El oficialismo tendrá 118 bancas en la Cámara de Diputados y Juntos por el Cambio ocupará 116 escaños.
Por María Cafferata para Página 12
A diferencia de lo que sucedió en el Senado, el gobierno nacional logró celebrar una (pequeña) victoria en Diputados: el Frente de Todos continuará siendo primera minoría en la Cámara baja. Si bien el objetivo de conseguir el quórum propio quedó bien lejano, el plan del oficialismo de remontar la derrota de las PASO y achicar la diferencia con Juntos por el Cambio quedó saldado. Al cierre de esta edición, las proyecciones daban que el FdT se quedaría con un total de 117 bancas (118 si se cuenta la del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa) y JxC con 116, habiendo perdido a último momento una banca a manos del espacio de José Luis Espert (que resultó tercero en Provincia de Buenos Aires). Si bien a nivel nacional el triunfo fue de JxC, el oficialismo pudo festejar haber dado vuelta la derrota en Chaco y Tierra de Fuego, así como haber achicado significativamente la diferencia en territorio bonaerense. Las dos grandes sorpresas fueron la izquierda, que duplicará la cantidad de bancas que tiene, y los libertarios, que sumarán un total de 5 escaños. Se abre así un escenario de virtual igualdad entre las dos coaliciones que dará un peso mayor a los bloques minoritarios, cuyo acompañamiento será clave a la hora de sancionar leyes.
Si bien el equilibrio de fuerzas en la Cámara de Diputados será prácticamente igual al de los últimos dos años, el Frente de Todos celebró el resultado del domingo como si hubiera ganado un Mundial. De acuerdo a las últimas proyecciones, de las 51 bancas que ponía en juego, el oficialismo logró retener 50, sumando un total de 118 bancas. Juntos por el Cambio, mientras tanto, logró mejorar su posición y su interbloque tendrá un total de 116 escaños: de las 60 que puso en juego, el espacio opositor logró reternarlas todas y sumar una más. En este escenario, el FdT mantendrá su condición de primera minoría y le arrebatará a la coalición opositora el sueño de quedarse con la presidencia de la Cámara de Diputados.
Así como La Pampa y Chubut fueron malas noticias para el oficialismo en el Senado, la Provincia de Buenos Aires, Chaco y Tierra del Fuego fueron heraldas de buenas noticias para el oficialismo en la Cámara baja. En Buenos Aires, la lista amarilla encabezada por Diego Santilli quedó primera y logró meter un total de 15 diputados, sin embargo el FdT celebró haber logrado achicar la diferencia respecto a las PASO. Al final la campaña impulsada por el gobierno nacional en la Primera y Tercera Sección rindió sus frutos y el oficialismo pudo cerrar el domingo de elección reteniendo 15 de las 17 bancas que ponía en juego. En Chaco y Tierra del Fuego, por otro lado, el FdT logró dar vuelta la elección y sumó un total de 3 diputados.
Tanto el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) como los libertarios de extrema derecha de Avanza Libertad fueron las grandes novedades de la elección. Por un lado, la izquierda logró consolidarse como tercera fuerza nacional y duplicará la cantidad de diputados que tiene actualmente en el Congreso: Nicolás Del Caño y Romina del Plá ingresaron por parte de la Provincia de Buenos Aires, Myriam Bregman por CABA y Alejandro Vilca por Jujuy (provincia en la que el FIT salió en segundo lugar, desplazando al FdT a un tercer puesto). Por el otro, Avanza Libertad logró meter un total de cinco diputados y se consolidará como un nuevo bloque que disputará poder en la Cámara baja. En la Ciudad, Javier Milei logró mejorar su resultado en las PASO y, habiendo alcanzado un 17 por ciento de los votos, habilitó a que ingresara también la negacionista Victoria Villarruel. En la Provincia, la lista encabezada por José Luis Espert dio una verdadera sorpresa, logrando meter un total de tres diputados –junto a Carolina Píparo y Hugo Eduardo Bontempo– y quitándole así una de las bancas que iban originalmente para JxC. Por otro lado, el ex ministro de Transporte Florencio Randazzo quedó afuera y no será diputado.
Frente a este escenario, el oficialismo se quedará con la primera minoría pero se enfrentará a un panorama más complicado para conseguir el quórum (129 diputados) y sancionar las leyes del Poder Ejecutivo. Se vienen proyectos de mucha relevancia política –como el del Presupuesto 2022 o el que anunció Alberto Fernández que buscará explicitar un “programa económico plurianual para el desarrollo sustentable”– para los próximos meses, para cuya aprobación cumplirán un rol clave los bloques provinciales y minoritarios de la oposición. Consenso Federal, los cordobeses que responden a Juan Schiaretti, el socialismo santafecino, lo que queda del interbloque de Unidad Federal, incluso la izquierda y Libertad Avanza: todos estos bloques cotizarán más alto en los próximos dos años, ya que su acompañamiento será clave para que tanto la coalición gobernante como la opositora puedan pasar las leyes que les interesan. El oficialismo deberá, entonces, repensar su estrategia parlamentaria y comenzar a diseñar una política basada en acuerdos e intercambios.