Fuente: Revista Noticias
A quienes hayan seguido con interés las repercusiones de la denuncia de Thelma Fardin, en las últimas semanas, les habrá llamado la atención la cita constante de un nombre por parte de las actrices que la acompañaron en la acusación. Ese nombre es el de Rita Segato, la pensadora que tal vez más ha influido en la movilización de las mujeres que conmueve al país en los últimos tres años.
Segato es una antropóloga argentina que brilla en el mundo. Feminista activa, sus estudios sobre la violencia contra las mujeres y sus teorías sobre el poder en el sistema patriarcal le han dado un aire nuevo al campo de las investigaciones de género.
Sus libros, todos reeditados recientemente por editorial Prometeo, deben leerse con lápiz en la mano. El pensamiento de Segato es denso y profundo. Imposible no detenerse, a cada rato, a analizar la multitud de cuestiones que pone en juego línea a línea. Lo que más asombra en ella, es la nueva mirada sobre los conflictos de siempre en materia de género.
Su recorrido académico es peculiar, pero tal vez sea justamente esa la clave de su originalidad. Desde muy joven estudió música y danzas, y más tarde, Antropología; para especializarse en etnomusicología, en Caracas.
En la Universidad Queen’s de Belfast se doctoró en Antropología Social. Casi toda su carrera como investigadora ha transcurrido en la universidad de Brasilia, adonde se de desempeña hasta hoy. Un trabajo que realizó en los años ’90 con presos condenados por violación en las cárceles de Brasil, la instaló definitivamente en el campo de los estudios de género.
Hoy es una autoridad en la materia, consultada en toda Latinoamérica, adonde ha investigado los femicidios de Ciudad Juárez y la violencia contra las mujeres en El Salvador.
Los libros. “Las estructuras elementales de la violencia”, “La guerra contra las mujeres” y “Contrapedagogías de la crueldad”, su último libro (Prometeo).
Aportes. “Rita se constituyó en una de las principales voces teóricas y -yo diría- políticas de América Latina”, explica Dora Barrancos, referente fundamental de los estudios feministas en la Argentina y directora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en representación de las Ciencias Sociales y Humanas.
Amiga personal de Rita Segato, a la pregunta de NOTICIAS por el aporte de la antropóloga al feminismo actual, Barrancos responde: “Ha habido muchos descriptores de la violencia patriarcal y del patriarcado. Pero Rita le trajo al feminismo una elucubración muy detallada y muy aguda. Con su famoso texto, un texto fundacional, ‘Las estructuras elementales de la violencia’, abre puertas respecto de la condición política del sometimiento. Ella trabaja estos sometimientos no como una ‘causa sexualis’ sino como la fundamentación política del sujetamiento leída a lo largo de ciertos tiempos históricos”.
Justamente en “Las estructuras elementales de la violencia”, Rita Segato da vuelta las interpretaciones habituales sobre la violación, corriéndolas de las causales sexuales para darle un marco más amplio, en el contexto de un sistema que oprime de modos diversos, tanto a hombres como a mujeres. Para ella, detrás de una violación hay un mensaje y múltiples intenciones sobreimpresas.
Es un disciplinamiento moral sobre la mujer, pero también un acto de soberanía y un diálogo entre iguales (“una demostración de fuerza y virilidad ante una comunidad de pares”).
La novedad que aporta Rita Segato es correr la discusión de la guerra entre hombres y mujeres para poner el eje en la lucha por derribar las estructuras de poder del patriarcado. En la introducción de su último libro, “Contra-pedagogías de la crueldad”, lo expresa claramente, al considerar también a los varones como víctimas: “Una de las claves del cambio será hablar entre todos de la victimización de los hombres por el mandato de la masculinidad y por la nefasta estructura corporativa de la fratria masculina. Existe violencia de género intra-género, y la primera víctima del mandato de masculinidad son los hombres: obligados a curvarse al pacto corporativo y a obedecer sus reglas y jerarquías desde que ingresan a la vida en sociedad”.
Otro eje de pensamiento interesante en Segato, ligado a su condición de antropóloga, es el valor que da al arraigo en la comunidad para la instauración de una vida más plena. “Retejer comunidad significa alistarse en un proyecto histórico que se dirige a metas divergentes con relación al proyecto histórico del capital”, dice en su libro “La guerra contra las mujeres”.
Seguidores. ¿Es Segato la ideóloga de los movimientos feministas en la Argentina hoy? Según Barrancos, ella no se permitiría esa denominación, pero sí ha sido una “contribuyente fundamental”. Otra virtud de Rita, según Barrancos, es que “es una activista del feminismo”. Lejos de suscitar una adhesión incondicional, Segato obliga a quienes se sumergen en las páginas de sus libros, a ejercitar un pensamiento profundo que tenga en cuenta todas variables de la problemática de la violencia de género: políticas, sociales, histórica y psicológicas.
En una larga entrevista que brindó a Página 12 y a la periodista Mariana Carbajal después de la denuncia de Thelma Fardin, reveló su preocupación respecto de las “linchamientos” públicos. Alertó contra “glamourización” de la violencia en los medios y el “feminismo del enemigo”. “El feminismo no debe construir a los hombres como sus enemigos ‘naturales’. El enemigo es el orden patriarcal. Cuidado con los linchamientos porque hemos defendido durante mucho tiempo el derecho al justo proceso. Que la mujer del futuro no sea el hombre que estamos dejando atrás”.