El juez de la Cámara de Casación Penal Federal Mariano Borinsky volvió a resolver el rechazo de su propia recusación y se opuso a declarar la nulidad de sus resoluciones en la causa en la que se investiga un enorme aparato de espionaje ilegal utilizado durante el gobierno de Mauricio Macri. Borinsky es uno de los jueces que sostuvieron que la causa tiene que migrar de Lomas de Zamora a Comodoro Py ante un pedido del secretario del ex presidente, Darío Nieto. Después de que se conocieron sus visitas a la Quinta de Olivos, el camarista fue cuestionado por varios querellantes que pidieron apartarlo y que sean anuladas sus decisiones. El propio juez le dijo que no ahora al planteo del Colegio de Abogados de Capital Federal, como hizo la semana pasada con reclamos similares. Lo apoyó el camarista Javier Carbajo, pero Angela Ledesma firmó un voto lapidario donde sostiene que sus colegas no cumplieron con el trámite apropiado y cuestionó la intervención de Borinsky para decidir sobre sí mismo “con una irremediable lesión a la transparencia que debe primar en toda decisión judicial”.
Es la segunda vez que Borinsky exhibe su decisión de no correrse de la causa sobre las maniobras de espionaje desplegadas desde la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) durante el macrismo. El rechazo a los planteos fue “in límine”, es decir, sin darle ningún tratamiento. La causa de Lomas de Zamora investiga operaciones e inteligencia ilegal sobre dirigentes tanto del kirchernismo como de las filas de Cambiemos, sindicalistas, periodistas, referentes eclesiásticos y organizaciones sociales; un tramo puntual se refiere al espionaje en el Instituto Patria y a la vicepresidenta Cristina Fernánedez de Kirchner; y un tercer eje desentrañó cómo se espiaba a los ex funcionarios presos en el penal de Ezeiza y otras cárceles en alianza con el Servicio Penitenciario Federal. En este último caso hubo seguimientos de los contactos que los abogados y abogadas tenían con sus clientes y hasta se escucharon sus conversaciones. Esta es la razón por la que el Colegio de Abogados se presentó en el expediente como querellante, al tratarse de intromisiones prohibidas.
La decisión de Borinsky y Carbajo sobre el planteo de la entidad de abogados/as es igual a la que tomaron respecto de planteos de Jorge Chueco (condenado por el caso de la llamada ruta del dinero K) y Rafael Resnick Brenner (condenado en la causa Ciccone), ambos espiados. El voto de Borinsky dice que “el requerimiento de desplazamiento de uno de los jueces de una causa no puede, válida y legítimamente, sustentarse en la clase de hipótesis especulativas planteadas, sin mengua de la garantía del juez natural inmanente al debido proceso legal”. Los abogados lo habían cuestionado porque “ha mantenido impropias relaciones personales y/o de amistad con personas vinculadas a este proceso y especialmente con quien fuera el titular del Poder Ejecutivo Nacional”. El camarista visitó al menos 15 veces la Quinta de Olivos con la excusa de jugar al tenis, al paddle y al fútbol con Macri.
La jueza Ledesma, en disidencia, advirtió que por “la entidad y trascendencia del planteo formulado –en tanto se esgrime la violación de garantías que hacen al debido proceso– requiere como estándar mínimo cumplir con el procedimiento legalmente previsto”. Ella sostuvo que no se cumplió con el procedimiento habitual ante una recusación que prevé “intervención a todas las partes, de modo de garantizar el derecho de defensa y la contradicción; con el fin de impartir un trámite igualitario en todas las incidencias de este caso y evitar, en definitiva, mayor litigiosidad y la posible afectación de derechos”. Cuando un juez es recusado, elabora un informe donde explica por qué debe seguir o no al frente de una causa, pero quienes resuelven son sus colegas. Borinsky resolvió por sí mismo. Ledemsa alertó que “se configura así un supuesto donde el juez recusado explica, responde y resuelve toda la cuestión en un mismo plano argumental; con una irremediable lesión a la trasparencia”.
Fuente: página 12