Esta campaña propone el uso de un distintivo a las personas con baja visión, con el objetivo de facilitar la interacción social de las personas afectadas. En La Rioja, Fundanoa se suma a esta importante iniciativa, haciendo la entrega del ping a pacientes que acuden a la fundación y presentan casos de baja visión profunda e irreversible.
La iniciativa española “Tengo Baja Visión ha sido impulsada por más de 30 asociaciones de personas con discapacidad visual y 200 profesionales de la visión de toda España, buscando facilitar la comprensión ante la problemática que conlleva, mejorar la interacción social de las personas que tienen la condición y sensibilizar a la población en general sobre su existencia.
Al respectó, el titular de FUNDANOA, Dr. Antonio Anzalaz, habló sobre la campaña que busca sensibilizar a la población sobre esta condición, “el objetivo de este ping es visibilizar a estas personas que tienen baja visión y que puedan recibir la ayuda de las personas con las que se cruzan, o si se encuentran esperando en alguna sala de oficina puedan recibir ayuda de alguna persona que está a su lado, porque sus ojos tiene aspectos normales, sanos, pero están viendo muy poco”.
Asimismo, indicó, “creo que somos la primera institución de Argentina que se suma a esta iniciativa, me parece muy buena idea para ayudar a las personas con baja visión definitiva que ni la corrección óptica ni la cirugía ofrecen solución y necesitan de la asistencia y la colaboración de la gente”.
Anzalaz, explicó que, “se trata de pacientes con baja visión irreversible, aquellos que están viendo menos del 30 por ciento de lo normal y esa baja visión puede ser por una enfermedad congénita o adquirida, que son generalmente afecciones de la retina y el nervio óptico por eso son irreversibles”.
Sobre la campaña
La campaña #TengoBajaVisión es una iniciativa nacida en Guipúzcoa de la mano de Retinosis Gipuzkoa Begisare y cuenta con 30 asociaciones de personas con discapacidad visual y 200 especialistas, así como del Gobierno Vasco.
El distintivo se puede usar solo o acompañando al bastón blanco o perro guía, indicando así que quien lo usa tiene un resto útil de visión. En el caso de la sordoceguera su uso es compatible con el bastón blanco y rojo que identifica al portador como una persona que también tiene una discapacidad auditiva.