El ministro de Educación cuestionó “el proceso de judicialización y especulación política” llevado adelante por el gobierno porteño en medio de la pandemia. Criticó “el cumplimiento selectivo de los fallos judiciales” y dijo que ignorar las medidas sanitarias pone en riesgo no sólo al AMBA, sino a todo el país. Analizó cómo podrán seguir las clases desde mayo, con “presencialidades administradas”.
Por Melisa Molina para Página 12
“Si al Gobierno de la Ciudad le preocupara la educación, no hubiese transitado el proceso de desinversión educativa que transitó con Macri y con Larreta”, dijo Nicolás Trotta.
“Es inaudito que se esté transitando, en el marco de la excepcionalidad de la pandemia, un proceso de judicialización y de especulación política como está llevando adelante el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta y Juntos por el Cambio”, dijo a Página/12 el ministro de Educación, Nicolás Trotta. En un contexto en el que se superaron las 60 mil muertes por coronavirus, con la Ciudad de Buenos Aires como epicentro de la pandemia en el país, Trotta analizó ayer junto al Presidente en Olivos la posibilidad de volver a la educación presencial en las escuelas del AMBA, desde el 3 de mayo, mediante “presencialidades administradas”. Para el ministro, la decisión de Larreta de desconocer el DNU que dispuso las clases a distancia durante dos semanas para morigerar la circulación del virus terminó generando una situación más compleja para poder mantener la presencialidad, un escenario en el que, además, los maestros cumplirán hoy su cuarto día de paro.
— ¿Qué opina de la actitud que tomó el Gobierno de la Ciudad al judicializar el decreto para suspender las clases presenciales y luego no acatar un fallo de la Justicia Federal?
— Es una enorme irresponsabilidad del jefe de gobierno y del Gobierno de la Ciudad el incumplir un DNU, no respetar a la Justicia Federal y colocar a las familias en una situación de gran incertidumbre. No cumplen con una política que no solo está pensada para la Ciudad, sino para el resto del territorio argentino, porque lo que sucede aquí impacta en todas las provincias. Luego del fallo, Larreta, a diferencia de otras veces que hace una conferencia de prensa, no lo hizo. Se ve que no estaba muy seguro y quizás tenía presiones de Macri o de otros actores políticos porque lo único que hizo fue mandar un comunicado de prensa. Él tiene una mirada de cumplimiento selectivo de los fallos judiciales, mientras tanto desconoce una decisión compleja y difícil que asumió el Presidente, tomada con la voluntad no solo de cuidar a los porteños y bonaerenses, sino a todo el país.
— ¿Qué conversaron con el Presidente en la reunión en Olivos?
— Hablamos de la enorme preocupación que tenemos por la situación que está transitando la región metropolitana. Todos los días tenemos récord de contagios y las camas de cuidados intensivos están al borde de la saturación. En ese marco volvimos a reafirmar la enorme importancia que tiene la presencialidad educativa en todo el país.
— ¿Qué va a suceder con las clases al finalizar el DNU el 30 de abril?
— Analizaremos la realidad epidemiológica y el nivel de circulación. Sobre esa base evaluaremos qué medidas podemos adoptar para transitar un esquema de presencialidad. Lo que estamos planteando es para la región metropolitana, pero también analizamos con el Presidente la situación muy diferente que está transitando el resto del país. En la mayoría de las provincias tenemos presencialidad escolar con protocolos estrictos.
— ¿Cree que la preocupación por la educación que plantea la oposición es legítima?
— Pensar que el compromiso que una fuerza política puede llegar a tener con la educación tiene que ver solo con la presencialidad es desconocer lo que representa cada una de las instancias. Si al Gobierno de la Ciudad le preocupara la educación, no hubiese transitado el proceso de desinversión educativa que ha transitado a lo largo de la gestión de Macri y durante la de Larreta. Si para ellos era importante, no hubiesen desarticulado programas a nivel nacional como fue el Conectar Igualdad o el Plan Sarmiento. Es un argumento falaz pensar que la educación se garantiza solo a partir de la presencialidad en un distrito o región como es el AMBA, que hoy está con una situación epidemiológica crítica.
— ¿Qué considera que debería hacer la Corte y qué cree que efectivamente sucederá?
— Creo que la Corte debería tomar su decisión en los próximos días, pero para nosotros el foco de la cuestión, más allá de lo que defina, es la irresponsabilidad del GCBA que ha decidido judicializar el tema. Si la prioridad de ellos era la escuela, tendrían que haber sido responsables en los procesos de fiscalización y de cuidado de la ciudadanía en otras actividades para que no se desmadre el nivel de contagios. Y no lo hicieron. La equivocación o displicencia que ha tenido el gobierno porteño es lo que, en parte, llevó al Presidente a tener que adoptar esa decisión.
— ¿Qué medidas van a tomar desde el Estado para que las escuelas porteñas cumplan con el DNU?
