Alberto Fernández terminó este mediodía de conversar con todos los gobernadores y acordaron intensificar las medidas sanitarias. El gobierno porteño evalúa dar marcha atrás con la presencialidad en las escuelas.El mensaje del Presidente con el anuncio de las nuevas restricciones es inminente.

 

En el peor momento de la pandemia en Argentina, Alberto Fernández, los gobernadores provinciales y el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires están dispuestos en avanzar en un mismo sentido: más restricciones, más controles, menos circulación. No hay otra fórmula para bajar lo que los asesores médicos del Presidente caracterizan como “una curva alta aplanada” pero que continúa en ascenso. De ahí, que el Gobierno tenga en carpeta anunciar fuertes restricciones para los próximos nueve días. El confinamiento “casi total” comenzaría el sábado 22 de mayo y se extendería hasta el domingo 30 de mayo en los distritos que presenten mayor gravedad sanitaria. La medida vendrá acompañada de controles más estrictos, un pedido expreso de Casa Rosada para todas las jurisdicciones. Fuentes del gobierno porteño, le afirmaron a Página/12, que evalúan dar marcha atrás con la presencialidad en las escuelas.

Alberto Fernández completó este mediodía la habitual ronda de consultas con gobernadores y les pidió enfáticamente que cumplan con el semáforo epidemiológico que continuará vigente en el nuevo Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU). El mensaje que bajó el Presidente fue claro: “no hay sistema de salud que aguante”. En el encuentro, que duró casi tres horas y contó con la participación de la ministra de Salud, Carla Vizzotti, y el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, los mandatarios provinciales coincidieron en que urge implementar medidas más fuertes. Entre las principales preocupaciones que manifestaron se encuentra el alto nivel de ocupación de camas de terapia intensiva y el descenso en la edad promedio de los internados. “Es muy preocupante la internación de gente de mediana y joven edad”, describió uno de los mandatarios.

Bajo este escenario, en Casa Rosada evalúan imponer un nuevo confinamiento estricto en los distritos críticos. En eso casos, la circulación en el transporte estaría limitada a los trabajadores esenciales y solo podrían abrir los comercios considerados esenciales. Asimismo, se deberían suspender las clases presenciales.

En el Gobierno recuerdan con insistencia que, según las normas vigentes, las jurisdicciones tienen la potestad de implementar medidas adicionales sin necesidad de que las tome el Poder Ejecutivo nacional. Por ello, les piden que acompañenen en forma activa el DNU, intensifiquen los controles y adopten disposiciones excepcionales de acuerdo a la situación epidemiológica local.

Tal como viene sucediendo desde el inicio de la pandemia, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, anticipó que seguirá los lineamientos del nuevo decreto que comenzará a regir desde las 0 del sábado. Por su parte, el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, coincidió con la gravedad del escenario epidemiológico y en avanzar en mayores restricciones. Por ello, se comprometió a incrementar los controles en los espacios gastronómicos y de encuentros sociales y en espacios públicos. En ese sentido, el secretario de Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, confirmó que, a partir del fin de semana, la idea es cerrar “la mayor cantidad de ingresos posibles a la Ciudad” y que se harán “controles muy estrictos para determinar la veracidad de las actividades esenciales para circular”.

 

En lo que respecta a las clases presenciales, aún no hubo confirmación por parte de las autoridades porteñas. Una alternativa que barajó la Ciudad estos días es mantener la presencialidad escolar en las escuelas de nivel inicial y primaria; y en la secundaria volver al sistema de educación virtual tal como funcionó el año pasado. No obstante, fuentes del ministerio de Educación porteño le confiaron a este medio que, por estas horas, estudian cerrar las aulas en todos los niveles.

De acuerdo al DNU vigente, la presencialidad se debería suspender en las áreas en las que se presenta una situación de “alerta” sanitaria. Sin embargo, hasta el momento, no fue acatada por la Ciudad de Buenos Aires, Mendoza y Santa Fe. En esta ocasión, “la mayoría amplia de los gobernadores adhiere a la suspensión”, señalaron fuentes presentes en el encuentro.

Además de los mencionados, estuvieron presentes por videoconferencia Mariano Arcioni (Chubut); Sergio Ziliotto (La Pampa); Rodolfo Suárez (Mendoza); Omar Gutiérrez (Neuquén); Arabela Carreras (Río Negro); Sergio Uñac (San Juan); Alberto Rodriguez Saá (San Luis); Alicia Kirchner (Santa Cruz); Gustavo Melella (Tierra Del Fuego); y el vicegobernador de Córdoba, Manuel Calvo.

Este viernes vence el DNU 287, publicado el 30 de abril pasado en el Boletín Oficial, y mediante el cual se establecieron, por tres semanas, medidas de restricción ante la pandemia. Se aguarda que en las próximas horas el Gobierno anuncie las nuevas disposiciones.

By omalarc

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