Las encuestas que se difundieron en las últimas semanas coinciden en mostrar a Alberto Fernández como el ganador en las primarias contra Mauricio Macri por un promedio de entre cuatro y cinco puntos, aunque en el kirchnerismo aseguran que puede haber una sorpresa.

En estos guarismos coincide la última encuesta de Circuitos, difundida este miércoles, que le da a Alberto un margen de 4,9 puntos.

En el Frente de Todos aseguran que la diferencia se puede estirar a 6 ó 7 puntos el 11 de agosto y que Alberto podría quedar muy cerca de ganar en primera vuelta.

En la Rosada son prudentes pero saben que si la diferencia es menor a los 5 puntos, la fórmula kirchnerista quedará complicada de cara a octubre y Macri podría entrar al ballotage, donde las encuestas dan un empate técnico. La prudencia de la cúpula del PRO no es casual y un experimentado analista del peronismo afirmó a LPO: “Hacen la de siempre, son expertos en correrla de atrás”.

En efecto, hay una combinación de situaciones contradictorias por las que cualquiera de esos escenarios sigue siendo muy probable. Tanto que Alberto baje a una diferencia de tres puntos o que la diferencia se estire y sea Macri quien quede al borde del knockout.

Por un lado, el “momentum” acompaña a Macri porque el dólar se estabilizó, la inflación comenzó a bajar y su campaña es ordenada como dicta el manual de Jaime Durán Barba y Marcos Peña. Por eso tuvo un repunte en las encuestas de las últimas semanas, aunque en los últimos días en Juntos por el Cambio habría registrado una ralentización de su recuperación.

Esto es un contraste con la campaña desordenada de Alberto, que se pelea semanalmente y no encuentra un eje para sacudir la campaña de Macri pese a la crisis económica que atraviesa el país desde las últimas elecciones, lo que hizo subir su imagen negativa.

Pero por otro lado, en el peronismo creen que sólo por una cuestión matemática comparativa con 2015, Macri no tiene chances. Repiten en ese sentido que a Daniel Scioli le ganó por menos de 700 mil votos, en un escenario supuestamente más favorable para Macri que el actual.

Las elecciones que se sucedieron a lo largo de 2019 demuestran que en cada provincia el peronismo recuperó buena parte de lo que perdió aquel año. El mejor ejemplo se da en provincias clave como Córdoba y Santa Fe.

Se suma a ese cálculo el efecto impredecible de cuál va a ser la diferencia en el sur del Conurbano, sobre todo en La Matanza, donde algunos sondeos hablan de una diferencia abismal entre el peronismo y el macrismo.

Así, la matemática electoral se cruza con el “momentum” político para consolidar un escenario de absoluta incertidumbre.

Fuente:LPO

By omalarc

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