Jorge Romanazzi, sólo quiere más independencia. Hace 37 que está en sillas de ruedas y quiere valerse por sí mismo, Por eso adquirió en el exterior una silla especial que le permitiría estar en posición casi vertical y así lograr la independencia que tanto desea.
Luego de algunos trámites la silla llegó vía aérea, pero por cuestiones de seguridad la batería que permite que el artefacto funcione debía llegar por barco.
Ahora para retirar de aduana la batería que le permitirá a Jorge usar su silla debe abonar $50.000 en concepto de impuestos y trámites aduaneros.
En el país del revés, donde una silla de ruedas cuesta más que un auto de auto de alta gama.
https://www.youtube.com/watch?v=lXblNtg0Kfg&feature=youtu.be