Esa es la caracterización de las manifestaciones contra medidas legitimas del presidente A. Fernández y del Gobernador R. Quintela a fin de frenar los contagios y poder cuidar la vida y salud de la sociedad entera, evitando el colapso del sistema sanitario.
La consigna de los gobiernos populares es la Vida: defenderla, protegerla y promoverla.
La responsabilidad, sostenida cientificamente y por el buen sentido común, es tomar decisiones que limiten la circulación de las personas para derrotar al Virus que nos acecha y agrede.
Mientras la seriedad y sensatez nos desafia y llama a la solidaridad, cumpliendo medidas sanitarias y sociales para superar esta encrucijada, la pequeñez oportunista de dirigentes, que solo piensan en inconfesables intereses egoistas, muestran sus garras de odio y confabulación destituyente y antidemocrática, usando los entendibles y atendibles reclamos de sectores afectados transitoriamente y que los mismos Gobernantes populares procuran y ofrecen formas de contener y apoyar.
Mientras unos cuidan y priorizan el amor a la vida, otros irresponsables, agitan el odio, la descalificación destructiva, la estigmatización totalitaria y fachista de que los gobiernos populares son la asfixia estatizante y comunista, como se dijo con todas las letras al frente de la casa particular del Gobernador, que son las mismas palabras y conceptos de los que justificaron y justifican la dictadura genocida, que también aportaban su presencia en las marchas anticuarentena de estos dias.
Está cada vez mas claro, por un lado un gobierno nacional y provincial que cuida, con el apoyo mayoritario del pueblo, por otro, opositores desquiciados, que no les importa la vida y la solidaridad, sólo el calculo egoísta de sus mezquinos intereses y su sed destructiva de réditos electorales.
Fuerza Gobernador. La Vida vale más que los insultos y las piedras de los mediocres y oportunistas.
A los insensatos y oportunistas, ” si no los despeina el viento, los va a despeinar la historia”.
Pocho Brizuela