Frente a subas que vienen superando a la inflación y de cara a un bimestre de alto consumo, el Gobierno busca contener las remarcaciones en precios de medicamentos.

La Secretaría de Comercio anunció un “principio de acuerdo entre el Gobierno y la industria de los laboratorios para retrotraer el precio de los medicamentos al 1 de noviembre y mantenerlos en ese nivel hasta el 7 de enero”. El anuncio surge luego de una extensa reunión entre el secretario, Roberto Feletti; la ministra de Salud, Carla Vizzotti, y los representantes de las entidades del sector de laboratorios.

Según el Indec, los medicamentos subieron 3,1 por ciento en septiembre frente al mes previo, acumulan en nueve meses un alza del 42,4 por ciento y en doce meses la suba llega al 62,2 por ciento. A lo largo de 2020, las estadísticas oficiales marcan que los remedios subieron 31,1 por ciento. El 2019, subieron un 85 por ciento, frente a una inflación promedio del 53 por ciento. Son cifras alarmantes en un rubro tan sensible.

“El objetivo del acuerdo es mejorar el acceso de la población a los medicamentos, disminuir el gasto en los hogares, que los argentinos y argentinas puedan elegir según su conveniencia e incrementar la transparencia y la disponibilidad de información. Para ello también se reimpulsará la prescripción de medicamentos por nombre genérico”, detalló Comercio. Por el lado empresarial, participaron las entidades que agrupan a laboratorios nacionales y extranjeros, remedios genéricos y farmacias.

La mano visible

El Gobierno está decidido a intervenir los diferentes mercados que tienen fuerte incidencia en el poder adquisitivo de la población para evitar que el empuje del consumo de la última parte del año, dado por la salida de la pandemia, cierto gasto restringido de meses previos y el comienzo de la época de las fiestas, termine siendo apropiado por el puñado de empresas formadoras de precios que pisan fuerte en la economía argentina. Feletti ya había avanzado en esa dirección con la Copal para definir el congelamiento de los precios de una larga lista de alimentos básicos.

Ahora llegó el turno a los laboratorios, cuyo principal cliente es el PAMI, que adquiere alrededor del 40 por ciento de los remedios que se fabrican. Parecido a la situación que se dio con la Copal, los laboratorios primero pusieron el grito en el cielo y luego se reunieron con los funcionarios. “Resulta innecesario alterar las reglas de la libre competencia, a través de mecanismos de congelamiento de precios”, indicaba antes de la reunión un comunicado conjunto de las empresas.

Luego del encuentro, Feletti recordó que “la convocatoria se llevó a cabo ante los pronunciados aumentos de precios de algunos medicamentos de consumo frecuente en el último año, que se suman a la elevada dispersión de precios para un mismo principio activo observada en algunos segmentos”. Todavía falta que “los representantes de las Cámaras lleven la propuesta al resto de los actores que componen dichas entidades y respondan a las autoridades antes del lunes 8”.

Genéricos y referencia

Por otro lado, el Gobierno “recordó la importancia que tiene para la salud pública la prescripción de medicamentos por nombre genérico vigente desde 2002, cuando se sancionó la Ley 25.649 que permite que el consumidor pueda elegir el precio que está dispuesto a pagar por la droga que le fue prescripta”. Además, la cartera sanitaria decidió avanzar en la reimplantación de precios de referencia para un conjunto de principios activos de uso ambulatorio, “que permitirá elegir según las conveniencias individuales y disminuir así el gasto de bolsillo de los hogares”.

También se consensuó retomar la carga de precios por parte de los laboratorios en el Vademecum Nacional de Medicamentos que publica la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), de acuerdo a lo establecido por la Resolución 215/2014 de la Secretaría de Comercio Interior. Con esa información, el Gobierno podrá llevar adelante un monitoreo y seguimiento de precios más eficiente.

Inflación en remedios

Un relevamiento del Centro de Farmacéuticos detalla que la canasta de medicamentos más vendidos acumula una suba en el año del orden del 45 por ciento, bien por encima del 37 por ciento de inflación promedio en la economía. Los incrementos se dan prácticamente en la misma proporción en los medicamentos de venta libre y en los recetados.

Algunos ejemplos: el Enalapril, para la hipertensión, aumentó 93,8 por ciento desde enero de 2020; la levotiroxina se incrementó un 86 por ciento y el salmeterol aumentó 85,59 por ciento. La Drospirenona, un anticonceptivo, subió 86,94 por ciento, mientras que una crema antibiótica para uso en niños reflejó una suba del 153 por ciento.

By omalarc

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