Por Estefanía Santoro

No sobra nadie y rebalsa todo: las calles de San Luis fueron tomadas por una marcha masiva e histórica, encuadrada en el primer Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries. Personas de todas las edades y los territorios levantaron banderas exigiendo la aparición urgente de Tehuel de la Torre, Guadalupe Lucero, la liberación inmediata de las presas políticas mapuches y consignas contra el extractivismo y los transfemicidios, entre otros reclamos. En un contexto de recrudecimiento de las derechas cada vez más radicales, fueron miles.

María integra la agrupación autónoma Mujeres por la Libertad. Cuenta que les costó mucho esfuerzo llegar a San Luis y marchan con la alegría de haberlo logrado: “Creemos que lo más importante es recuperar la agenda de lucha, tenemos que volver a ganar las calles para alcanzar nuestras reivindicaciones. La fuerte ofensiva de la derecha a nivel mundial abanderada por la nación más poderosa del mundo que prohibió el aborto legal en Estados Unidos nos tiene que mantener en alerta, pero fundamentalmente garantizando, que por ejemplo, la ley del aborto en Argentina se cumpla, porque no se cumple en todo el país. El aborto se tendría que hacer en una sala de primeros auxilios con una persona idónea y profesional y en lugar de eso se están quitando puestos de trabajo. Yo soy trabajadora de la salud y estoy en un hospital de referencia amigable para todas las prácticas anticonceptivas y aborto legal y veo que la lucha no se terminó consiguiendo la legalización del aborto. Hay que darle cumplimiento efectivo y hay que garantizar anticoncepción, educación sexual integral y educación en general con maestras que cobren y con médicas profesionales que puedan garantizar aborto teniendo un salario digno.”

Las calles de San Luis se inundaron de transfeminismos, una ola que lo abarca todo, las personas salían de sus casas para saludar a les encuentreres, sacaban fotos, aplaudían. Desde la vereda un nene le dice a su mamá: “mirá está la tele”, saltaba y miraba con los ojos bien abiertos a la multitud que pasaba. Los cuerpos cansados pero todavía firmes se fortalecen en la histórica marcha que se realiza en cada encuentro y esta vez no fue la excepción. El sol y el clima seco de San Luis obligó a las encuentreres a hidratarse por demás.

Zoe de Petri tiene 12 años, es su segundo encuentro, marcha junto a su mamá, está cansada pero no le importa, está contenta, la emoción y las ganas de estar son más fuertes. “Soy afrodescendiente y estuve en el taller de racismo, hablamos del racismo que sufrimos en las escuelas. En el encuentro de 2019 éramos un montón de chicas, ahora éramos muy pocas pero me llevo mucha emoción, sé que hay muchas mujeres que no consiguen trabajo y eso es muy triste. Por eso vengo, para que esas cosas cambien y no haya más violencia hacia las personas afro.”

“Estamos muy contentas porque estuvimos con dos jornadas intensas en el taller de cannabis, donde lo que más se habló fue sobre la interseccionalidad de las luchas, lo importante que es luchar por la ley de tierras para poder tener acceso al cannabis, lo importante que es luchar por la ley de salud mental para tener un uso respetuoso de la planta y lo importante que es pelear por una ley integral de cuidados para que quienes se acercan a nosotras, que son mayormente mujeres que cuidan, estén amparadas cuidadas y reconocidas”, cuenta Valería Salech, presidenta de Mamá Cultiva Argentina, presente en la marcha sosteniendo la bandera de su organización.

Las que también estuvieron presentes en la marcha como en cada encuentro fueron las trabajadoras sexuales: “Venimos al encuentro para reivindicarnos como trabajadoras de la economía popular ya que no somos reconocidas en ninguna categoría, venimos a pedir por nuestros derechos, lo que hacemos es trabajo, por salud, vivienda y una jubilación digna”, cuenta Jocari Márquez Ortiz, migrante trans y trabajadora sexual, y coordinadora de la Casa Roja AMMAR Constitución.

La fiesta que se vivió el sábado por la noche también hizo lo suyo, hubo baile y festivales de bandas hasta entrada la madrugada, pero el domingo a las 9 de la mañana había que seguir. Así se sucedieron las segundas jornadas de talleres en las escuelas que tuvieron 15 ejes y sumaban 102 en total, atravesando las demandas de la agenda transfeminista.

“Estamos super emocionadas, conmovidas y felices de cómo se dio un encuentro súper masivo, con mucho contenido político. En el acto de apertura como comisión organizadora tratamos de exponer y posicionarnos en los diferentes temas que creemos que son parte de la agenda transfeminista. El avance de la derecha y la criminalización de la protesta ahora le toca a las compañeras mapuche que son históricamente perseguidas, así como también sucede con todas las que luchamos. Las compañeras mapuche fueron centrales en este encuentro, se vio en la apertura donde las hermanas ranqueles pudieron denunciar la persecución que también sufren en San Luis”, asegura Pamela Mackey, una de las voceras del 35° Encuentro Plurinacional.

