Júbilo cristiano y sensibilidad fraterna
Todavía quiero pedirles un gesto más en este tiempo de Adviento fraterno y solidario. Me refiero al uso de fuegos artificiales en nuestras fiestas religiosas. Culturalmente estos elementos expresarían alegría con su estruendo. Sin embargo, la utilización de pirotecnia en general tiene consecuencias graves que se traducen en daños a la salud auditiva y otros trastornos en la población (niños, ancianos, enfermos en general). La hermana naturaleza también lo padece, especialmente en los animales domésticos. Muchas organizaciones solidarias me han pedido que trasmita la necesidad de no utilizar pirotécnica, de reemplazarla por otros signos que trasmitan nuestro júbilo sin dañar a nadie ni a nada.
Concretamente pido a las comunidades cristianas que no utilicen fuegos artificiales en las fiestas patronales y religiosas. Incluyo en este pedido y con bastante anticipación, al Tinkunaco y la procesión de San Nicolás, el primero de enero. En un Adviento fraterno y solidario, ese enorme gasto podría sustituirse con iniciativas efectivas de caridad cristiana hacia quienes sufren esta crisis económica. La mayor, la más importante tradición en la Iglesia es el amor.
Mis queridos hermanos, caminemos juntos en la presencia de Dios mientras esperamos a Jesús. Sea Él, el corazón de nuestra esperanza en estos tiempos duros y llenos de desafíos que nos interpelan como sociedad.
Los abrazo en nuestro Niño Alcalde y buen Pastor, a quien aguardamos atentos, llenos de alegría y deseos de fraternidad solidaria.
Marcelo Daniel Colombo, Padre Obispo de La Rioja