Los Fondos Buitre también hicieron su viaje a Lago Escondido
El portal Propublica publicó que Paul Singer, titular del fondo buitre NML Capital, invitó a Alaska al juez Samuel Alito, integrante de la Corte Suprema de Estados Unidos. Después del viaje el juez firmó el fallo contra la Argentina que significó millones de dólares más para Singer. Las similitudes con el caso Lago Escondido en Argentina y el Grupo Clarín.
Por Ari Lijalad
El portal Propublica reveló que en 2008 Samuel Alito, juez de la Corte Suprema de Estados Unidos, viajó a pescar a Alaska en un avión privado y se alojó en un exclusivo albergue junto a Paul Singer, el titular del fondo buitre NML Capital. Tras el viaje, el juez Alito intervino en el caso contra la Argentina en favor del fondo buitre y puso su firma en el fallo que confirmó la sentencia que obligó al país a pagarle a Singer y sus socios más que al resto de los acreedores que habían aceptado los canjes de 2005 y 2010, con un retorno del 1.600% sobre lo que habían pagado por los bonos argentinos aprovechándose de la crisis del 2001.
¿Suena familiar? Es porque en Argentina varios jueces fueron invitados por un grupo empresario a un viaje similar: se subieron a un avión privado y se alojaron en un exclusivo establecimiento en un lago mientras intervenían en causas que involucraban a su anfitrión. Los jueces fueron Carlos Mahiques, Pablo Cayssials, Julián Ercolini y Pablo Yadarola; el organizador del viaje el Grupo Clarín en las personas de Jorge Rendo y Pablo Casey; el destino la estancia del magnate Joe Lewis en Lago Escondido. La firma que controla el lugar se llama Hidden Lake: es Lago Escondido en inglés. Ahora se conoce un caso igual en ese idioma.
La información publicada por los periodistas Justin Elliott, Joshua Kaplan y Alex Mierjeski en Propublica fue confirmada por el propio juez Alito, que justificó tanto el viaje como la omisión de informarlo en el registro de obsequios que reciben los magistrados, dijo que no tenía por qué excusarse de intervenir en el caso contra la Argentina y alegó que no sabía que Singer tuviera relación con NML Capital, el fondo buitre al que benefició. Curioso: Singer destina millones de dólares a ser la cara visible de ese fondo dedicado a hacer negocios con la judicialización de deuda de países con problemas económicos.
En el caso argentino también está confirmado el viaje y la estadía solo que, según los supuestos chats que se filtraron de una conversación entre ellos, en lugar de afirmar que no tenían que informarlo buscaron fraguar las facturas para encubrir el delito de dádivas. El juez Ercolini había beneficiado al Grupo Clarín en el caso Papel Prensa, el juez Cayssials tenía al menos 82 expedientes de empresas del holding en su despacho. Otro dato: El Destape reveló que el Grupo Clarín atacaba las ofertas de canje del gobierno argentino en 2020 porque tenía 1.178 millones de pesos en bonos soberanos. Parece que los acreedores tienen como costumbre común armar viajes para jueces.
Con el caso de Alito el portal Propublica ya encontró tres jueces de la Corte Suprema de Estados Unidos que recibieron regalos de diversos magnates. Uno, Clarence Thomas, que hizo viajes de lujo pagados por Harlan Crow, multimillonario vinculado a negocios inmobiliarios, que también le entregó dinero y pagó la matrícula de una escuela privada de un niño que el juez criaba como un hijo. Dos, Antonin Scalia, que se alojó en el mismo albergue que Alito en Alaska, el King Salmon Lodge. Ahora el tercero, Alito, que se subió a un avión privado y fue a pescar junto al líder buitre Singer.
Los tres jueces votaron contra la Argentina en el caso de los Fondos Buitre: Scalia escribió el rechazo a la petición argentina y Alito y Thomas adhirieron a su postura. El fallo salió 7 a 1 contra la Argentina. También votaron en contra John Roberts, Anthony Kennedy, Stephen Breyer y Elena Kagan. ¿Alguno más habrá viajado con Singer? ¿Alguno más recibió dinero o viajes o alguna otra dádiva de personas que tuvieran intereses económicos en el fondo buitre NML Capital?
El caso de los Fondos Buitre contra Argentina ya está cerrado, Mauricio Macri les pagó más de lo que pedían a los especuladores que apostaron por él e incluso financiaron campañas de demonización del kirchnerismo. Pero revela dos cosas:
Que lo único original en Argentina es creerse originales. Jueces de todo el mundo son cooptados y aceptan dádivas de empresas sobre las que luego toman decisiones con pátina legal.
Mucho más importante, lo vulnerable que es Argentina por el sometimiento a tribunales extranjeros en los juicios contra el país, paradigma que ningún gobierno apuntó a modificar.
El caso Alito
Alito fue designado en la Corte Suprema en 2006 por George Bush hijo. En 2007 el expediente de los buitres contra la Argentina llegó por primera vez a la Corte estadounidense, que rechazó tratar un planteo de Singer y otro fondo para confiscar bienes del Banco Central argentino en Estados Unidos. En 2008 Singer llevó a Alito de paseo de pesca a Alaska. En 2014, Alito firmó la confirmación del fallo que benefició a Singer.