— Hemos recibido denuncias de varias familias, entidades y del sindicato de docentes privados, porque hay maestros que han sido amenazados para presentarse en su lugar de trabajo diciendo que, si no, iban a ser sancionados. También se les está poniendo falta a los estudiantes que no asisten y a muchos chicos no se les está garantizando la educación a distancia. En ese marco, enviamos una nota a las cuatro cámaras que aglutinan a las instituciones de gestión privada en la Ciudad y los cité, junto a representantes del sindicato de docentes privados, a una reunión: vamos a pedirles que cumplan el DNU.
— ¿Por qué el Presidente decidió de forma repentina suspender las clases con el DNU de la semana pasada?
— Le habíamos planteado al Presidente otras alternativas, pero las decisiones, por supuesto, las adopta él y el tiempo está reflejando lo que decía. Tenía una mirada de enorme preocupación por lo que estaba ocurriendo en el AMBA y creía que había que tomar una medida rápida y drástica, para poder disminuir la circulación y contener la vorágine de crecimiento de casos ante la saturación de camas. Nosotros teníamos otra agenda, pero el Presidente venía manifestando su preocupación por la situación en general y tomó la decisión que nosotros acatamos y acompañamos. Alberto tiene una gran capacidad de escucha y, tal como lo dijo públicamente, hemos debatido, intercambiado ideas y él ha saldado ese debate a partir de la decisión que adoptó.
— Hubo rumores sobre su posible renuncia, ¿fue así?, ¿lo evaluó?
— Hubo muchísimos rumores vinculados a una salida mía del Gobierno, pero hemos planteado el compromiso de acompañar al Presidente. Soy un ministro de Alberto Fernández y siempre acompañamos a nuestro frente político al transitar uno de los momentos más desafiantes que ha tenido la política argentina. En el campo educativo se presentan enormes complejidades, en una Argentina que encontramos en una situación de enorme precariedad luego de un marcado proceso de desinversión en educación de la gestión de Macri. Tenemos el desafío de generar una agenda federal. En eso sentimos un fuerte respaldo del Presidente. El presupuesto educativo 2021 representa el crecimiento de inversión educativa interanual más importante de la historia argentina, eso sintetiza el verdadero compromiso. Todo lo demás es especulación, es intentar generar distanciamiento y confusión en la sociedad.
— ¿Qué va a hacer el Gobierno para garantizar la educación virtual de todos los chicos del país?
— No hablamos de virtualidad sino de modelos de educación a distancia con alternancia de presencialidad y no presencialidad. Para nosotros es importante sostener la mayor presencialidad posible y es también la agenda de Presidente. Es una discusión falaz plantear presencialidad sí o presencialidad no. Nadie está en contra de eso, pero tenemos que ver el contexto. Preocupa la falta de mirada de la realidad que tiene el Gobierno de la Ciudad y de la situación que atraviesa. Hemos fortalecido en las 24 jurisdicciones todas las herramientas vinculadas a la virtualizacion de ciertos aspectos educativos y estamos llevando a cabo una inversión de casi 20 mil millones de pesos para fabricar 640 mil computadoras en ocho empresas argentinas. Eso es un esfuerzo enorme que está llevando adelante el Estado.
— ¿Finalmente entregaron a la Ciudad las computadoras para los chicos que no tenían dispositivos el año pasado?
— El gobierno porteño, a diferencia de las diez provincias del Norte grande o de los 32 distritos del conurbano, no aceptó firmar el convenio para poder recibirlas. Se entregaron a distintas organizaciones sociales que realizan actividades vinculadas al acompañamiento pedagógico.
— ¿Se va a reunir con las ministras de educación de Ciudad y Provincia de Buenos Aires?
— Vamos a seguir trabajando con todas las jurisdicciones y con todos los actores del sistema educativo. Al Gobierno de la Ciudad le pedimos que termine con la judicialización de una decisión cuyo único objetivo es cuidar la salud de la sociedad.
— Los sindicatos docentes siguen en huelga y han sido atacados por la oposición, ¿cuál es su postura?
— Nuestra gestión se ha caracterizado por la voluntad de diálogo con todas las organizaciones sindicales y por eso firmamos cinco paritarias nacionales docentes. Cada decisión que adoptamos fue a partir del diálogo con todos los actores. Nuestro Gobierno tomó la decisión de vacunar a los maestros y auxiliares como grupo prioritario y ya hemos vacunado a más de 500 mil docentes y auxiliares en todo el país. Hay jurisdicciones que han avanzado muchísimo. Santa Fe vacunó a más del 80 por ciento de sus docentes y Buenos Aires y San Juan a más del 50. Sorprende que la Ciudad, que habla de la importancia de la presencialidad, sea la segunda jurisdicción que menos docentes vacunó, al 14 por ciento, y eso no tiene que ver con la cantidad de vacunas. Claramente la gestión de Larreta no priorizó el desafío de sostener una presencialidad en las aulas.
— ¿Qué les diría a las familias porteñas cuyos hijos no tienen clases?
— A las familias, docentes y auxiliares les diría que estamos trabajando incansablemente para conjugar la educación con el cuidado de la salud, en un momento de enorme complejidad. El Presidente lo ha resumido muy bien: sin salud no hay presente y sin educación no hay futuro. Hay que sostener los cuidados porque recuperar la presencialidad no es solo una decisión de los Estados, sino también implica la consciencia de cuidado de toda la sociedad.