En la plaza financiera argentina cunde el temor a un efecto contagio de la devaluación emergente que sea más profundo que en el resto. El lunes no arrancó bien, con un salto del dólar de 7% respecto de la lira turca, que se sumó al 18% del viernes. En Brasil subió 1,6% a 3,92 reales, mientras que en Rusia la divisa de EEUU se operó con ligera alza de 0,5 por ciento.

En el mercado cambiario local finalizó con alza de 88 centavos (+3%), a $30,68 para la venta minorista en promedio, y $29,97 mayorista, después de haber acumulado un alza de 6,3% en las tres ruedas anteriores.

Está claro que ante la desmejora de la percepción de los fondos de inversión globales por los activos emergentes, por la crisis de Turquía, la evolución del dólar en el plano local no logró escapar de lo que sucede en el exterior, por cuanto una cotización sobre los 30 pesos no sorprende por estas horas.

Una batería de medidas de Hacienda y el BCRA conocidas al mediodía apenas amortiguaron el desplome del peso argentino.

En Argentina hay condimentos particulares que impulsan a una devaluación indeseada: las dudas sobre la posibilidad de pago de los bonos en dólares después de 2019, la caída de las reservas del BCRA, el ascenso del riesgo país que cierra los mercados de deuda y el resonante caso de sobornos en la obra pública que involucra a políticos y empresarios de máximo nivel.

El precio del dólar ya acumula un aumento de 62,2% en el transcurso de 2018
“Se formó una tormenta perfecta. Al necesario enfriamiento transitorio de la economía se agregó el estallido del conocido conflicto jurídico y político, dando lugar a un frenesí de temores que llevaron a liquidar posiciones para refugiarse en el dólar”, señaló un reporte de VatNet Research.

“Ya conocemos que esperar una recuperación de los activos financieros es inexistente sin que antes el tipo de cambio vuelva a ganar cierta estabilidad”, afirmó Matías Roig, director de Portfolio Personal.

Para Economía & Regiones, “el Banco Central debe salir y comprar pesos de manera de achicar la cantidad de dinero en términos nominales para que la inflación disminuya, la traslación a precios siga siendo baja, y entonces la ganancia de competitividad se erosione lo más lento posible”.

EL BCRA TOMÓ LA INICIATIVA

Este martes el Banco Central afrontará otro “mega vencimiento” de LEBAC por unos $525.000 millones, con el objetivo de reducir al menos en un 25% esos vencimientos que complican el escenario financiero todos los meses.

La entidad monetaria anunció un programa de reducción paulatina del stock de Letras, para eliminar completamente este instrumento hacia diciembre, si las condiciones del mercado lo permiten.

La reducción del voluminoso stock de LEBAC es uno de los objetivos comprometidos ante el FMI. Justamente, esta semana estará presente en el país una misión del organismo para auditar las cuentas nacionales, en el marco del acuerdo stand by por unos USD 50.000 millones, de los cuales ya se desembolsaron 15.000 millones. Tras las últimas licitaciones, el stock de LEBAC se redujo de $1,2 billón a cerca de 950.000 millones de pesos.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) salió a respaldar el plan del Central, que es consistente con el acuerdo alcanzado entre ambas partes por la línea stand by. La entidad ofrecerá en cada licitación de letras LEBAC un monto menor al que vence y que sólo podrá ser suscripto por entidades no bancarias.

El vocero del Fondo, Gerry Rice, expresó que “la implementación de este plan debería remover una importante fuente de vulnerabilidad y también contribuirá a un marco más efectivo de política monetaria”.

“Uno de los puntos más sensibles de esta semana es la nueva licitación de Letras del BCRA. El resultado del mismo, al menos de lo que depende de nosotros -no de la coyuntura externa-, básicamente será leído en función a las tasas que necesite convalidar y la presión extra que pueda generar sobre el billete -y la inflación- si la renovación no es alta”, opinó Matías Roig.

Además, ante el recrudecimiento de la inflación, el Banco Central elevó otros 500 puntos básicos la tasa de interés de referencia, para ubicarla en el 45% anual y prometió no volver a bajarla hasta octubre.

Por otro lado, el Ministerio de Hacienda discontinuará las ventas de divisas que ejecuta a través del BCRA para darle liquidez al mercado de cambios. En simultáneo, el Banco Central anunció que este martes ofrecerá de su propia cartera USD 500 millones en subasta, a las 14 horas.

Ecolatina descarta que la corrida al dólar pueda comprometer al sistema financiero local. “Aunque el nivel de depósitos siguió trepando, se observó una sustitución en su composición: producto de la dolarización de activos durante la corrida, la participación de los depósitos privados en divisas rozó un tercio en julio de 2018 -máximo desde 2011-, cuando representaba sólo un cuarto del total a fines de marzo de 2018”, apuntó.

En Brasil, el real cayó a mínimos en un mes, a alrededor de 3,90 unidades por dólar, por la bajada general de los emergentes pero también por la debilidad de los candidatos comprometidos con la moderación fiscal en la carrera para los comicios presidenciales de octubre.

“La caída de la moneda turca ha avivado los temores de un impacto económico que podría extenderse a otros mercados emergentes y a los sistemas bancarios en Europa”, consideraron desde Research for Traders.

El euro también retrocedía USD 1,14 por moneda única.

En el mercado cambiario general, el dólar seguiría fuerte. “El presidente Trump parece disfrutar de la capacidad del dólar para apuntar contra China, Rusia y Turquía al contribuir a diferentes niveles de crisis cambiarias”, indicó un informe de ING en Londres.

Fuente: infobae

By omalarc

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