Por Délfor Pocho Brizuela *
Con esta avanzada represiva sobre la protesta social, incorporada por decreto, al código contravencional, como infracción, se está hilvanando el modelo de un estado de excepción permanente que disciplina y vacia la democracia de intensidad, participación, pasión y dinamismo creador.
Es la herramienta legal y constitucional- aunque sea una aberración incorporar en la Carta Magna provincial semejante atropello – para llevar adelante sin molestias un proyecto político, económico y social de ajuste al pueblo, saqueo extractivista y entrega de nuestra soberanía.
Morales, gobernador de Jujuy, ha aprobado los exámenes de ensayista y banco de pruebas de lo que intenta hacer en el país y en América Latina la derecha, cuando logra conquistar el poder: hambrear, reprimir y matar.
Ya lo hizo, armando la ingeniería judicial provincial para perseguir y anular a los adversarios políticos como Milagro Sala y los compañeros de las organizaciones sociales como la Tupac. Su laboratorio estuvo blindado por los grandes medios y gran parte de la dirigencia local y nacional y por una extraña y inexplicable licencia social que lo votó varias veces.
Hoy el hermano pueblo norteño, despierta, protesta y se rebela a la violencia del despojo y el atropello institucionalizado.
Ojalá, ese pueblo de pie, haga tronar el escarmiento y parir la esperanza de que la receta neoliberal y autoritaria no va más, ni en Jujuy, ni en la Patria, ni en ninguna parte.
Ahi estaremos aprendiendo, compartiendo y sumando, todos.
Ojalá…
*Secretario de Derechos Humanos de La Rioja y miembro de la agrupación política “La 20 en el Frente Transversal”