Pese al apoyo casi unánime, la sesión del Senado se fue tensando por motivos ajenos al eje en debate. Con los cambios en Ganancia, sólo 7% de los asalariados quedarán alcanzados por el impuesto.

La Cámara de Senadores sancionó le ley de modificación del impuesto a las Ganancias, la iniciativa que eleva el salario mínimo alcanzado por el tributo a los 150 mil pesos brutos, equivalente a unos 124.500 pesos de bolsillo. La medida beneficia a 1,2 millón de trabajadores y jubilados que constituyen la parte más alta de la pirámide de ingresos. Con el cambio, apenas el 7 por ciento de los asalariados pagarán el impuesto a las Ganancias, uno de los pocos de carácter progresivo en el país. La votación logró un apoyo casi unánime para el proyecto presentado por el diputado Sergio Massa, con 66 votos a favor y una abstención en el Senado. El debate y la votación se hizo en forma conjunta al proyecto de reforma del Monotributo (ver aparte), que obtuvo el mismo resultado.

El momento de mayor tensión en el debate se dio, como suele suceder, en torno a cuestiones ajenas al eje central del proyecto en tratamiento. El senador radical Luis Naidenoff, de Formosa, le imputó al gobierno, subiendo el tono, la falta de un proyecto, de un plan de contingencia. Acusó al Ejecutivo de “falta de ideas” y de voluntad para convocar a otras fuerzas. Le respondió José Mayans, del Frente de Todos, también formoseño, descalificando a quienes habiendo gobernado cuatro años y dejado al país en ruinas, ahora le cuestionaran al gobierno nacional la supuesta falta de política. A diferencia de la exposición de Naidenoff, que no tuvo interrupciones, la de Mayans debió ser interrumpida por abucheos y gritos de las pocas bancadas opositoras ocupadas en el recinto. Ello provocó la intervención de la presidenta de la Cámara, Cristina de Kirchner, quien les ordenó “cállense la boca” y los calificó de irrespetuosos y les señaló que se comportaban “como barrabravas”. Mayans pudo terminar su exposición e inmediatamente se votó.

Este beneficio se consolida en medio del debate sobre la necesidad de un nuevo IFE para cubrir la caída de ingresos de los sectores de menores ingresos, en un escenario en donde la pobreza afecta al 42 por ciento del país. La vigencia del proyecto será retroactiva al 1 de enero del 2021 (por lo que el gobierno contemplará devolver los descuentos a lo largo del mes de abril) y se establece, además, que los trabajadores que perciben entre 150 y 173 mil pesos tendrán una deducción especial para que no terminen cobrando más dinero aquellos que están eximidos de pagar Ganancias. En el caso de los jubilados, la ley incrementa el piso del ingreso alcanzado, para llevarlo de seis a ocho haberes mínimos. Con los montos hoy vigentes, se pasa de 114 mil pesos a 152 mil pesos mensuales.

“El objetivo central es comenzar a recuperar el salario. Cuando nos fuimos del gobierno en el 2015, había 1,1 millón de trabajadores que aportaban a Ganancias. Macri hizo campaña diciendo que no iban a pagar Ganancias y terminó duplicando el número, llevándolo a 2,3 millones. Con esta ley lo que queremos es corregir el duro golpe que Macri le dio al bolsillo de los trabajadores”, dijo el presidente del bloque del Frente de Todos en el Senado, José Mayans. En la Cámara de Diputados, el proyecto también había sido aprobado por amplia mayoría, con apenas tres abstenciones.

Con los cambios, un asalariado soltero con una remuneración bruta mensual de 120 mil pesos que paga de Ganancias alrededor de 3200 mensuales ahora pasaría a no pagar el tributo. Se calcula que la medida tendrá un impacto fiscal de entre 34 y 47 mil millones de pesos este año.

En el debate, el senador de Juntos por el Cambio, Víctor Zimmermann, señaló que “es una reforma necesaria e importante pero la vemos insuficiente porque sigue pendiente una reforma del sistema tributario argentino. Un gran alivio para asalariados y jubilados”. Su par de bloque, Oscar Castillo, agregó que “en este contexto socioeconómico, cualquier alivio a esta situación es bienvenido y desde la oposición se lo va a apoyar, pero un verdadero alivio hubiese sido que sea general para todos los estamentos que hacen a los trabajadores y este no lo es”.

La ley contempla la modificación de las siguientes deducciones: 1) el personal de salud seguirá eximido hasta septiembre de pagar el gravamen por las guardias u horas extras; 2) los gastos de guardería para niños y niñas de hasta tres años serán deducibles de Ganancias hasta un tope anual de 67 mil pesos; 3) se duplica la deducción por hija o hijo discapacitado, que en la actualidad es de 78.833 pesos anuales, y se eliminó el tope de edad; 4) se podrá deducir de Ganancias la compra de herramientas educativas por parte de los trabajadores asalariados; 5) se permitirá la deducción por concubino, cualquiera fuera su sexo; 6) la provisión de ropa, equipamiento del trabajador para uso exclusivo de sus funciones o el otorgamiento de un pago por capacitación, no pagará el impuesto a las Ganancias; 7) se mantiene el incremento del 22 por ciento del plus patagónico en las deducciones en el gravamen para los trabajadores de la región; 8) el personal de las Fuerzas Armadas no pagará Ganancias por los suplementos por título, zona desfavorable o desarraigo.

Del total de empleados en relación de dependencia, el pico de afectados por el impuesto a las Ganancias se verificó en 2013, con el 29,5 por ciento. Luego se redujo aunque el gobierno de Mauricio Macri volvió a elevar esa proporción desde el 12,2 por ciento en 2015 al 25,6 por ciento el año pasado.

Fuente: Página 12

By omalarc

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