Entrevista: Julián Saud, Miguel Fortuna y Juan Carlos Romero López.
En su columna semanal para el programa #NoNosQuedaOtra, el economista Martín Burgos denunció una maniobra a través de la cual, ante la dificultad de conseguir fondos en el exterior, el macrismo planea apropiarse los depósitos hechos en moneda estadounidense; tomando deuda interna de manera forzosa. Algo que hasta hace poco más que una década, se conocía como corralito. “Hasta ahora todos los depósitos en dólares en la cuentas de los bancos, sólo se podían prestar a empresas que operasen en la misma divisa, es decir exportadores. Porque son los únicos que estaban en condiciones de devolverlos. Esta restricción se tomó tras la crisis de 2001. Pero el Banco Central (BC) sacó en estos días una resolución que rompe ese dique y permite al estado pedir prestado esos dólares a través de bonos. Como sabemos, el gobierno no exporta nada y recauda en pesos. Por lo que plantean devolverlos utilizando las reservas del BC. O sea nuevamente se sirven de los depósitos de los ahorristas argentinos”.
“Un poco sin saberlo, quienes están depositando dólares se los van a prestar al gobierno y los bancos, lo que puede llegar a ser muy complicado. No sólo porque es una nueva fuente de endeudamiento para el gobierno; ya que es sabido que se les ha complicado financiarse hacia afuera por el aumento de la taza de interés de los bonos. Sino porque ahora la nueva problemática es la deuda que están contrayendo de forma interna con los propios ahorristas argentinos, pero en moneda extranjera. Es un tema muy complejo que nos remite a pésimos recuerdos; ya que esto mismo es lo que hace unos años llamamos corralito”, agregó Burgos.
Asimismo, resaltó las contradicciones inherentes a la movida y recordó que se asemeja a las condiciones que llevaron a la debacle a la administración de De la Rúa. “Es complicado porque si vos empezás a prestarle dólares a gente que no los puede devolver en esa misma moneda sino en pesos, estás en problemas. Los únicos dólares que puede conseguir el gobierno son los de las reservas; pero el problema es que los piden supuestamente para reforzarlas. Entonces, es contradictorio. La problemática del corralito era justamente esa; que los dólares que tomaron se prestaron a gente que no los podía devolver, entre otros, el gobierno nacional. En 2001, cuando se quedaron sin reservas, pesificaron a la fuerza y en detrimento de los ahorristas”.
Burgos relacionó el origen del problema con el sospechoso apuro por revocar las trabas al acceso a las divisas extranjeras impuestas por el anterior gobierno, permitiendo así que los dólares migrasen en bandadas hacia los países centrales y paraísos fiscales. “La situación es muy compleja porque al haber levantado el cepo, alentó una fuga de capitales que está drenando las divisas y no hay más que dos opciones: volver al cepo o enfrentar una bomba que va a tener un impacto político mucho más grande que el del endeudamiento externo, cuyos efectos se sentirán recién en 10 años. Hasta La Nación sacó una nota hace unos días resaltando la desprolijidad de lo que está haciendo el gobierno. Hay mucho ruido en este momento. Los diarios les estan pegando, la UIA los está tratando bastante mal y hay situaciones muy raras con lo que ellos llaman el círculo rojo – que para nosotros son los poderes fácticos- que parecieran estar ya buscando un recambio”.
El economista, aseguró que si el impacto de las desmedidas de la administración macrista no es mayor, es gracias a la suntuosa herencia recibida. “Ya en noviembre se agudizó la fuga de capitales; y si esto no está haciendo tambalear a este gobierno que ya no puede suplir esas divisas que se le escapan, es porque recibió una Argentina totalmente desendeudada. Todo el fangote de deuda que tomamos este año (50 mil millones), representa un 10% del PBI. Por lo que, del 15% que dejó el Kirchnerismo, pasamos al 25%. Si lo comparamos con algunos países europeos, cuya deuda supera el 100% del PBI, no es nada. El peligro de un corralito no es linear, hay que mirar las reservas. Hoy en día están en 40 mil millones de dólares, a diez del máximo al que llegó el kirchnerismo. Con la salvedad de que el gobierno anterior lo logró en base a exportaciones y eran genuinos, porque representaban una diferencia positiva en la balanza comercial”.
Por último, cerró preguntándose de donde saldrían las divisas para afrontar el próximo año fiscal y planteó que no cree que nos espere un panorama alentador. “En cuanto al 2017, podrán ver cerradas la puertas a la deuda externa por parte de las acciones de Trump, no tendrán como agarrarse del endeudamiento interno porque ya lo van a estar tomando este año y no podrán contar con el blanqueo, que es una movida de una única vez. Entonces, la cuestión más importante es que si tenemos un año tan malo como este, de donde sacarán las divisas para financiar el déficit en pesos, bancar la fuga de capitales en dólares y empezar a pagar los bonos que emitieron. Esto es un error principalmente político y cuando la política se deja manejar por conceptos económicos, simplemente dejás de tener los ojos en lo que le pasa a la gente; y terminás contestando, como hizo el presidente, que no sabés cómo reactivar el consumo”.
FUENTE http://hamartia.com.ar/2016/11/30/argendolares-plata-amarga/