El Consejo Federal de Salud (Cofesa) dio luz verde a todas las provincias para reforzar la vacunación contra el Covid-19 en todas las franjas etarias y para adelantar o ampliar la puesta en marcha de un pase sanitario en actividades con mayores riesgos de contagio.
La medida dispuesta con el acuerdo de todos los ministros de Salud del país se tomó ante el aumento de casos por séptima semana consecutiva y para frenar la propagación de la variante Ómicron, de gran transmisibilidad del virus.
El objetivo es retrasar la posibilidad de una nueva ola que ponga en riesgo la capacidad de atención del sistema de salud. “La pandemia nos ha enseñado y mostrado que cada respuesta genera nuevos desafíos. Y la nueva variante Ómicron nos viene a traer un desafío más”, afirmó la ministra Carla Vizotti.
Nuevas estrategias de prevención
Fue la ministra quien propuso a los ministros provinciales descentralizar la vacunación y establecer alianzas estratégicas para favorecer la oferta y mejorar los indicadores.
Por su parte, los integrantes del consejo destacaron la importancia del pase sanitario “para lograr un crecimiento de la vacunación”. En este sentido se estableció que las jurisdicciones “podrán adelantar y ampliar su implementación en función de las actividades que se consideren más riesgosas”.
De esta manera, el Cofesa planteó la importancia de generar las estrategias necesarias para el diagnóstico temprano de los casos, a fin de aislar casos y contactos con mayor premura.
Vizzotti alertó sobre la dinámica de transmisión con la que Ómicron se manifestó en diversos países, transformándose en predominante muy rápidamente y “tensionando los mecanismos de rastreo, aislamiento y seguimiento de los contactos positivos”.
El aumento de casos es preocupante
La directora de Epidemiología e Información Estratégica, Analía Rearte, indicó que luego de 20 semanas de descenso consecutivo de infectados, “el país lleva siete semanas de aumento en el número de casos”.
Los contagios se dieron en medio de aperturas y transmisión comunitaria de la variante Delta. El dato bueno es que “la tendencia en relación a fallecimientos sigue siendo baja”.
En ese sentido, Rearte informó que los análisis realizados en las últimas cuatro semanas arrojan que la mortalidad en población con dos dosis es de 3,7 por cada millón de personas, mientras que en población no vacunada es de 10,5 por cada millón.