5 de Noviembre de 1975. Agustin Tosco.
“Para que todos juntos, trabajadores, estudiantes, hombres de todas las ideologías, de todas las religiones, con nuestras diferencias lógicas, sepamos unirnos para construir una sociedad más justa, donde el hombre no sea lobo del hombre, sino su compañero y su hermano.”
En un nuevo aniversario de la muerte de Agustin Tosco, el 5 de noviembre de 1975, como consecuencia de una infección generalizada, en condiciónes de clandestinidad debido a la persecución facista de la burocracia y el poder represivo de la Intervencion en Cordoba, que en una situación normal hubiera podido ser atendida y resuelta.
Tosco fue un trabajador que a través de su lucha se convirtió en uno de los mejores y mas consecuentes representantes de los intereses de los desposeídos, de los explotados, de los oprimidos. Uno de los mejores hombres que dio el movimiento obrero. Un dirigente inclaudicable en sus convicciones. Jamas involucrado en las pujas esteriles de la burocracia y el formalismo. Fue de los que asumieron la vida como una permanente lucha por los demás, por los otros.El ejemplo y la referencia, desde el hacer, de que un dirigente, un gremialista, un luchador social, no es mas que un servidor sin aspiraciones subalternas, ajeno a las apetencias personales. Constructor y realizador permanente de alternativas que va gestando con sus compañeros, como toma de conciencia en el camino de la liberación nacional y social de los trabajadores y el pueblo.
Tosco definia con suma claridad a nuestros enemigos, a los enemigos de los trabajadores y el pueblo. El imperialismo, principal responsable de todos los males en los países sometidos. Por eso fue antiimperialista convencido, a partir de las distintas agresiones e intervenciones que la historia de America latina muestra y enseña.
A la oligarquía y las grandes patronales vinculadas a los monopolios. Y a la burocracia sindical, y política, que son los entregadores de los intereses de los trabajadores.
Estos tres sectores son responsables funcionales, aliados, a quienes nos explotan y “convierten al hombre en lobo del hombre”
Su definición y su lucha antiimperialista lo llevo a compartir esfuerzos y tribuna con Osvaldo Dorticos, presidente de Cuba en 1973, en el aniversario del Cordobazo. Viajar como invitado por la Central Unica de Trabajadores de Chile a la asunción del Presidente Salvador Allende, presidente socialista electo por la Unidad Popular.
Sin duda su preocupación fundamental fue como aunar desde el campo popular una estrategia política de poder para no solo derrotar al poder hegemonico dominante sino también emprender con la clase obrera y el pueblo el camino de la liberación social. Por eso compartio sus desvelos, sus mensajes, sus marchas callejeras, con hombres de distintas corrientes políticas ideológicas.
En lo sindical, compartio las resoluciones de Huerta Grande y la Falda. Y creo junto a Raul Ongaro, Atilio Lopez la CGT de los Argentinos. Se destaco en un cumulo de dirigentes que trabajaron sin descanso en el cumplimiento de las resoluciones adoptadas en lucha por el movimiento obrero. Construyo una intensa y fruticfera relación con los estudiantes. Ello le valio ser designado para acompañar los restos de Santiago Pampillon, primer mártir de la dictadura de Ongania y ser parte de la decisión del sindicalismo combativo decretando paros y movilización en repudio a los asesinatos de Cabral en Corrientes y Bello y Blanco en Rosario. Diserto en las Universidades y participo y propicio de manera esencial la relación entre trabajadores y estudiantes, que tuvo su punto culminante en el Cordobazo y como consecuencia del mismo, se manifesto en una serie de puebladas a nivel país: Rosariazo, Mendozazo, Tucumanazo,etc.
Tuvo una relación particular, especial, con los Sacerdotes del Tercer Mundo. Reivindico las Resoluciones del Sinodo de Obispos en Medellin en opción por los pobres. Es decir, elevaba a un plano político toda la incomparable fueza de masas movilizadas y organizadas, discutiendo, reflexionando y luchando por toda una serie de cuestiones que eran parte del debate en lo económico, lo social y político.Ajeno a todo formalismo, personalismo y mezquindades subalternas establecia relaciones con toda la dirigencia popular y revolucionarias. Su practica se resumia en una gran labor educativa y combativa y lo evidenciaba como luchador y referente.En momentos de crisis, preocupantes en un periodo democrático del país, propicio, participo y organizo el Frente Antiimperialista por el Socialismo. Con Atilio Lopez y Rene Salamanca de Cba.y otros dirigentes del sindicalismo combativo, creo el Movimiento Sindical de Base. Y ante la agudización de la reacción y represión previa al golpe de estado de 1976 oriento e impulso la constitución de un frente patriótico antifacista como respuesta necesaria de la clase obrera y el pueblo al proceso de derechización de la situación política en el país. Por ello su pensamiento sobre y desde el Sindicalismo de Liberación se asienta sobre tres banderas: la de unidad y lucha, la de justicia social, soberanía política y liberación nacional.
En el momento histórico que le toco vivir, lucho , trabajo, se esforzó sin perseguir otra cosa que ser útil a la causa de los trabajadores y el pueblo. Y en ese desarrollo del ser creemos estuvo su felicidad. Y podemos afirmar que también su alegría de haber logrado como hombre lo que soño como joven.
Nuestra experiencia – dice Agustín Tosco – nos ha enseñado que, sobre todas las cosas, debemos ser pacientes, perseverantes y decididos.
A veces pasan meses sin que nada aparentemente suceda.
Pero si se trabaja con ejercicio de estas tres cualidades, la tarea siempre ha de fructificar;
en una semana, en un mes o en un año.
Nada debe desalentarnos.
Nada debe dividirnos.
Nada debe desesperarnos”.
EX PRESOS POLITICOS