Daniel Casím: “Quedó totalmente atrasado desde el año 2020 que tuvimos el problema de la pandemia y evidenció este problema. Aparte que no tenemos la posibilidad de poder acceder a elementos que son costosos porque muchos de ellos están atados al dólar”. “El atraso por la inflación es mucho mayor de lo que uno cree”. “Llega un momento en que no se puede dar una prestación con calidad”. “Los costos no son claros, las obras sociales y las prepagas no lo cubren, no lo actualizan y prometieron cobrándole al afiliado un determinado tratamiento”. “Hoy no puedo realizar un tratamiento de calidad a ningún paciente”. “El año pasado tuve que dejar de trabajar”. “EL paciente no sabe lo que percibe el profesional. Nosotros ponemos infraestructura, equipamiento y demás. Y tenemos el mismo problema que tiene los prestadores que tienen clínicas, como el señor Belocopitt que es el presidente de la Cámara de prestadores de salud de medicina prepaga, que dice no puedo dar prestaciones porque tengo muchos insumos”. “El sistema se llegó a un punto donde no se puede dar prestación a nadie porque no es financiable. Colapsó el sistema de salud”. “En algunos lugares se bajó el 100% de las obras sociales. Difieren el pago entre 90 días a 180 días”. “En Capital y Gran Buenos Aires la gran mayoría de afiliados a círculos, federaciones y asociaciones, están dejando de atender. Peligran los círculos en la provincia de Buenos Aires y el interior del país porque ya no hay asociados”. “Hay una regulación por la Superintendencia de Salud, el Ministerio de Salud también tiene injerencia”. “Se establece un valor de prestación. Si es odontológica es una sola consulta por año y después la práctica. Todo eso le pone el valor el que lo contrata”. “Tuve que dejar de trabajar con las prepagas porque no puedo reponer”. “Cuando firmo un contrato con una prepaga de primer nivel, no puedo decirle -al paciente- cuánto vale el tratamiento”. “El mercado de la salud es muy leonino. Un consultorio odontológico para montarlo en infraestructura es un departamento más”. “Con lo que me están pagando las obras sociales y prepagas no se puede pagar ni siquiera las expensas, vivir, vestirse o comer”. “Hay que sincerar el sistema. No se pueden dar todas las prestaciones metidas en un solo paquete”. Comentó que hay muchos profesionales que se están yendo del país. “Si son profesionales recibidos de la UBA o de universidades nacionales estatales tienen mejor aceptación. La mayoría de los chicos se están yendo casi todos afuera”. “Están cobrando entre 1200 a 20 mil dólares por mes. Y acá en términos de lo que estoy cobrando yo con 28 años de profesión, sería algo así como 400 dólares”.
Entrevistado: Daniel Casim – presidente de la Asociación Odontológica de Argentina