Como cada 31 de diciembre tiene lugar el Tinkunaco entre el Niño Jesús Alcalde y San Francisco Solano, que como expresaba el beato Monseñor Enrique Angelelli, en cada encuentro manifestamos lo que vivimos como pueblo y lo que aún nos falta.
En la oportunidad, el gobernador, Ricardo Quintela, indicó que “viví este tinkunaco con mucha emoción” porque “este es un tinkunaco muy particular porque compartí con mi hermano de toda la vida, él con su responsabilidad como intendente, yo como gobernador, y estoy muy orgulloso. Es distinto por eso, y porque aprendimos mucho del tinkunaco, de sus orígenes, de cómo se manifestaba antes. Cada día tenemos que armar un nuevo tinkunaco, espontáneo, con la gente, siempre con ese abrazo cargado de amor, de fraternidad, de esperanza y aunando esfuerzos para trabajar por nuestra comunidad”. “Ante la finalización del año 2023 y el comienzo del 2024 quiere decirle a las y los riojanos que aunque tendremos un año difícil deseo y confío sea positivo. Yo tengo mucha fe y esperanza, que me viene de la fuerza y el amor del pueblo. Lucharemos por la defensa de nuestra provincia y nuestro país para que no queden desprotegidos en manos de un mercado que no regula más que su bienestar”, expresó.
Por último afirmó: “Es importante que haya un Estado presente que pueda garantizar que no haya posiciones dominantes de aquel que tiene el poder por sobre el que no lo tiene. Unidas y unidos saldremos adelante”.
La vicegobernadora, Teresita Madera, manifestó que “en este caso no solo estoy acompañando al gobernador sino fundamentalmente al pueblo de La Rioja porque siempre vengo junto con mi familia, porque siento que es el lugar de mayor encuentro colectivo se da”.
“Deseo de todo corazón que este tinkunaco sea para bien, para transitar un 2024 que seguramente será complejo pero que esperamos que sea especialmente con amor al prójimo y a nuestra tierra”, señaló.
El intendente municipal, Armando Molina, reconoció que le resultaba muy difícil no emocionarse “con tantos rostros morenos, bajo el sol que nos abraza y nos recuerda que estamos en La Rioja de viento sonda, de cerros nevados y de gente maravillosa”. Asimismo aseguró que “este tinkunaco tiene que perdurar, todos los días nos tenemos que abrazarnos más allá de las diferencias. Tiene que ser eterno. Este tinkunaco tiene que ser el punto de partida hacia la riojanidad que todos necesitamos”.
Finalmente dejó su saludo para las y los riojanos: “Abran sus corazones porque con fe, con amor y esperanza vamos a lograr el ascenso social que nos merecemos”.
Por su parte, la viceintendenta, Mónica Díaz Dalbano, se mostró “muy emocionada en este encuentro, unidos en la misma fe” y sumó: “Les quiero decir a los riojanos que vivamos este tinkunaco abriendo nuestros corazones para poder recibir las bendiciones de Dios”.