No hubo bloque que escapara a la caída. La producción de lácteos bajó 12 por ciento; la de carnes rojas, 8,8. Las metálicas, 23,1.
La actividad fabril se aleja cada vez más de los primeros brotes verdes que promete, a esta altura ya sin fecha cierta, el equipo económico de Mauricio Macri. La medición de septiembre, según el Estimador Mensual Industrial (EMI) que difundió ayer el Indec, arrojó una baja del 7,3 por ciento respecto de igual mes del año pasado. Se trata de la octava caída interanual consecutiva y la segunda más profunda de 2016, sólo superada por el desplome de 7,9 por ciento en julio. El retroceso para el acumulado de los primeros nueve meses del año se amplió al 4,6 por ciento. El Indec dejó de publicar el dato contra el mes anterior.
Los sectores más afectados fueron el automotor, con un baja de 22,5 por ciento, e industrias metálicas básicas, con 23,1. De los directivos relevados en la encuesta de expectativas del Indec, el 78,9 por ciento anticipa que la demanda interna se mantendrá en los actuales bajos niveles o se deteriorará aún más y el 75,4 por ciento hace el mismo pronóstico para las exportaciones, mientras que el 91,7 por ciento de los consultados no prevé incorporación de personal o aguarda un recorte.
Desde el gobierno habían celebrado el mes pasado, cuando se conoció el dato de agosto, una desaceleración en el ritmo de caída interanual de la actividad industrial, la que pretendieron hacer ver como el inicio de una tendencia hacia una posterior recuperación. La cifra de agosto fue un rojo de 5,7 por ciento, inferior al 7,9 de julio y al 6,4 de junio. Pero el salto de septiembre dejó en claro que se está lejos del fin de vendaval económico que generó el macrismo. El menor consumo interno y la caída de la demanda externa, sumados a un ingreso de importados que reemplaza producción local, se hace sentir en la industria.
Las industrias metálicas básicas registraron en septiembre un declive de 23,1 por ciento respecto de igual mes del año pasado. Dentro de ese rubro, se destaca el retroceso de 27,8 en la producción de acero. Según datos de la Cámara Argentina del Acero, la menor actividad siderúrgica afecta tanto a los laminados planos como a los productos no planos, cuyas producciones disminuyeron 10,8 y 21,6 por ciento en el acumulado a septiembre. Entre los laminados no planos cabe mencionar, según datos del Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC), que el consumo interno de hierro hormigón presenta una caída de 21,2 por ciento interanual.
La producción automotriz continúa siendo el lastre del indicador, con un retroceso interanual de 22,5 por ciento en septiembre, mientras que el resto de la industria metalmecánica cayó 10,9 por ciento. La industria alimenticia se deterioró un 5,9 por ciento y se registran disminuciones en el nivel de actividad en producción láctea, con un 12 por ciento, seguida por carnes rojas (-8,8 por ciento), la elaboración de bebidas (-9,5) y molienda de cereales y oleaginosas (7,7), según el informe oficial.
En el rubro textil, uno de los más castigados por el ingreso de material importado con un rojo de 12,1 por ciento interanual, hubo una caída de 20,5 por ciento en la producción de hilados de algodón y de 5,6 por ciento en tejidos. La producción de papel y cartón retrocedió 8,3 por ciento y la refinación de petróleo perdió un 3,3 por ciento. En el sector químico se destaca un desplome de 28,9 por ciento en la producción de detergentes y jabones y de 22,8 por ciento en fibras sintéticas. Por su parte, la producción de caucho y plástico se retrajo en 11 por ciento respecto de septiembre de 2015.
Las cifras acumuladas para los primeros nueve meses profundizaron las caídas para casi todos los rubros. Los bloques que registraron caídas fueron metálicas básicas (-15,2 por ciento), industria automotriz (-13,8), del tabaco (-7,3), metalmecánica –excluida la automotriz– (-6,1), edición e impresión (-5,5), productos minerales no metálicos (-4,9), refinación del petróleo (-4,7), alimentos (-1,9), química (-1,3), papel y cartón (-0,6) y caucho y plástico (-0,5). La industria textil presentó un aumento de 4,1 por ciento, con una marcada tendencia declinante.
Fuente: Página 12