”, y también destacó la posición de Fernández “para pacificar la situación de Venezuela”. Al finalizar el encuentro privado, los mandatarios se hicieron regalos, Macron le dio a Fernández un libro dedicado de la mujer que impulsó la legalización del aborto en Francia y Fernández una pintura del artista Pablo Reinoso.
Antes de partir hacia Roma, Fernández quiso dar un paseo con algunos miembros de su comitiva para despejarse y reflexionar en el medio de la vorágine de una gira que está siendo muy intensa y casi sin descanso. Decidieron caminar por las calles de una París que, por la pandemia, se encuentra completamente vacía. No había turistas, los típicos bares y cafés con mesas y sillas en las veredas estaban todos cerrados, motivo por el cual no pudieron sentarse a tomar un café, tal como el Presidente quería.
Fernandez salió del hotel, pidió que no los sigan las cámaras y, con unas cinco personas, caminó por la calle Avenue George, pasó por el Arco del Triunfo y llegó hasta la orilla del Sena, desde donde pudo observar la Torre Eiffel, sacarse una foto con un grupo de jóvenes que lo reconoció y despedirse de la ciudad. La despedida no será por mucho tiempo. El 30 de junio volverá para participar en París del Foro de la Generación Igualdad de Género, tal como se lo prometió a Macron.
En Roma
Cerca de las 16.30 Fernández llegó junto a su comitiva al aeropuerto y a las 18,30 (hora local) el avión de Aerolíneas Argentinas aterrizó en el aeropuerto italiano Leonardo da Vinci, donde fue recibido por la embajadora ante El Vaticano, Fernanda Silva, y por el embajador en Italia, Roberto Carlés. La delegación presidencial viajó hasta la ciudad de Roma mientras el sol caía y todos los edificios históricos se lucían con una luz anaranjada. Por la noche, el Presidente cenó junto con su comitiva en el restaurante del hotel. En Roma, a diferencia de París, el toque de queda por el alerta sanitario es a las 22 y no a las 19.
Este jueves, a las diez de la mañana Fernández será recibido en el Aula Pablo VI por el Papa Francisco, con quien compartirá un coloquio privado. A las 13 verá al presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, en el Palacio del Quirinale, donde ofrecerá un almuerzo en su honor. Y a las 14:30, en el Palacio Chigi, sostendrá una reunión de trabajo con el presidente del Consejo de Ministros de ese país, Mario Draghi.