EL OBISPO INCÓMODO
Cómo se gestó, ejecutó y ocultó el crimen de Enrique Angelelli
POR LUIS MIGUEL BARONETTO
La publicación de estos escritos pretende poner al alcance de lectores interesados en las complejas tramas del pasado reciente abundante documentación de archivo, hasta ahora inédita, que explica la gestación, la ejecución, el ocultamiento y la negación del crimen y martirio del obispo Enrique Angelelli.
El libro reúne dos textos pensados, en sus inicios, como notas, que se extendieron más allá del requerimiento periodístico durante el tiempo pandémico. Además de la publicación de algunos facsímiles de la documentación, tanto de los servicios de inteligencia como del Episcopado argentino, que sirvieron de fuente para los mismos.
Ambos escritos tienen como nexo no sólo la misma víctima, sino el entrecruzamiento y enlace de informaciones, útiles para comprender los trágicos hechos en su magnitud y complejidad.
El desarrollo del juicio –de noviembre 2013 a julio 2014– acumuló tres cuerpos en “Cuaderno de Prueba”, con información, registros y documentos de los servicios de inteligencia de las fuerzas militares y policiales, que compartimos aquí. También la que fue requerida por el Tribunal Oral Federal de La Rioja al Episcopado argentino de lo actuado por la Comisión Ad Hoc Monseñor Angelelli, y fue remitida en 419 fojas. Además de apelar a nuestras propias fuentes[1], incorporamos lo que quedó archivado en la Dirección General de Culto dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores, de la época dictatorial.
En “Servicios de Inteligencia”, la primera parte del libro, se hilvanan los “informes confidenciales y secretos”, “legajos” y “partes” de las áreas de inteligencia de las fuerzas militares y policiales. Desde 1968, cuando el obispo Angelelli asumió como titular de la diócesis riojana, hasta su asesinato en 1976, los servicios fueron elaborando registros que incluyeron falsas informaciones, tergiversación de hechos, hostigamientos y difamaciones, también a sacerdotes, religiosas y laicos. Estos documentos revelaron no sólo un seguimiento y espionaje meticuloso, sino una red de informantes extendida en la provincia riojana, con aportes especiales de los “católicos” provocadores de agresiones violentas al obispo; y una persistente campaña de calumnias, mediante el diario El Sol, además de folletos y volantes para deslegitimar la pastoral diocesana. De ese modo se fue construyendo el “enemigo”, que primero pretendieron alejar del escenario riojano, y al no lograrlo lo eliminaron en 1976, cuando encontraron manos ejecutoras y un marco institucional propicio que coadyuvó al ocultamiento.
Pero con el crimen que se disfrazó de accidente vial no terminó la tarea. Los servicios de inteligencia apuntaron a mantener y consolidar la versión que los militares en La Rioja le brindaron a la cúpula del episcopado argentino y al Nuncio Apostólico que concurrieron a las exequias. El relato del accidente fortuito no sólo fue aceptado para no entorpecer las relaciones con la dictadura, más allá de prometer en privado investigaciones que nunca se hicieron. La eliminación del incómodo obispo también fue un efecto de la soledad en que lo dejaron sus pares del episcopado argentino. Desamparo institucional que monseñor Angelelli no pudo modificar mediante comunicaciones y apelaciones formales a las máximas autoridades, ni en el intento durante la Asamblea episcopal de mayo de 1976, que fue la última en la que participó.
Es en el segundo escrito, “Negación de la cúpula eclesiástica”, donde sobresalen las constancias de la explícita y activa negación de los hechos criminales por parte de la máxima jerarquía eclesiástica que presidió por varios periodos el cardenal Raúl Francisco Primatesta, y se extendió luego por 30 años.
En esta tarea de ocultamiento y negación el gobierno de la dictadura realizó aportes importantes para mantener el apoyo episcopal. Desde la Dirección General de Culto se desarrollaron distintas acciones articuladas con los servicios de inteligencia para revertir el malestar generado en el Vaticano, seguir los pasos del nombramiento y la labor del sucesor del obispo asesinado, además de desacreditar a la minoría episcopal que acompañó la reivindicación del obispo martirizado.
La renovación episcopal en su máxima jerarquía argentina produjo cambios en el 2005, cuando con nuevas condiciones políticas y jurídicas se hizo eco de los persistentes reclamos de investigación y esclarecimiento del homicidio de monseñor Angelelli. En la documentación episcopal que se aportó, quedaron registros de las palabras y los silencios. Y la ferviente continuidad de los servicios de inteligencia del Ejército, hasta que se sospechó de tan generosa colaboración[2].
38 años después de los hechos criminales llegó el veredicto de la justicia, con la condena a prisión perpetua de dos ex altos jefes militares, aunque otros imputados de autoría mediata fueron alcanzados por la “impunidad biológica”, al fallecer antes del juicio. Quedaron sin investigar partícipes civiles y militares cuya complicidad quedó nominada en la sentencia judicial[3]. Pero no alcanzaron a incluirse los funcionarios militares y policiales de inteligencia, cuyas firmas –con nombres, apellidos y jerarquías– quedaron registradas en los informes, aunque gran parte evidenciaba una elaboración anónima.
En 2018 el Papa Francisco declaró el reconocimiento del martirio; y el 27 de abril de 2019 se celebró en La Rioja la beatificación del obispo Enrique Angelelli, el laico cooperativista Wenceslao Pedernera y los sacerdotes Gabriel Longueville y Carlos de Dios Murias[4]. Y con esta decisión también se hizo justicia para las comunidades eclesiales.* El texto es la introducción del libro Beato Obispo Enrique Angelelli. Elaboración, ocultamiento y negación del crimen, de Luis Miguel Baronetto, publicado por Centro Latinoamericano. Casa Angelelli editores, Córdoba, 2022.[
1]Baronetto, Luis Miguel. Vida y Martirio de Mons. Angelelli. Ed. Tiempo Latinoamericano, 2da. edición, Córdoba, Argentina, 2006, 264 pp. Y sitio web de la Revista Tiempo Latinoamericano: https://revistatiempolatinoamericano.com/
2]Baronetto, Luis M., Enrique Angelelli-Jugarse hasta el martirio, Ediciones Don Bosco Argentina, Buenos Aires, 2019, 160 pp.
[3]Baronetto, Luis M. – Baronetto, Enrique Nicolás (Comp.), Homicidio del Obispo Angelelli – Sentencia Judicial, Ediciones Tiempo Latinoamericano, Córdoba, 2015, 228 pp.[
4]Baronetto, Luis M., Mártires del Evangelio, Ed. Misiones Franciscanas Conventuales, Buenos Aires, 2019, 112 pp.