Una de las integrantes de la Asamblea “El Retamo” de Nonogasta, Clara Olmedo, describió brevemente los orígenes de esta agrupación de vecinos en el departamento Chilecito. Según indicó, dicha agrupación surge a partir de los reclamos por la contaminación producida por la Curtiembre de Nonogasta. En un principio dirigidas por la Empresa Yoma, y últimamente por Curtume CBR.
De acuerdo al relato de Olmedo, luego de retirarse esta última empresa, “quedaron 800 trabajadores sin empleo y un pasivo ambiental. Una larga historia de contaminación y olvido en el pueblo de Nonogasta”, lamentó.
Los reclamos se inician en la década del ’90. Se hicieron muchas denuncias a la justicia. “La curtiembre tiene un largo proceso judicial”, lamentó Clara Olmedo. Y contó que en 2013 “se inician acciones de oficio de jueces de Buenos Aires que imputan y denuncian a la curtiembre por contaminación”.
La Asamblea “El Retamo”, en 2018 “se constituye en querellantes de una causa que todavía está pendiente. Es la que toma cuerpo en 2018, con la imputación de la Curtiembre y el pedido del levantamiento de los caños que eliminaban efluentes sin tratar las 24 horas del día durante 365 días del año”. En este sentido, agregó la asambleísta que la curtiembre “produjo dos derrames y dichos efluentes llegaron a los patios de algunas casas”.
“Los mismos –añadió la dirigente Asambleista- fueron denunciados a Fiscalía en Chilecito. No obstante ya había una denuncia de la Unidad Fiscal de Delitos Ambientales (UFIMA), de Nación”. También agregó que “Gendarmería Nacional hizo dos allanamientos a la Curtiembre” y que “UFIMA vino dos veces a realiza investigaciones y tuvo contacto con la Asamblea “El Retamo”. Todas estas acciones obligan a la empresa a “levantar los caños y diseñar un plan de remediación ambiental, cosa que nunca sucedió”, lamentó.
En otro tramo, informó que en 2019 pidieron nuevamente –ya que no presentaban el plan de remediación y que no se estaba tratando los efluentes como se había prometido- al juez Federal, Daniel Herrera Piedrabuena, “quien ordena una inspección ocular de la que personalmente participó junto a la Asamblea “El Retamo”, la Curtiembre y la Secretaria de Medio Ambiente”.
Poco tiempo más adelante –indica- “la Fiscal Federal de la causa pide la clausura –por todas las pruebas que hay y porque la Curtiembre no cumplió en la medida cautelar de 2018. El juez nunca se pronunció. Y tristemente nos hemos enterado que a finales de 2019, el Juez se declaró incompetente. Por lo tanto estas actuaciones deben volver a los Tribunales locales”.
En ocasión de una visita de estudiantes de la universidad de Buenos Aires, contó Olmedo, “fuimos al Juzgado N° 2 y vimos que -consta en la Mesa Administrativa de salida de la justicia de La Rioja- que salió el Expediente, pero, nunca llegó a Chilecito. La fecha de salida era el 10 de diciembre” y en Chilecito, la jueza Illanez , del Juzgado N° 2, nos mostró todas las actas y nos dice que nunca llegó acá”. Entonces, -afirmó Olmedo – “el Expediente se perdió en el camino. Nos parece una situación de extrema gravedad, no puede perderse un expediente que comprende 9 cajas de pruebas”.
Remarcó los fundamentos de este reclamo ambiental en Nonogasta, “de acuerdo a estudios realizados por estudiantes de la UBA, de la carrera de Ciencias Ambientales, quienes analizaron diferentes hipótesis entre la que se destaca la contaminación por erosión del suelo y su difusión aérea que abarca todo el valle de Chilecito”.
Pulmón verde
Según explicó la dirigente de la Asamblea “El Retamo”, “en 2021 –dijo- hemos constatado 15 piletones todavía, llenos de efluentes, a más de un año de que Curtume CBR ya se había ido. Algunos de los piletones ya estaban secos, otros tenían color, verde, rojo, negro. Los que estaban secos tenían un material similar a talco. Según los técnicos, esa especie de talco es el cromo, después de secado. Y en los piletones de color verde, dijeron que sin dudas, ahí había cromo. Aún continúan de igual forma”. Sostuvo Clara Olmedo: “la empresa mintió a todo el pueblo de Chilecito y Nonogasta, que se iba a hacer el tratado de todo el efluente de la curtiembre. No debemos olvidar que a la planta de tratamiento de efluentes la hizo el Estado. Por tanto, significa dinero del Estado”.
Para las asambleístas de “El Retamo”, “la defensa de la vida y el trabajo, van juntas”. Reiteró que “no están en contra de los trabajadores, tampoco nunca pedimos que se cierre la curtiembre. Lo que nosotros pedimos es que la Curtiembre trabaje bajo las normas ambientales que tienen la provincia, y la Nación”, insistió.
Tras relacionar las consecuencias de estos factores ambientales para la salud de la población, con la pandemia de Covid, sostuvo: “Nosotros no podemos seguir jugándonos nuestra vida en nombre del trabajo. La vida se defiende como se defiende el trabajo digno, sustentable, procesos o emprendimientos sustentables”.
Puntualmente, hacen hincapié Olmedo en que “sin remediación del pasivo ambiental de Nonogasta no hay ninguna posibilidad de un empleo sustentable y digno”. Y anticipó que, “si la curtiembre se vuelve a abrir, la responsabilidad del gobierno es remediar el pasivo ambiental, exigir a la empresa que lo remedie”.

 

 

By omalarc

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