Alberto Fernández se levantó, leyó los diarios y se centró en un título de Clarín. “Leo la tapa del diario de hoy de la principal empresa de medios y telecomunicaciones del país diciendo que ‘el Gobierno pierde su único voto en la Corte’. Estoy impactado. Si el Gobierno perdió su ‘único voto’, ¿de quienes son los cuatro votos restantes?”, se preguntó el primer mandatario. Apenas hizo el posteo, la vicepresidenta Cristina Kirchner lo retuiteó.
Fernández se hace la pregunta un día después de la renuncia a la Corte Suprema de Justicia de Elena Highton de Nolasco, que fue comunicada a sus pares este martes, en plena reunión plenaria del máximo tribunal.
La suprema pidió salir unos segundos del encuentro para atender un llamado: era el Presidente, que le comunicaba que aceptaba su renuncia, que había sido presentada con fecha 30 de septiembre.
Ahora el Gobierno tendrá que iniciar los pasos formales para que comience el nada sencillo proceso de cobertura de la vacante, teniendo en cuenta que cualquier nombre que presente el Presidente deberá ser aprobado por la Cámara alta y no se sabe si el Gobierno va a mantener la mayoría después de las elecciones de noviembre habida cuenta del resultado electoral de las PASO.
La jueza Elena Highton de Nolasco dejará la Corte Suprema el 1 de noviembre. Así lo anunció en la carta de renuncia que presentó ante el presidente Alberto Fernández, donde no explica las razones de su decisión. Highton, como informó este diario, tenía un gran enojo con la mayoría de sus colegas por cómo se había llevado a cabo la renovación de autoridades que convirtió a Horacio Rosatti en el nuevo presidente del tribunal, elección en la que la ella se negó a participar junto (y en apoyo) a Ricardo Lorenzetti. Al final de la reunión, dejó trascender que a su modo de ver la Corte experimenta un “fin de ciclo”.
A la vez, sus pares la cuestionaban a ella por haberse quedado en el cargo después de los 75 años al conseguir un amparo, aunque esa es la edad límite para jueces y juezas que establece la Constitución Nacional. El máximo tribunal, ya golpeado por los últimos sucesos internos, fracturado, quedará con cuatro integrantes, todos varones, y se abre un panorama incierto sobre su futuro y su funcionamiento. Es cantado que su reemplazante debe ser una mujer.
Highton, que hoy tiene 78 años, fue la primera mujer en asumir en la Corte Suprema en democracia. Su única lejana antecesora, Margarita Argúas, había sido nombrada por el gobierno de facto de Roberto Levingston, en 1970. Después de impulsar la renovación de la vieja Corte de la mayoría automática menemista, Néstor Kirchner promovió su nombramiento y el de la fallecida Carmen Argibay, quien tardó un tiempo más en asumir porque integraba el Tribunal Criminal que juzgaba los crímenes en la exYugoslavia en La Haya y debía terminar esa tarea. Por esas paradojas de la vida, el nombre de Highton fue propuesto por Alberto Fernández, que era jefe de Gabinete, había sido alumno de ella, y ahora es el destinatario de su renuncia.