Por Raúl Kollmann para Página 12
Mientras en Moscú dan por casi confirmado un nuevo vuelo de Aerolíneas Argentinas a buscar vacunas, el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció este martes en Moscú que se han establecido suministros regulares de vacunas contra el coronavirus para ciudadanos argentinos y se está discutiendo el tema de la producción local. De esta manera, se le da aún más fuerza a los dos movimientos que están en marcha. Por un lado, la provisión de Spurtnik V, que viene a un ritmo de unas dos millones de dosis por mes, pero que Rusia prometió aumentar. Con el avión que se está preparando se totalizaría un millón y medio en mayo y la lógica es que haya otro vuelo antes de fin de mes. Por el otro lado está el proyecto, junto con el laboratorio Richmond, de terminar la producción en Argentina. Para cumplir con este último plan, el Instituto Gamaleya y el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) deberían enviar, según lo pactado, dos millones de dosis del elemento activo antes de fin de mayo. Si eso se concreta, Richmond entregaría esas dos millones de dosis en junio.
“Damos gran importancia a la alianza estratégica con Argentina. Mantenemos buenas relaciones con el presidente (Alberto) Fernández, agradecemos su compromiso con la coordinación mutua efectiva en la esfera política, así como con la construcción de lazos en el campo económico”, dijo Putin. El presidente ruso realzó así que el gobierno argentino fue el primero en autorizar la Sputnik V fuera de Rusia y después de Bielorusia, un aliado de Moscú. Después de eso, la vacuna fue aprobada en 54 países. La jugada del gobierno de los Fernández fue audaz y se convirtió en un acierto de magnitud.
El nuevo vuelo se prepara en el marco de un ritmo sostenido de un avión cada siete o diez días, a veces con dos vuelos que vienen con muy poca diferencia de tiempo y después un espacio un poco mayor. Durante abril los embarques que llegaron a Ezeiza totalizaron dos millones de dosis, mientras que en lo que va de mayo llegó un millón más. El RDIF prometió aumentar el ritmo en función de nuevas plantas productoras y teniendo en cuenta que se cortó la posibilidad de la fabricación en India porque el gigante asiático prohibió la exportación de vacunas ante la catástrofe sanitaria que está viviendo. La lógica indica que vendría medio millon de vacunas en el próximo viaje de Aerolineas y antes de fin de mayo una cantidad similar. Según han dicho la ministra Carla Vizzotti y la asesora presidencial Cecilia Nicolini en alguno de los vuelos vendrán de la dosis 2 de la Sputnik V para completar la vacunación de los que recibieron la dosis 1 a fines de febrero y principios de marzo. En junio, como mínimo, vendrían otros dos millones de Sputnik V, con lo que el país conseguiría más de cinco millones provistos por los distintos laboratorios.
“Ya se han establecido suministros periódicos del fármaco para la vacunación de ciudadanos argentinos -redondeó el mandatario en Moscú-. Se está discutiendo la idea de establecer la producción de vacunas en territorio argentino”. En este punto hay un contrato firmado con el empresario Marcelo Figueiras, se mandaron las primeras pruebas para el control de calidad y se está a la espera de la llegada de las primeras dos millones de dosis para terminar en una planta alquilada por Richmond, mientras construye una nueva planta propia. El proceso no es tan sencillo, porque se requieren más controles de calidad y una nueva autorización de la Anmat.