Los cortes más populares son los que más aumentaron: asado, vacío y matambre. La presión de las compras chinas incide, pero no es toda la explicación.
Los precios de la carne experimentaron en los últimos doce meses (entre abril de 2020 y el mismo mes de este año) un aumento del 66,1 por ciento (casi veinte puntos por sobre la variación del índice de precios al consumidor). Pero los cortes que más se encarecieron fueron los de alto consumo popular: asado, vacío y matambre subieron sus precios entre el 75 y el 81%. Las conclusiones surgen de un estudio realizado por el Observatorio de Precios de CEPA, que además analiza la evolución de los valores de frutas y hortalizas, realizando un seguimiento pormenorizado, por mes y por producto, desde enero de 2020 cuando el actual gobierno se puso en marcha. A partir de allí, el trabajo del Observatorio analiza las distintas políticas de precios aplicadas sobre productos de consumo masivo.
Ya desde comienzos de 2020, se produjeron incrementos importantes en el precio de la carne vacuna, según subraya el informe. En enero de ese primer año del gobierno del Frente de Todos, el aumento de precios en el promedio de los cortes ya alcanzaba al 7,6%. En marzo-abril se produjo otro salto importante de los precios y hacia fin de año, la evolución mensual mostró un alza promedio del 7,7 por ciento en noviembre y del 20,2 en diciembre.
El año 2021 no llegó mucho más aliviado, ya que en enero del corriente año se sumó otro aumento del 6,3% y en marzo del 7,3%. Al mes de abril, el alza de los doce meses anteriores ya alcanzaba al 81,5% para el asado, a 76,6 en el matambre y a 74,9 el vacío.
“Uno puede buscar las razones del incremento, por un lado, en el aumento del precio internacional de las commodities, no solamente la soja, sino también el maíz y el trigo”, dio una primera explicación Florencia Gutiérrez, analista económica de CEPA. El maíz es un insumo del engorde del ganado vacuno. El 70 por ciento de lo que se comercializa localmente se destina al feedlot, esto es el engorde en corral de los animales.
Además, durante el año 2020 la incidencia de la demanda de importación china de carnes argentinas fue fundamental. La participación de la potencia asiática cambió radicalmente el tipo de demanda de carne para exportación, ya que China compite por los cortes más económicos además de los tradicionales en la exportación a Europa, por caso. Esto impactó “disparando los precios internos” al competir por los mismos cortes que la demanda local, señaló Florencia Gutiérrez a Página/12.
Ante este escenario, el gobierno implementó políticas de acuerdo para el abastecimiento de cortes seleccionados a precios accesibles, tanto con la cadena de producción como de comercialización de la carne. También se dispusieron medidas de control de precios de exportación y el seguimiento de los precios en el mercado de hacienda, con el fin de captar irregularidades en la comercialización interna y externa que podrían estar justificando aumentos y demanda adicionales sobre el precio de la hacienda
“Uno podría encontrar justificaciones para el incremento en el precio de la carne, por aumento de costos o por la inflación en general, pero eso de ningún modo justifica el incremento interanual de la carne, es claro que pasan otras cosas. Y si bien las medidas del gobierno son acertadas, tienen una funcionalidad más bien paliativa, no se resuelve el problema de concentración que hay de fondo”, señaló la analista de CEPA.
Con respecto a las frutas y hortalizas, hubo factores vinculados a la estacionalidad y dificultades puntuales en la producción o en la cosecha que restringieron la oferta. afectando el nivel de precios. Los incrementos interanuales en manzanas, cebolla y lechuga superaron el 100%. En naranjas oscilaron en torno al 85 por ciento y en zapallo y papa estuvieron en torno al 70%. “En este caso, es más difícil establecer el por qué de los incrementos, ya que el sector está muy atomizado y tiene un componente estacional que es bastante fuerte”, advirtió Florencia Gutierrez.