El Sindicato Argentino de Obreros Navales tiene 120 años de historia. Esta organización naval se formó con trabajadores que tenían como concepción ideológica el anarquismo y el socialismo porque eran trabajadores que venían de Europa trayendo ese tipo de corrientes. El primer episodio de construcción organizada se remonta a un 20 de abril de 1917. La irrupción del peronismo generó que todas estas corrientes que estaban en una Federación mayoritariamente anarquistas abrieran paso a la corriente del peronismo y en 1960 se fundó el Sindicato Argentino de Obreros Navales absolutamente peronista. En la actualidad el Secretario General del Gremio es Juan Alberto Speroni quien conversó con LA VOZ DE LOS BARRIOS.
LA VOZ- Háblenos de la industria naval…
SPERONI- La industria naval hasta los años 80’ dio muestra cabal de su capacidad extraordinaria en término de construcciones de buques, teníamos astilleros como Alianza, Principe, Zanin, Mestrina, Tandanor, Río Santiago, astilleros muy importantes, se hacía barcos de 240 metros, barcos petroleros, químicos, remolcadores, dragas, barcazas… Es muy rica la historia de la industria naval en término de construcciones, pero cuando vino un nuevo orden económico mundial que se conoce como el consenso de Washington y los mandamientos para América Latina, recordemos que en ese momento estaba Menem en el gobierno y puso como ministro de economía a Rapanelli que era hombre de Bunge y después a Roig, que también era de Bunge y luego aterriza Cavallo para cumplir a raja tabla la destrucción de las empresas del Estado.
En ese momento de la historia argentina no solo que se entrega la plataforma portuaria, marítima y naval que en un país como el nuestro, quinto en extensión fluvio-marítimo del mundo con un enorme potencial, también se entrega total y absoluta a través de una hoja de ruta, un vector, unas redes troncales de navegación para que las empresas transnacionles se pudieran llevar los comodites, los granos.
En consecuencia, con esas políticas de desregulación, de importación, de abandono del Estado a la industria nacional llegamos a los indicadores que todos conocemos y que fue la eclosión del 2001. Había pasado 10 años con una convertibilidad engañosa que sometía a toda la industria dejándola sin competitividad, algunas juntamente con los despojos que hubo de los escenarios de trabajo de millones de argentinos. En consecuencia, terminamos teniendo un país para 30% de la comunidad, por eso las consecuencias del desastre político y social.
No obstante eso, nosotros con la industria naval hemos resistido y construido puentes con sectores empresarios, considerando que todo empresario de la industria naval es de capital nacional, para que no nos aniquilaran. Siendo un país marítimo nos consideraban mediterráneo, tal es así, que desplazaron la carrera de ingeniería y arquitectura naval de las universidades públicas. No es posible que la extensión geográfica que tiene Argentina el epicentro sea el transporte terrestre. Estamos con proyectos hacia a delante para ver si de alguna manera podemos instalar lo que nosotros entendemos como un tema vital en defensa del interés nacional y que esté al servicio de una logística que le de competitividad. Hoy las regiones patagónicas están totalmente aisladas pagando precios extremadamente superiores a los que sería un trasporte marítimo de abastecimiento para todos esos pueblos alejados de los centros de industrialización del país.
La Argentina ha relevado toda una política marítima, en consecuencia este proceso transformador que viene desde 1992. Después de 30 años, con Cristina primero y Alberto después se vencieron todos los plazos de las concesiones, se entiende que si hay una política que es mala para el país después de 30 años, uno tiene tiempo de observar, de planificar el déficit y todo lo demás y recapitular para un nuevo escenario. Además, los procesos regionales e internacionales son totalmente distintos pero algunas decisiones políticas en el alargamiento de los plazos hace que nos encontremos hoy con un gobierno que se dice anarco liberal de extrema derecha que plantea la destrucción del Estado nacional y tiene la potestad de convocar a una nueva licitación. Esperemos que podamos influir con los sectores del movimiento obrero y los empresarios nacionales para que esa licitación tenga como correlato instrumentos que puedan beneficiar a la industria nacional.
LA VOZ-¿Qué nos puede decir del canal Magdalena?
SPERONI- Nosotros fuimos de alguna manera partícipes muy fuertes. Consideramos que es una herramienta vital, estratégica para el país para no depender de un puerto extranjero. La apertura del canal Magdalena es una vía central de navegación para recuperar su conectividad fluvial y marítima con el Atlántico y generar un hecho de soberanía. Esperemos que esto lo pueda hacer la Provincia de Buenos Aires en los próximos meses, al mismo tiempo estamos tratando de recuperar la discusión en el Congreso donde nos reunimos con la comisión de industria a través del compañero Francisco Pancho Venegas de ATE de Río Santiago, y se expuso la necesidad de la participación y el protagonismo en dicha comisión. También estamos con agenda en distintos sectores del área fluvial y marítima como la renovación de la flota pesquera, con proyecto que puedan vincular todo lo que se metal mecánica en el área del petróleo, en fin, con muchas perspectivas, pero nos encontramos con un escenario totalmente adverso a las iniciativas que tienden a construir puentes porque depende básicamente de una política de Estado.
LA VOZ- ¿Cómo está el Sindicato?
SPERONI- La situación del Sindicato, te diría, que está funcionando con sus más y sus menos, con todas las regionales, con los compañeros trabajando, acordando paritarias, con un modelo de saludad aceptable en este contexto que nos encontramos. Con mucha voluntad de seguir construyendo pero en un escenario que argentina nunca debió perder que es su modelo nacional y un Estado que cuide, que proteja, que dé garantías de cuidar los recursos nacionales para ponerlos al servicio del proceso de industrialización.
LA VOZ- ¿Cómo ve este gobierno?
SPERONI– Lo que está claro que tiene un orden macroeconómico que no le sirve a la inmensa mayoría del pueblo argentino y de los sectores industriales. Los indicadores están hablando por sí solo: más d 16% de caída industrial, mayor indicador de los niveles de pobreza, mucha gente despedida, muchos trabajadores suspendidos. Una situación donde el equilibro de los que es la relación entre precios, tarifas y costos están desvirtuados totalmente. Se han aumentado tarifas de transporte, insumos, artículos de primera necesidad, el tema de la educación y otras variables del costo fijo que tiene una familia por sus ingresos mensuales y si a esto le agregamos que los salarios fueron fuertemente comprimidos, estamos hablando de una situación de mucho dramatismo donde los costos se alejaron de la realidad salarial, ni hablar de la gente sometida, desocupada, de manera tal que veremos cómo reacciona esa transferencia cuando lleguen los condicionamientos de los pagos que seguramente va a generar episodios de devaluación. Hay sectores que plantean devaluación gradual del 2% mensual y otros sectores que le importa muy poco porque saben que cualquier escenario es desfavorable para los sectores nacionales. Creo que de seguir con esta política todo se va a deteriorar. Esto puede terminar default y en la destrucción de la industria nacional que en estos momentos significa mucha más contención de puestos de trabajo que los que pueda producir los sectores de exportación de comodites. Estos son los modelos que están en discusión.
Fuente: La Voz de los Barrios / 01 agosto 2024