“Ambos reconocimos el problema inesperado del rechazo del Presupuesto”, contó el mandatario sobre el Zoom con la búlgara y aclaró que siguen las negociaciones.
Una reunión previamente acordada del presidente Alberto Fernández con la titular del Fondo Monetario (FMI), Kristalina Georgieva, le vino como anillo al dedo al Gobierno para intensificar las críticas a la oposición por lo que se calificó como un boicot político de Cambiemos al Presupuesto 2022. A las 15 horas, en la Quinta de Olivos, los técnicos de Presidencia conectaron al mandatario y al ministro de Economía, Martín Guzmán, con la directiva búlgara que estaba en Washington. Más allá de las formalidades, ambos coincidieron en destacar lo problemático de la acción de la oposición y pactaron seguir avanzando en el acuerdo más allá de este tipo de trabas.
Lo puso por escrito Fernández en su cuenta de Twitter. “Hablé con la titular del FMI, Kristalin Georgieva, y ambos reconocimos el problema inesperado del rechazo del Presupuesto, pero nos comprometimos a seguir trabajando plenamente enfocados en materializar un acuerdo que no comprometa la continuidad de la recuperación económica inclusiva”, escribió el Presidente un rato después de una reunión virtual que duró 45 minutos. Según supo Página I12, las negociaciones seguirán virtuales y, después del 10 de enero, arrancarán intercambios de misiones hacia Washington y de los enviados del FMI a la Argentina.
Desde el Gobierno explicaron a este diario que el encuentro se pautó el lunes último y llegó de casualidad a darse justo después de la movida de Cambiemos para bajar el Presupuesto de 2022. Así, la lectura oficial es que los gastos e inversiones se ampliarán por decreto, con una prórroga de base al Presupuesto de 2021. En paralelo, la foto política es que, tras la reunión con Georgieva y los tuits del propio FMI, el Gobierno consigue mostrar que sigue firme la negociación más allá del juego opositor. Otro enfoque es que, en la previa a un lunes que podría haber redundado en especulaciones de los mercados sobre la debilidad general de no contar con Presupuesto, el encuentro con Georgieva corta la imprevisibilidad en ese flanco y reafirma el vínculo.
“Muy buen encuentro con el presidente Alberto Fernández sobre el avance de nuestro trabajo para sostener la recuperación de Argentina y abordar sus desafíos económicos. Nuestros equipos están plenamente comprometidos a seguir trabajando hacia un programa del FMI”, escribió Georgieva en su cuenta de Twitter. Un mensaje similar se disparó desde la cuenta oficial del Fondo. Es que en las negociaciones con Argentina, viene habiendo una coincidencia en que el país debe crecer para pagar, por eso el Fondo no ve con buenos ojos un ajuste sobre casi todas las variables, que era el objetivo de Cambiemos si el proyecto de Presupuesto volvía del recinto a la Comisión de Presupuesto.
Algo similar manifestó el propio Guzmán, que cuestionó a la oposición por haber hablado de boicotear el Presupuesto. Y enumeró las razones por las cuales es perjudicial que haya manejos de ese estilo en el marco de una negociación en curso con el Fondo Monetario
Antes de ir a Olivos al Zoom con Georgieva, Guzmán pasó la mañana hablando por teléfono con el Presidente y con el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa. De esas conversaciones surgió la estrategia de salir a exponer a la oposición y marcar que no puede leerse la movida del Presupuesto sin relacionarla con el Plan Plurianual, acuerdo previo a la firma definitiva con el FMI. Ese programa, que debe votarse en el Parlamento, incluye precisamente las variables con las que Argentina busca mostrar cómo hará para crecer y poder saldar las deudas. También, en esas charlas, se precisó que hubo operaciones en la Cámara por parte de opositores que especularon con tumbar el Presupuesto entendiendo que el FMI había pedido como condición para acordar que se apruebe esa norma. En realidad, nunca el organismo reclamó semejante gesto, más allá de que haya resaltado la necesidad de un ordenamiento de las variables macro, de un recorte en la emisión y de una solución a la cuestión de la inflación.
En el marco del debate parlamentario, el diputado Máximo Kirchner, titular del bloque, conectó la discusión del Presupuesto y su relevancia con la que sigue, la del acuerdo con el FMI. Decidió exponer a los ex funcionarios de Cambiemos que fueron parte del Gobierno que tomó el crédito y hasta dejó flotando un dato picante. Una charla que tuvo con el ministro Guzmán sobre un legislador de Cambiemos que viajó a los Estados Unidos a hacer lobby en contra del acuerdo de Argentina con el FMI. Un enigmático al que pocos le encuentran aún la vuelta. Esa decisión de Kirchner adelanta lo que viene: un debate fuerte por el Plan Plurianual, con un antecedente negativo: la derrota parlamentaria que tuvo el Gobierno y que es producto del triunfo nacional del macrismo en las Legislativas.
Así y todo, en el Gobierno entienden que lo que se viene será diferente. Y hasta aseguran que el veto intencional de Cambiemos al Presupuesto le facilita un manejo más amplio de esos recursos. En este contexto, con la prórroga del ejercicio actual, la reasignación de partidas para aumentarlo es una facultad que queda bajo el ala de la Jefatura de Gabinete, que conduce Juan Manzur. Por el lado de la marcha del acuerdo con el FMI, esta demora del Presupuesto dilata la aprobación del Plurianual este año y lo pone, seguramente, en la agenda de las Sesiones Extraordinarias que el Gobierno evalúa cursar en febrero del 2022. Quizás antes de eso, aparezca una carta de intención del acuerdo entre ambas partes. Pero el escenario sigue abierto y a la espera de definiciones.