A medida que avanzaba el recorrido de la marcha, el atardecer regaló un cielo naranja intenso que ningune de les presentes va a olvidar, los encuentros no se olvidan, quedan en la memoria transfeminista, un amarillo fulgor saliendo de una luna inmensa pintó un paisaje cargado de emociones. Mientras el paso de la marcha continuaba muchas mujeres agitaban desde sus balcones abrazando la potencia transfeminista.

También marcharon las madres protectoras que luchan contra el abuso infanto juvenil, fue su primer encuentro como organización donde trazaron diversas estrategias de trabajo para enfrentar a una justicia sin perspectiva de género que no cree en les niñes y que las persigue y criminaliza por defender los derechos de sus hijes. “Estamos presentes por nuestras compañeras que no pudieron venir porque sus hijos están atravesando situaciones muy dolorosas como suicidios o problemas de salud mental por los abusos que sufrieron. No tenemos acceso a la Justicia y el Estado vulnera sistemáticamente los derechos de nuestros hijos, las leyes que están no se respetan, necesitamos que haya perspectiva de género y de niñeces en la Justicia porque cuando se hacen las pericias nuestros hijos son maltratados y revictimizados”, asegura Agustina Valagan, madre protectora.

Este es un ecuentro que es de todes porque nace de una construcción colectiva, horizontal y autónoma que crece en cada emisión. Esta forma de acuerparse es una herramienta política, durante tres días se discuten y debaten las problemáticas que afectan las existencias de mujeres, lesbianas, travestis, trans, no binaries, piqueteras, mujeres rurales, trabajadoras de la economía popular, discas, gordas, docentes, trabajadoras domésticas, sindicalistas, viejas, madres, trabajadoras sexuales, migrantes. Son muches les que una vez por año se reúnen, en alguna parte del país, a debatir, pensar y construir herramientas que permitan vivir libres, sin violencias.

“Los Milei, los Espert, Patricia Bullrich: la derecha no sólo representa a los grupos económicos y financieros más concentrados, sino también a la reacción patriarcal a todas nuestras luchas”, dijo la diputada nacional, Myriam Bregman, presente en el Encuentro y destacó: “ellos quieren un ajuste mayor al que ya se vive hoy, con millones de pesos que se recortaron en vivienda, educación, salud, discapacidad, donde las mujeres son las más golpeadas por la crisis y el ajuste del Gobierno nacional. La deuda fue y sigue siendo con nosotras, mientras se paga al FMI, la mayoría de los hogares más pobres está a cargo de una mujer sola, a veces sobreviviendo con los magros subsidios que da el Estado, o con alguna changa o empleo precario. La única forma de enfrentar este ajuste y de parar esa avanzada reaccionaria es con la organización desde abajo y con la unidad de todas estas experiencias tan valiosas que vienen dando las mujeres”.

María Urquizu es parte de la campaña internacional Eran niñas. Aparición con vida de Lichita y libertad a Laura Villalba. Detrás de la cabecera de la marcha, con una mano sostiene un cartel con la cara de Lichita y con la otra, la mano de su hija. Del lunes 10 hasta el 14 se va a llevar adelante el juicio contra Laura en el que podrían condenarla a 35 años de cárcel por una causa de la cual no es culpable. “Se la acusa por violación al deber de cuidado, educación y violencia familiar”, asegura María. El 2 de septiembre de 2020 un grupo especial del Ejército paraguayo secuestró a Carmen Elizabeth Oviedo Villalba, Lichita, que entonces tenía 14 años y asesinó a sus dos primas, Lilian y María, de 11 y 12 años. Desde la cárcel su madre reclama su aparición con vida. “Laura acompañó a su hija a visitar a los padres que son luchadores sociales, que eligieron como método de lucha la guerrilla para defenderse de tanto saqueo de la tierra, haciendo un paralelo, la misma situación que vivimos hoy con las hermanas mapuche presas que estaban recuperando territorio en Villa Mascardi”, explica María y agrega: “Las mujeres que son las que defendemos los territorios, las que nos quedamos a pelear contra los megaproyectos extractivistas, son las que están presas ahora. Recuperar territorio ancestral no es delito, recuperar territorio ancestral es el deber que tenemos todas las indígenas porque hace más de 530 años el Estado nación nos robó esos territorios. De la misma forma la familia de Laura tiene hermanos y hermanas que luchan por la tierra. Laura en este caso acompañó a esas niñas a visitar a sus padres porque es el derecho a la Identidad que tenemos absolutamente todas independientemente del método de lucha que se elige. La Comisión Organizadora nos permitió llevar la situación de Laura en el acto de apertura para que se pronuncie por la libertad de Laura y estamos muy conmovidas por la solidaridad que recibimos que fue enorme, tanto la aparición de Lichita como la libertad de Laura va a formar parte de las conclusiones del Encuentro.”

A los Encuentros los mueve la potencia de un movimiento que es internacional, plurinacional, interseccional, heterogéneo. Una potencia transversal, abrasadora. Una potencia que sostiene los puños en alto, cuestiona toda norma y se propone cambiarlo todo. Y cambiarlo todo es romper las estructuras que hoy sostienen el patriarcado, el capitalismo, el racismo, el extractivismo, la heteronorma.

By omalarc

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