Durante su última jornada en Glasgow, el Presidente exigió “mayor flexibilidad en plazos y tasas” y propuso “crear mecanismos de pagos por servicios ecosistémicos”.
Por Romina Calderaro
Ante la atenta mirada del mandatario estadounidense, Joe Biden, Alberto Fernández insistió en que Argentina necesita “mayor flexibilidad en plazos y tasas” para afrontar la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Durante un foro en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), el Presidente puntualizó que “la sustentabilidad ambiental y social van de la mano” y que es necesario para los países en crisis que las deudas con los organismos multilaterales “sean sostenibles”. Más temprano, en su exposición final ante la Sesión Plenaria de la Cumbre, propuso “crear mecanismos de pagos por servicios ecosistémicos”.
En la evento titulado “Lanzamiento del Compromiso Global de Metano”, coordinado por su par norteamericano, el jefe de Estado argentino convocó a la “sensibilidad” de la comunidad internacional para “superar el obstáculo del endeudamiento externo” y reiteró que el país está “dispuesto a vincular parte del pago a las imprescindibles inversiones en infraestructura verde”. “Es necesario que las deudas a pagar sean sostenibles para garantizar una recuperación económica sólida y con inclusión social”, enfatizó haciéndose eco del pedido del Papa Francisco por una “globalización de la solidaridad”.
Frente a los representantes de grandes potencias económicas, Fernández recordó el inaudito crédito -57 mil millones de dólares- que Fondo Monetario le otorgó a la gestión de Cambiemos y la deuda que el país ahora está renegociando: “Es una suma mayor a la que el FMI destinó a todos los países del mundo para combatir la pandemia. Significa la mitad del presupuesto que el mundo comprometió para atender al cambio climático y que aún permanece incumplido”. De esta forma, señaló “el grado de inconsistencia” que el Estado debe “corregir” y pidió “mayor flexibilidad, en plazos y tasas, para honrar esa deuda”.
Tras anticipar que la economía argentina crecerá este año un 9 por ciento, Fernández aseguró que el país está dispuesto “a vincular parte de su pago a las imprescindibles inversiones en infraestructura verde”. “El futuro está en el desarrollo de una economía con conocimiento y capacidades tecnológicas, adaptando su matriz productiva con el hidrógeno –entre otras fuentes de energía renovable-, y apostando a la electromovilidad”, expresó. Así, reiteró uno de los ejes de la propuesta nacional para vincular la protección del medio ambiente con la capacidad de crecimiento de los países endeudados y agradeció “el esfuerzo de la comunidad internacional por la histórica emisión de Derechos Especiales de Giro (DEG) desde el FMI con el propósito de superar los efectos de la pandemia”.
Más temprano, en su exposición final en la Cumbre de Líderes de la COP26, Fernández reiteró que los DEG deben utilizarse para hacer “un gran pacto de solidaridad ambiental” que incluya a los países de ingresos bajos y renta media que sirva para extender los plazos de las deudas contraídas y obtener menores tasas. En ese contexto, también dejó en claro que la pandemia desnudó una crisis a nivel planetario que afecta “a la sociedad, la economía y el medio ambiente” y profundizó las brechas existentes entre los países desarrollados y pobres.
Ante este panorama, el Presidente dejó sentado que para que la cumbre no se limite a ser un diagnóstico y quede en palabras, la Argentina propone la creación de un Comité Político y técnico sobre financiamiento climático “con participación equitativa de países desarrollados y en desarrollo” que “trace una hoja de ruta sobre cómo movilizar los fondos necesarios teniendo en cuenta las responsabilidades comunes, pero diferenciadas”, el endeudamiento y los problemas estructurales. “Debemos comprometer aportes concretos que deben estar acompañados por medios para su implementación que nos permitan una transición hacia una economía limpia, con menos carbono y resiliente a los impactos del cambio climático”, explicó.
Asimismo, advirtió que “el impacto sobre los recursos y bienes naturales comunes ha superado límites que plantean desafíos concretos que deben ser atendidos”. Y señaló que “países como la Argentina constituyen, a través de sus ecosistemas, un sostén a los medios de vida de todo el planeta, al tiempo que contribuyen, de modo decisivo, a la seguridad alimentaria mundial”.
El compromiso argentino
Como muestra del compromiso de su gobierno con la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Acuerdo de París, destacó: “Hemos elevado nuestra Contribución Determinada Nacional (NDC) un 27,7% respecto a la de 2016, asumimos el compromiso de favorecer la inversión y el desarrollo de encadenamientos productivos nacionales para avanzar con una matriz energética inclusiva, estable, soberana, sostenible y federal; e impulsamos un complejo productor y exportador de hidrógeno como nuevo vector energético”, entre otros puntos. “Llamamos a cumplir los compromisos y obligaciones asumidas por las economías desarrolladas y garantizar el acceso a los 100 mil millones de dólares destinados a impulsar la acción climática”, dijo el Jefe de Estado. Y concluyó: “Es momento de actuar, hagámoslo juntos”.
En este escenario, Argentina firmó ayer el Compromiso Global de Metano, una propuesta impulsada por Estados Unidos, la Unión Europea y sus socios destinada a reducir sus emisiones para combatir el efecto invernadero y reducir el calentamiento global. El documento fue firmado por más de 100 países que representan el 70 por ciento de la economía mundial y casi la mitad de las emisiones antropogénicas de metano.
También adhirió a un acuerdo para frenar y revertir la deforestación de bosques nativos y la degradación del suelo. Este compromiso, que tiene como fecha límite el 2030, se anunció como uno de los logros concretos de la Cumbre. En su intervención en el plenario de la COP26, el Fernández había anticipado que tomaría “medidas profundas para erradicar la deforestación ilegal, tipificándola como delito ambiental”. El jefe de Estado calificó estos avances como “tangibles” y “concretos”, y aseguró que ratifican el compromiso de la Argentina en la lucha mundial contra el cambio climático.
El regreso
Luego de cuatro días de viaje, ayer a las 18.50 de Escocia (15.50 de Argentina) el Presidente y la primera dama, Fabiola Yañez, emprendieron el regreso a Buenos Aires junto a gran parte de la comitiva nacional. El ministro de Economía, Martín Guzmán; y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz; seguirán en Roma para continuar negociando la deuda con el FMI. En tanto, los ministros de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; y el de Medio Ambiente, Juan Cabandié; permanecerán en la Cumbre que finaliza el 12 de noviembre.