¿Qué confirmó la Corte en 2014? El fallo del juez Thomas Griesa de 2012 conocido como “la cautelar pari passu”, un fallo a medida del buitre Singer que lo habilitaba a cobrar más que los acreedores que habían ingresado en los canjes de deuda de 2005 y 2010. El fallo de Griesa incluso bloqueaba el pago a los demás acreedores hasta que la Argentina modificara dos leyes que le permitieran hacerle una oferta mejorada a Singer. La historia es conocida: la Cámara de Apelaciones confirmó el fallo de Griesa, la Corte estadounidense no tomó el tema y confirmó la decisión en 2014, al poco tiempo asumió Mauricio Macri, logró cambiar las leyes mientras tapaba el tema con persecución judicial a quienes se había negado a beneficiar los fondos buitre y finalmente les pagó todo lo que querían y más.
Ese fallo de 2014 donde la Corte Suprema de EEUU cerró el caso buitres contra la Argentina no fue la única vez que intervino luego del viaje del juez Alito junto con Singer. Según reconstruyó Propublica, “en total, las partes solicitaron al tribunal (la Corte de EEUU) escuchar apelaciones en el litigio ocho veces en los seis años posteriores al viaje. En la mayoría de los casos, fueron los adversarios de Singer los que presentaron una apelación, y el fondo de Singer argumentó con éxito que los jueces rechazaran el caso y dejaran en pie un fallo de un tribunal inferior”. Alito nunca se excusó de intervenir.
La Corte estadounidense toma muy pocos casos al año, rechaza intervenir en la enorme mayoría. Pero rechazar el caso es una forma de intervenir: deja las cosas como están. En Argentina la Corte Suprema hace lo mismo con el artículo 280, que mantiene el caso como llegó sin justificarlo. La diferencia son los tiempos: en Estados Unidos se resuelve relativamente rápido, Griesa firmó su fallo en octubre de 2012 y la Corte lo confirmó en junio de 2014. En Argentina pueden pasar muchos años, la discrecionalidad temporal es total.
El portal Propublica le envió una serie de preguntas al juez Alito. En lugar de contestarles, Alito publicó una respuesta en el Wall Street Journal incluso antes de que se conociera la noticia. Reconoció y justificó todo.
“Mi recuerdo es que he hablado con el Sr. Singer en no más de un puñado de ocasiones, todas las cuales (con la excepción de una pequeña charla durante un viaje de pesca hace 15 años) consistieron en comentarios breves e informales en eventos a los que asistieron grupos grandes. En ninguna ocasión hemos discutido las actividades de sus negocios, y nunca hemos hablado de ningún caso o asunto ante la Corte”, publicó el juez Alito. El viaje a Alaska duró tres días. ¿Sólo tuvieron una “pequeña charla”? El discurso es calcado a la explicación de Macri de sus reuniones con el juez Mariano Borinsky: que nunca hablaron de cuestiones judiciales. Creerles es un tema de fe.
Lo insólito es que el juez Alito dijo que no sabía que Singer tuviera relación con el fondo NML Capital. En su publicación dijo: “no sabía ni tenía buenas razones para saber que el Sr. Singer tenía interés en alguna de las partes”; “El nombre del Sr. Singer no apareció ni en la solicitud de certiorari, ni en el escrito de oposición ni en los escritos de fondo. Debido a que su nombre no aparecía en estos documentos, desconocía su conexión con cualquiera de las entidades enumeradas y no tenía una buena razón para estar al tanto de eso”; “sería completamente imposible para mi personal o cualquier otro empleado de la Corte Suprema buscar en los archivos presentados ante la SEC u otros organismos gubernamentales para encontrar los nombres de todas las personas con un interés financiero en cada una de esas entidades nombradas como parte en los miles de casos que están nos trae cada año”. Es como le tocara un caso de Amazon y no supiera que su dueño es Jeff Bezos o un caso de Tesla y negara conocimiento sobre quién es Elon Musk. Solo había que leer los diarios: Singer era la voz pública del fondo buitre NML Capital que litigaba contra Argentina. O el juez no leía no los diarios o miente. Dice que su personal revisaba que no hubiera ningún motivo de recusación: o su equipo tampoco leía o se dejó llevar porque Alito no incluyó a el viaje de pesca con Singer en su lista de obsequios recibidos.
“Cuando me uní a la Corte y hasta la reciente modificación de las instrucciones de presentación, los jueces comúnmente interpretaron esta discusión de ‘hospitalidad’ en el sentido de que el alojamiento y el transporte para eventos sociales no eran obsequios declarables. El vuelo a Alaska fue la única ocasión en la que acepté transporte para un evento puramente social y, al hacerlo, seguí lo que entendí que era la práctica estándar. Por estas razones, no incluí en mi Informe de Divulgación Financiera de 2008 ni el alojamiento provisto por el propietario de King Salmon Lodge, quien, que yo sepa, nunca ha estado involucrado en ningún asunto ante la Corte, ni el asiento en el vuelo a Alaska”, alegó el juez Alito.
“En cuanto al vuelo -insistió el juez Alito-, el Sr. Singer y otros ya habían hecho arreglos para volar a Alaska cuando me invitaron poco antes del evento, y me preguntaron si me gustaría volar allí en un asiento que, hasta donde yo sé, de lo contrario hubiera estado vacante. Tenía entendido que esto no impondría ningún costo adicional al Sr. Singer. Si hubiera tomado vuelos comerciales, eso habría impuesto un costo sustancial y un inconveniente para los alguaciles adjuntos de los EE. UU., a quienes se les habría requerido por razones de seguridad que me ayudaran”.
Propublica reconstruyó que Alito y Singer coincidieron en eventos públicos donde el multimillonario presentaba al juez. En 2010, en una cena en el Instituto Manhattan, Singer dijo: “Samuel Alito es un modelo de juez de la Corte Suprema”. No comments.
Fuente: El Destape – 21 DE JUNIO, 2023 |